Según el Dane, hasta abril las importaciones colombianas de ese país crecieron 34,4% y a esa fecha las compras iban en US$2.803 millones. Hace unos 5 años no llegaban a US$1.000 millones.

Anselmo Duque, un académico convertido en empresario, viaja en promedio tres veces al año a China; en algunas ocasiones lo ha hecho hasta seis veces. Empezó en el 2004 cuando asistió a la famosa Feria de Cantón, que se hace dos veces al año en la ciudad de Guangzhou, China, y ante el crecimiento del comercio creó en ese país una empresa para apoyar la labor de comercio exterior de colombianos y de otros compradores.Él ha sido testigo del aumento en el volumen de compras a China. “La tendencia actual es que la gente busca cosas buenas, bonitas y baratas y los asiáticos tienen los productos más económicos, por eso los comerciantes están viajando allá y lo continuarán haciendo porque la estructura industrial de ese país le permite producir barato”, explica Duque que en sus primeros viajes traía calculadoras al país. Según el Dane, hasta abril las importaciones colombianas de ese país crecieron 34,4% y a esa fecha las compras iban en US$2.803 millones. Hace unos 5 años no llegaban a US$1.000 millones.Hoy en día la mitad de la juguetería que se exhibe en los almacenes de Cali tiene origen Chino, ya sea de marcas tradicionales como Mattel o Fisher Price u otras menos conocidas. Pero la ciudad también está llena de artículos del hogar, utensilios para cocina, lencería, calzado, ropa, bisutería, peluches, celulares y accesorios de tecnología que se venden en la calles, todos hechos en el país asiático.El gran dragón Una de las ciudades que más visita Anselmo Duque, de origen paisa, es Shantou. Allí se pierde entre unas 25.000 pequeñas y grandes firmas dedicadas a fabricar juguetes, donde se puede comprar al precio y la calidad que busquen los colombianos.También opera en Yiwu, una ciudad que tiene exhibiciones comerciales permanentes. Cuenta con un mercado conformado por unos 150.000 stands que ofrecen toda clase de productos y en las cantidades que necesite el comprador. En este mismo lugar, cuenta Anselmo Duque, están las firmas de logística, las “trading”, que se encargan de hacer ese pedido una realidad.“Las empresas en China no tienen inventarios, todo lo hacen sobre pedido y fabrican lo que el comprador desea y todo a muy buen costo. Si elaborar un producto en Colombia vale $40.000, en China cuesta $12.000, contra eso no se puede hacer nada”, afirma.Mientras los importadores aprovechan un comercio en abundancia, para algunos sectores productivos del país es una tragedia. Marcela Mosquera, directora de la Cámara Colombiana de la Confección, opina que el desmedido incremento de las importaciones tiene un impacto negativo para el sector que se ve reflejado en la perdida de participación en el mercado, disminución del empleo, la producción y las inversiones. Cifras del Dane indican que el 57% de las compras colombianas de confecciones tuvieron como origen a China (US$314 millones el año pasado).Gustavo Vivas, director del CDP del Cuero, afirma que el aumento de productos chinos en el mercado se ha notado más este año porque en el primer semestre del 2012 se registró una baja en la dinámica de los productores locales de calzado. “Muchos importadores siguen trayendo calzado asiático de bajo precio y eso compite con lo nacional, sin contar el contrabando”.Pero para Anselmo Duque, la percepción de que todo producto chino es malo o de contrabando es equivocada. Asegura que las grandes marcas en el mundo de ropa, autos, zapatos o juguetes tienen una producción en ese país. Además asegura que todo importador debe cumplir unas normas que exige el comercio internacional. “La Dian acá hace constante presencia, le hemos demostrado que el comercio se ha formalizado y que estamos generando empleo.