La crisis que enfrenta San Andrés y Providencia debido a la reducción de la llegada de turistas se evidencia en el desolador panorama de las playas de la isla durante esta Semana Santa, época en la que tradicionalmente era un apetecido destino.

Tras la salida de las aerolíneas Viva Air y Ultra Air, la llegada de turistas disminuyó en el 68 %, pasando de 34 vuelos al día a solamente ocho. Las pérdidas económicas por este golpe en el turismo, principal actividad económica de San Andrés, ascienden a los 75 mil millones de pesos.

“San Andrés tiene una economía de subsistencia y al no haber turistas por causa de no tener sillas en aviones, pues por ende la situación de la isla es preocupante”, explicó Juan Carlos Osorio, presidente de Cotelco San Andrés. De hecho, la isla pasó de recibir seis mil turistas al día durante la temporada alta a acoger solo dos mil.

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Además,  antes recibía mensualmente 131 mil turistas, pero por esta crisis, la cifra se reduce a poco más de la mitad. Según Cotelco, la ocupación hotelera en la Semana Mayor no alcanza ni al 25 % de la oferta.

Ante el bajo flujo de turistas en los lugares turísticos, el Gobierno departamental pidió que San Andrés acceda a los beneficios de la ley de frontera que permitiría tener el combustible más económico y, de esa forma, las aerolíneas podrían reducir los costos de operación.

Entretanto, en la tarde de este Viernes Santo, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, visita la isla para reunirse con el gremio del sector turístico y hotelero y buscar soluciones a la salida de Ultra Air y Viva Air.

Una de las peores crisis

Justo en medio de la Semana Santa, San Andrés atraviesa esta crisis que afecta a toda la cadena turística, desde los taxistas, hasta el sector hotelero y a quienes ofrecen servicios turísticos de manera informal. A esto se suma el encarecimiento de los precios de la canasta familiar.

“Acá un plátano ya vale 4.000 pesos, una libra de carne 25.000, y un botellón de agua, 10.000. Estamos viviendo mal, sobre todo porque ahora no podemos generar los ingresos para pagar cosas tan caras”, le dijo a Semana Alberto Gordon, líder del gremio de los taxistas.

Además, los lugareños lamentan la falta de diligencia del Gobierno Nacional para atender la grave situación que enfrenta San Andrés, precisamente en temporada alta.

“En otras partes del país, si no llegan aviones, llegan buses, pero acá eso es imposible. Parecería que el Gobierno no quiere ayudarle a San Andrés, porque de poder, puede”, agrega Gordon.

Por otra parte, Camilo Hernández, miembro del Consejo Directivo de Proarchipiélago (agencia de promoción de la isla), advierte que el impacto de la disminución de visitantes afecta también a la Gobernación,  que recibe el pago de las tarjetas de turismo, que el año pasado generaba unos 500 millones de pesos diarios.

“Lo sentimos todos, los hoteleros, los restaurantes, los que tienen las carpas para alquilar y ofrecen los paseos en lanchas”, dice Hernández.