Una escena que ya se está volviendo común en Cali se repitió este jueves 5 de junio, habitantes del sector Alto Menga llegaron hasta el Centro Administrativo Municipal (CAM) para exigir, una vez más, acceso al agua potable, derecho básico del que aseguran haber sido privados por más de tres meses.
El grupo, que se desplazó en bus hasta el centro de la ciudad, descendió de forma organizada, bloqueó la vía con cintas amarillas y pidió presencia de funcionarios del gobierno distrital. La acción, inesperada para quienes circulaban por la zona, causó un gran caos vehicular, pues la zona del CAM es uno de los puntos más transitados de Cali.
“Nos tratan como ciudadanos de segunda”, gritaba una de las manifestantes, mientras ondeaba una bandera hecha a mano con mensajes de protesta. Según los voceros, la falta de agua ha obligado a muchas familias a recoger agua lluvia para suplir necesidades básicas. Incluso, los comedores comunitarios han debido suspender sus servicios, afectando gravemente a niños y adultos mayores en condición de vulnerabilidad.
La Personería Distrital se hizo presente en el lugar para acompañar la protesta pacífica y reiteró la necesidad urgente de establecer soluciones. La protesta ocurre a pesar de que en abril se había realizado una mesa técnica para abordar el tema, que a la fecha no ha arrojado resultados efectivos, según los habitantes.
Juliana Holguín, vocera de la comunidad y residente de la Comuna 1, ya había llevado el caso al Concejo de Cali el pasado 22 de abril. Allí explicó cómo la falta del líquido vital vulnera derechos fundamentales y genera una sensación de discriminación.
Por su parte, Emcali explicó que, al tratarse de un asentamiento irregular, no pueden prestar el servicio de agua potable de forma legal, y señalaron que la responsabilidad recae sobre la Alcaldía de Cali, que debe avanzar en la formalización de los terrenos y garantizar el acceso al recurso.
Esta es la tercera protesta de la comunidad en menos de dos meses por la misma causa. La falla estructural en la prestación del servicio no solo expone a sus habitantes a condiciones de insalubridad, sino que visibiliza la falta de coordinación institucional para resolver la situación.
Aunque al lugar llegaron policías y algunos funcionarios de la Alcaldía para contener el bloqueo y buscar canales de diálogo, el malestar continúa. La comunidad insiste en que no se moverán hasta que reciban respuestas reales y concretas, más allá de promesas y mesas sin resultados.
A esta hora, el tráfico en el centro de Cali sigue afectado, y aunque no se han presentado disturbios, la tensión entre manifestantes y autoridades se mantiene. La Alcaldía aún no emite un pronunciamiento oficial, aunque se espera que en las próximas horas se anuncie una nueva visita técnica al sector o una propuesta concreta para garantizar el suministro de agua.