Paciente que padecía obesidad mórbida fallece producto de la omisión de las entidades competentes. Se deben adecuar las unidades de salud de los centros penitenciarios y carcelarios.

La solicitud fue hecha tras la muerte del interno Jhon Jair Guzmán Ayala que padecía de obesidad mórbida. Pese a los constantes requerimientos, la Personería de Cali consideró que su deceso se produjo debido a la indolencia judicial y negligencia de Medicina Legal. “Frente a este lamentable hecho, la Personería de Cali hace un llamado al Ministerio del Interior para que se adecúen las unidades de salud en las cárceles del país y se cumpla con la Ley 906 de 2004, de no permitir en los centros de reclusión personas con enfermedades graves que pongan en riesgo sus vidas”, señaló el Personero de Cali, Manuel Torres Moreno. Jhon Jair Guzmán Ayala ingresó a la cárcel Villahermosa acusado de homicidio agravado en agosto de 2009, delito por el cual fue condenado a 17 años de cárcel. Sin embargo, desde su llegada se destacó por sus dotes artísticas al participar como cantante de la orquesta del penal. Cuando ingresó a la cárcel, Jhon Jair pesaba 110 kilos, pero debido a las condiciones en que se encontraba producto de estrés, llegó a pesar 220 kilos. Sólo se levantaba una vez al día de su lecho para hacer sus necesidades fisiológicas, ayudado de un caminador y de dos de sus compañeros para poder movilizarse. Ante la vulneración de sus derechos fundamentales, la Personería de Cali solicitó al Juzgado 2º de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, la valoración por parte de Medicina Legal para que dadas sus precarias condiciones de movilidad se le cambiara la reclusión en establecimiento carcelario por detención domiciliaria. Además, los médicos internistas de Caprecom ya habían diagnosticado su obesidad mórbida, y se estaban haciendo las gestiones para realizarle un bypass gástrico, operación que a la fecha no había sido aprobada. El interno falleció el pasado domingo, víctima de un infarto cardiaco, sin haber obtenido el tratamiento oportuno de su enfermedad. Actualmente, la cárcel Villahermosa cuenta con 3.500 personas privadas de la libertad, de las cuales aproximadamente 100 se encuentran enfermas: 45 por problemas psiquiátricos, 12 por VIH, 32 adultos mayores requieren de tratamientos especiales, 11 sufren de diabetes y 2 deben ser trasladados día de por medio para tratamiento de diálisis. “Las condiciones no son las adecuadas para preservar el derecho a la salud y a la vida a la que también tienen derecho las personas privadas de la libertad, por lo que se requiere de acciones inmediatas en cuanto a la adecuación de la unidad de salud y un número mayor de médicos, psicólogos y demás profesionales que permitan una efectiva atención de los internos”, afirmó el representante del Ministerio Público.