El Paseo Bolívar, considerado como uno de los lugares más emblemáticos del centro de la ciudad, por su significado histórico, su contacto con la naturaleza y el paso del río Cali, hoy se encuentra en total abandono.

Este espacio que es recordado por los caleños por sus amplias zonas peatonales, que permitía compartir con la familia, amigos o compañeros mientras disfrutaban de la brisa, del sonido del río, de la naturaleza, se ha convertido en un lugar “oscuro y peligroso”, dice la ciudadanía.

Actualmente se están realizando unas obras de recuperación que llevan más de un año y aún no se entregan, pese a que la Secretaría de Infraestructura había prometido que estarían listas en abril.

Hace más de un año que iniciaron las obras en el sector y hasta ahora no las han entregado. | Foto: El País

Sin embargo, otros sectores de este corredor que no están siendo intervenidos debido a que no se tiene el dinero suficiente, están en mal estado, totalmente descuidados.

Sus calles se encuentran agrietadas, con huecos y bastante dañadas, tanto así que en algunos sectores han colocado polisombra para evitar que aquellos que transitan por ahí no sufran algún tipo de accidentes.

Además, las bancas que rodean el corredor están partidas y sucias, por lo que los ciudadanos evitan sentarse en ellas.

De igual manera, el Puente Ortiz que conecta directamente con el Paseo Bolívar, está lleno de moho, fracturado en algunos sectores, sucio y huele feo.

Se observa el poco cuidado en las zonas verdes y al parecer el robo del cableado eléctrico de las lámparas. | Foto: El País
La mayoría de bancas situadas al rededor del Parque están en mal estado y sucias, lo que impide que los ciudadanos puedan usarlas. | Foto: El País
La estructura del Puente Ortiz se observa agrietada, con moho, maleza y suciedad, además de desprender olores fuertes y desagradables. | Foto: El País

La periodista y ciudadana Jahel Figueroa, expresó a través de redes sociales que este espacio que tiene una de las zonas verdes más importantes del centro, es un desastre, a pesar de estar a unos metros de la Alcaldía, “da miedo pasar por allí, está sucio oscuro y con presencia de expendedores de drogas, es un dolor de corazón caleño”.

A su comentario se le sumaron otros como el de Carlos Ramírez, quien cuestionó que después de las seis de la tarde el sector se vuelve muy peligroso.

“En la noche no se ve ni un policía, hay lámparas que no sirven por lo que es muy oscuro, quedamos a merced de los ladrones”, dijo el ciudadano.

El Parque Paseo Bolívar comunica el centro de la ciudad con el norte y con otros espacios como el Bulevar del Río, el CAM, el Parque de la retreta, La Ermita.

Al respecto, el concejal Fernando Tamayo, comentó que si bien hay que hacer una readecuación en el lugar en temas de infraestructura, hay que fortalecer principalmente la seguridad.

“Esta zona es un punto de encuentro de los caleños y turistas, es por eso que es preocupante la cantidad de hurtos que se cometen ahí, la venta de alucinógenos, el abandono, lo que cada vez aleja a la ciudadanía de este sector”, manifestó el cabildante.

Mal estado del Paseo Bolívar. Ubicado entre las carreras 1ª y Av. 2ª Norte con cl.12. Es un espacio peatonal, protegido de grandes ceibas y vegetación que comunica el centro de la ciudad con la Av. 6ª- Norte | Foto: El País

Agregó que “la administración debería de contratar una empresa privada de seguridad legalmente constituida que bajo la supervisión de la Policía Nacional pueda suplir o complementar el tema de seguridad” para que esta zona vuelva a ser acogedora.

Por su parte, el concejal Juan Martín Bravo expresó que concuerda con el tema del abandono y la seguridad, sobre todo en horas de la noche, por lo que plantean comercializar la zona como una posible solución a esta problemática.

“Justamente en esa zona donde hacen las tascas en la feria durante el año también se puede usar para acomodar a los vendedores, para generar actividades comerciales y que de ahí salgan los recursos para el mantenimiento, cuidado, y seguridad de todo ese corredor”, puntualizó Bravo.