Aníbal José Toscano Benítez, subintendente de la Policía que se había perdido en la selva hace más de dos semanas y que fue encontrado este lunes, 5 de junio, mostró su agradecimiento a todos los uniformados que participaron en su búsqueda.

Pero las palabras más emotivas fueron para el general Nicolás Zapata, director de Antinarcóticos de la Policía Nacional y encargado de las acciones que dieron con su paradero: “Gracias, mi General. ¡Gracias por no abandonarme!”, decía Toscano con sus ojos humedecidos.

El subintendente Aníbal José Toscano tuvo que ser asistido para poder ser trasladado al centro asistencial en Apartadó, pues fue muy poco lo que pudo comer e hidratarse durante los 16 días que estuvo perdido. | Foto: Cortesía Policía Nacional

En respuesta, el general Zapata, que estaba en videollamada con Aníbal José, le respondió que eso es algo que nunca se les pasó por la mente. “Me alegra mucho verlo. Ahora le dedico la transmisión de mando a usted, hermano”.

La escena, que circula en un video a través de redes sociales, se torna muy emotiva. Y lo amerita, el Subintendente de la Policía había desaparecido el pasado 21 de mayo en la base de Alto Limón, en Unguía, departamento del Chocó.

Los reportes de los miembros de la Dirección Antinarcóticos señalaban que el uniformado, de 44 años, había salido en la tarde de aquel día a buscar leña, por lo que no cargaba con provisiones ni esperaba permanecer mucho tiempo en esta tarea, pero nunca regresó a la base.

Días después fue activado el operativo, al percatarse de la extrema anomalía que significaba que Toscano no hubiera podido llegar por sus propios medios después de algunas horas.

Con drones, sobrevuelos, perros de búsqueda y rescate y búsquedas a pie operó la búsqueda, que también contó con cooperación panameña.

El propio general William Salamanca, director de la Policía Nacional, fue el encargado de anunciar el rescate. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter: “Agradezco y valoro el trabajo de los policías que no desfallecieron hasta encontrar con vida al subintendente Aníbal Toscano, que había desaparecido en el Chocó”, manifiesta en su trino.

El Subintendente Toscano fue llevado inicialmente en helicóptero a Apartadó, Antioquia, para que fuera revisado en un centro asistencial, y en la tarde de ayer fue trasladado a Bogotá, donde pudo reencontrarse con sus familiares mientras permanece internado en el Hospital de la Policía Nacional.

¿Qué pasó con los niños perdidos en Guaviare?

Las Fuerzas Especiales del Ejército Nacional y diferentes comunidades indígenas siguen tras el rastro de los cuatro menores de edad, que desaparecieron en la selva del Guaviare, luego de que la avioneta en la que se transportaban colapsara en este territorio.

Así entonces, y pese a todos los esfuerzos, la ubicación de los pequeños sigue siendo un misterio, ya que hallaron nuevas huellas frescas y rastros de frutas, que pueden ser indicios de que están vivos, pero pasan los días y la incertidumbre aumenta.

Por lo anterior, el general Pedro Sánchez, comandante del Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, aseguró que todo su personal está dedicado día y noche en esta misión, la que considera es la más importante de su vida y de la cual espera cantar victoria cuando los niños aparezcan con vida.

En Noticias RCN, el uniformado contó entre lágrimas que la niña desaparecida tiene la misma edad que uno de sus hijos, por lo que le fue imposible contenerse y se quebró ante las cámaras.

El uniformado manifestó que esta situación genera incertidumbre, pero están trabajando día y noche para encontrar a los niños con vida. "Hay esperanza", manifestó. | Foto: El País

“Sentimos como si fueran nuestros propios hijos. Cuando me imagino que el 26 de mayo cumplió un año la bebé Cristin, miraba la foto de mi hijo y me digo: Dios mío, los tenemos que encontrar”, dijo el general Sánchez. Luego, estalló en llanto, girando su rostro para no mostrarse débil ante los televidentes de RCN.

Acto seguido y tras tranquilizarse, confesó que siente impotencia por no tener noticias sobre el rescate y que la angustia aumenta con el pasar de los días: “A uno se le arruga el alma. A veces se siente esa impotencia de cómo podemos encontrarlos”, confesó el comandante.