Aunque siempre se ha creído que por mayoría Aguablanca elige al alcalde de la ciudad, en las últimas dos elecciones la contienda ha sido diferente al analizar la votación de los candidatos por comunas.

A primera vista las elecciones de alcalde en Cali parecen iguales. El que más votos obtenga es elegido, pero la capital del Valle es una ciudad grande y con casi 600 mil votos válidos (a pesar de contar con un potencial de más de millón y medio de votantes), 22 comunas y multiplicidad de necesidades. Esto hace que los candidatos tengan nichos y que sus estrategias se concentren en zonas más pobladas o donde tienen mayor apoyo, y esto es justamente lo que hace que cada campaña sea muy diferente a la anterior.

Es por esto que, ante la gran incertidumbre que ronda a estas elecciones para Alcaldía, dado el alto número de aspirantes y las escasas distancias que marcan las encuestas, una mirada al pasado es importante para entender lo que puede llegar a pasar. 

En las últimas dos elecciones, 2007 y 2011, respectivamente, (ver aplicativo), la contienda ha sido muy diferente al ver la composición por comunas de las votaciones de los candidatos elegidos.

En 2007 el ganador y ahora senador por el Partido Alianza Verde, Jorge Iván Ospina,  obtuvo 268.950 votos, un poco más de los 245.016  que logró el actual alcalde Rodrigo Guerrero.

Pero lo que realmente diferencia a estos gobernantes y a las votaciones de la ciudad es dónde se ubicaron los sufragios, porque Guerrero obtuvo casi el 50 % de sus votos en ocho (8) comunas, mientras que  aproximadamente el 50% de la votación de Ospina  estuvo en 9 comunas, y de estas un porcentaje importante (6%) fue en el punto censo, en ese momento el Estadio Pascual Guerrero.

En 2007, Ospina tuvo sus mayores votaciones en las comunas 13, 6, puesto censo, 14, 10, 11, 8 y 7 (ver los colores más oscuros en el mapa de 2007), lo cual lo pone como un alcalde del oriente de Cali, pero no del Distrito de Aguablanca; mientras Guerrero obtuvo sus mayores votaciones en las comunas 2, 17, 19, 10, 6, 5, 8 y 13 (colores más oscuros en el mapa de 2011), siendo estas  más variadas en cuanto a estratos se refiere.

Es decir que el actual Alcalde de Cali no fue elegido mayoritariamente con los votos del Oriente, que según la sabiduría popular son los que deciden, aunque muchas de las otras votaciones por candidatos sí están concentrados en esa zona, pero justamente esto hace que el aspirante que logre diferenciarse y hacer eco en esa parte de la ciudad y en el resto de comunas tiene una mayor probabilidad de ganar, pues la propuesta  de centrarse en el Oriente como fuente principal de votos suele ser una estrategia que no gana la Alcaldía.

¿Y el voto en blanco?

Otro aspecto  que arrojan los resultados de  votación de los candidatos es que el sufragio  en blanco es muy importante para definir quién gana,  porque aumentó sustancialmente entre 2007 y 2011, pasando de 34.245 a 50.963.

 Esto es importante por dos razones clave: la primera, porque este voto es fundamentalmente de opinión, no es de maquinarias, y,  segundo, porque una porción importante de estos sufragios  está concentrada en el Oriente, zona que se cree que es movida enteramente por la maquinaria. 

¿El número de candidatos en los tarjetones?

Tanto en 2007 como en 2011 se lanzaron 9 aspirantes y este año hay 8, por lo que se debería esperar que  el próximo alcalde obtenga aproximadamente 270.000 votos en caso de ser una contienda cerrada entre dos líderes, o un poco menos si hay tres candidaturas fuertes.

Estos datos muestran dos puntos para la próxima elección de alcalde muy interesantes: el voto en blanco es importante, y no solo en los estratos más altos, sino en toda la ciudad, lo cual muestra un crecimiento del sufragio  informado y crítico de las propuestas de los candidatos. 

El segundo panorama es que el voto de opinión es un punto relevante para ganar los comicios, tal como lo demostró el alcalde Guerrero en 2011, y en ese sentido los aspirantes tienen una enorme necesidad de llegarle a los caleños con un mensaje interesante y que les mejore la calidad de vida, y que sea apropiado para los movilizadores de opinión y los empresarios.

<a href='#'><img alt='Histórico votaciones 2007 y 2011Alcaldía de Cali ' src='https://public.tableau.com/static/images/al/alcaldia2007y2011cali_1/Historia1/1_rss.png' paragraph">Vea en este mapa interactivo cómo les fue a los candidatos a la Alcaldía de Cali en las elecciones del 2007 y del 2011. Conozca los resultados de cada aspirante por comunas.

El local, un electorado impredeciblePor: Judith Gómez Colley, Editora de Poder En Cali el electorado es impredecible”. Esta frase del exalcalde de Cali Germán Villegas Villegas resume bien lo que ha venido ocurriendo en las últimas  elecciones para escoger mandatario en la capital del Valle del Cauca. El decir de políticos y analistas es que en esta ciudad ningún candidato tiene nada seguro en una elección, así vaya liderando las encuestas de intención de voto, dado que no se puede determinar cómo  será el comportamiento en las urnas. Unas veces son los sectores populares, el Oriente, mas no solo el Distrito de Aguablanca, como muchos creen, el que elige al alcalde; otras lo hacen los estratos  4, 5 y 6, con apoyo del 3, donde el voto de opinión es clave. De ahí que el exmandatario sostenga que quien obtendrá la próxima alcaldía será la persona que se sintonice con esa gran masa que parte de los estratos populares, pero que también les sepa llegar a los estratos medio, medio alto y alto, donde hay mucho voto de opinión. Pero no hay que desconocer que en los sectores populares también hay opinión, pese a las maquinarias. Allí mucha gente vota por propuestas, trayectoria y por el estilo del candidato, dice Villegas Villegas. “Otro factor que coadyuva a que sea tan difícil determinar quién puede ganar una alcaldía es que electores de los sectores populares, especialmente del estrato 3, no votan por el que les diga el político que tiene las estructuras o maquinarias, lo hace por la persona que él cree que es la mejor”, explicó el exmandatario caleño. Considera además que decir que Aguablanca  pone el alcalde en Cali es un mito, pues los resultados que se dan allí no alcanzan para llegar al primer cargo de la ciudad. “Lo que pasa es que son sectores representativos y hay votaciones altas”. Para el excandidato a la Alcaldía de Cali Milton Castrillón, quien perdió la elección en el 2011 con Rodrigo Guerrero, ese cargo no se gana con estrategias populistas  sino con un trabajo donde realmente se presente un programa con contenido social y político. “Se equivocan quienes creen que la Alcaldía de Cali se gana con un aval y alianzas políticas y mucho menos los que creen que van a llegar solo con los estratos 1 y 2”, asegura. Al hacer un repaso  del comportamiento electoral en la ciudad, Castrillón sostiene que la elección se define en el estrato 3, que es el más poblado.  “Allí hay 120.000 votantes, es decir, el 40% de los votos que definen, sin contar los demás sectores”, dijo tras agregar que el Distrito es muy importante a la hora de decidir. De ahí que sea vital que los candidatos den a conocer sus programas de gobierno, se hagan debates y haya propuestas que atraigan a los votantes, especialmente en ese sector poblacional. El exconcejal explica en que en el estrato 3 el voto de opinión es importante. “Este estrato, se puede decir, es la mezcla perfecta de la política:  pesa la opinión y hay maquinaria”. Castrillón coincide con Germán Villegas en que para ganar en sectores populares y hacerse al cargo de alcalde es clave el candidato, que debe llegar a todos. Pero el ahora candidato al Concejo de Cali va más allá y se atreve a aventurar que como están las cosas en esta campaña, el Distrito será clave y puede poner un alcalde popular. Adolfo Abadía, investigador del Programa de Ciencia Política de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Icesi, realizó un estudio sobre el comportamiento electoral para la Alcaldía se Cali, donde también echa abajo el mito de que Aguablanca pone alcalde. En él, de paso, se ve lo impredecible que es el electorado en la capital del Valle. Uno de los apartes del estudio asevera que “para que la totalidad de los sectores  populares de los estratos 1 y 2, que representan poco menos  del 50 %  de los votos por candidato en las últimas  elecciones pueda elegir  autónomamente  alcalde, necesitarían un comportamiento perfectamente homogéneo, es decir, que todos votarán de la misma forma”.  El investigador  considera  irreal e impensable ese escenario, sobre todo si se tiene en cuenta  que aspirantes  cuyos electores naturales no son de esos sectores, por ejemplo Rodrigo Guerrero, lograron cerca del 30 % de la totalidad de sus votos allí. “La estrategia electoral de concentrar votos en un solo sector específico no basta para obtener el triunfo”. Abadía concluye que cualquier candidato que pretenda llegar a la Alcaldía deberá predominar no solo en los sectores de preferencia natural sino en las comunas del estrato 3, que es necesario para la victoria, por tener  esta zona un comportamiento más irregular y una mayor heterogeneidad en cada elección. 

Las conclusiones 

Con base en los resultados electorales para la Alcaldía de Cali en 2007 y 2011, que dieron como ganadores a Jorge Iván Ospina y Rodrigo Guerrero, respectivamente, se puede concluir:

Si bien los barrios que conforman el Distrito de Aguablanca  (estratos 1 y 2),  en las comunas 13 --el corazón de ese sector-- y las 14 y 15  aportan una buena tajada de votos para elegir al alcalde, no son las que lideran la votación. En el 2007, sin discriminar candidatos,  la mayor votación  (39. 641) fue en la Comuna 2 (estratos 4, 5 y 6),  mientras que en las del Distrito, la 13, fue  cuarta (37.729 votos.) En 2011 la tendencia se mantuvo y la Comuna 2 fue la que más votó (41.184); la 13 fue tercera (41.065).Aguablanca no elige alcalde. Al leer la votación por aspirante  se observa que, aunque los alcaldes electos en 2007 y 2011 ganaron  en las tres comunas del Distrito de Aguablanca, no fueron estas las que  le dieron el triunfo. Eso desvirtúa la frase de que ese sector elige alcalde.  En 2007, Jorge Iván Ospina  ganó en  el Distrito,  pero otras 6 comunas populares pesaron  en su elección. Con  Rodrigo Guerrero, 2011, se repite el hecho, pero los estratos altos fueron clave.Juega la polarización. En la  votación del 2007,  en las comunas 13, 14 y 15 y otros sectores populares se vivió el fenómeno. Los  niveles  afectaron a uno de los candidatos y le permitió a Ospina  ganar  allí, pero  también incidió en   votaciones como la de la Comuna 6 (barrios del nororiente);  el puesto Censo aportó  en su triunfo. Para el 2011, las cosas cambiaron.  Guerrero  ganó en el  Distrito y otros sectores populares,  ya que  hubo menos polarización y él era  conocido en la zona por su condición de exalcalde y tenía trabajo social en la zona.Los estratos 1, 2 y una  parte del 3, colindante con el Distrito, inciden en la  elección de un alcalde en Cali, pero no le dan el triunfo, pues no todos sus habitantes votan y además deberían tener unidad de criterios a la hora de elegir, lo que es imposible.El estrato 3  puede incidir fuertemente  en una elección, dependiendo de la empatía con el  candidato. Los habitantes de estos sectores, donde hay gran diversidad,  suelen fijarse en las propuestas, los debates  y el talante de los aspirantes para tomar una decisión y por  agrupar más barrios y tener mucha   población puede dar el triunfo al candidato que les sepa llegar.Las maquinarias funcionan en algunos sectores. Aunque algunas estructuras tienen el llamado voto amarrado, en muchos casos el elector toma su propia decisión y no vota por el que le digan, expresando su propia opinión. Y eso se ha visto, por ejemplo, en el Distrito de Aguablanca, especialmente en las elecciones del 2011.El voto de opinión pesa.  Los resultados electorales de las dos últimas elecciones de alcalde muestran que esta expresión en las urnas  ha incidido por encima de las maquinarias, pero especialmente en los comicios del 2011. Pese a que en toda la ciudad hay voto de opinión, esta tendencia se observa más  en los  estratos 4, 5, 6 y parte del 3.El empresariado no elige, pero se necesita.  En una contienda política el respaldo de los empresarios es clave para conseguir recursos, mas no para conseguir sufragios, pues no tienen maquinaria.  Como muchos habitan en la clase media alta  y alta aportan al voto de opinión.El voto en blanco. Ha venido creciendo en los sectores populares,  lo que se puede interpretar como una manera de expresar la  opinión del elector a través del  voto castigo. En el 2007  el fenómeno empezó a marcar fuerte en las comunas 6 y 13. En la primera se registraron  más de 2.500  votos en blanco, y en la 6, más de 2.400.En 2011, el fenómeno se repitió e incrementó en las mismas comunas. En la 6, por ejemplo, hubo más de 3.800 votos en blanco, y en la 13, más de 3.400.El candidato que quiera ganar la Alcaldía de Cali en octubre próximo deberá apelar a conquistar el voto de opinión en los estratos altos  e impactar con propuestas en los sectores populares. Para los analistas de resultados electorales,  el  estrato 3, que tiene al menos el 40% de los votantes en Cali, es quizás uno de los grandes filones a explotar en estos comicios.