El pais
Natalia Giraldo, portera del América de Cali femenino.

FÚTBOL FEMENINO

Esta es la historia de Natalia Giraldo, el 'candado' del América de Cali femenino

La joven caldense, de alma y corazón vallecaucano, afronta desde este sábado en Quito (Ecuador) la Copa Libertadores con el América de Cali. Está preparada para ser figura.

12 de octubre de 2019 Por: Alejandro Cabra Hernández - Reportero de El País

Hace 16 años, Manizales, la capital del departamento de Caldas, vio nacer a la hoy arquera campeona del fútbol colombiano, Natalia Giraldo.

Sin embargo, es el municipio de Pensilvania, del mismo departamento, en el que creció la cancerbera encargada de ahogar tantos gritos de gol a rivales de la Selección Valle y el América de Cali. De esa locación deriva el apodo que la acompaña en las canchas, ‘Pensil’.

Lea también: Thelma Montaño comienza a recibir ayudas por la enfermedad que la marginó del fútbol

Desde este sábado, la joven Giraldo afrontará el reto más importante de su carrera: la Copa Libertadores femenina con las ‘Diablas’.

Detrás de la gran figura del partido definitivo de la Liga hay una adolescente amante de las salchipapas, las chocolatinas y las atajadas de altura.

¿Qué significa, a sus 16 años, haber sido arquera titular, figura y campeona de la Liga femenina con el América?

Es algo muy lindo saber que el trabajo que uno ha hecho vale la pena. No me lo imaginaba en el primer año como profesional, pero ahí está.

Ha recibido comentarios muy positivos de gente del fútbol, quienes la definen como una arquera muy segura...

Es muy gratificante, sobre todo porque un día jugaba al fútbol en mi escuela y ya lo hago como profesional.

¿En qué función en la portería se tiene más confianza?

Volando y atajando. Es mi fuerte.

¿Qué debe mejorar?

En salir a cortar los centros y hablar. Soy una arquera muy callada bajo los tres palos.

Es difícil hablar teniendo compañeras experimentadas como Rossy Caicedo, Catalina Usme y Carolina Pineda —quien fue su profesora—, ¿quién le daba órdenes a quién?

En el momento del partido no importa la edad. Yo les hablo y ellas se lo toman muy bien y viceversa. Me dicen ‘bien, Pensil’, o me corrigen algún error.

¿Cómo llega a Cali?

Crecí en Pensilvania y llegué a Cali por el trabajo de mis papás.

¿Por qué decidió jugar fútbol?

Yo creo que todo hombre juega fútbol y mi hermano, de 19 años, no es la excepción. Como yo vivía en una finca, no tenía muchos amigos, por lo que siempre estaba con él. Ahí nació mi amor por el fútbol, porque él siempre me pateaba balones.

¿Cómo fue su formación?

Tuve dos escuelas antes de Atlas. Con la segunda, Revelación, fui a jugar contra ellos y la profe Pineda me dijo que me quedara. Empecé como delantera, pero no me iba bien, ni me metían (risas).

¿Por qué llega a la posición de arquera?

Un día, molestando, me puse a tapar en Atlas y la profe Pineda dijo que era buena y que esa era mi posición.

¿Con ella cómo es la relación?

Seguimos llevando una relación de profesora a alumna. Hablamos lo necesario. Siempre le digo ‘profe’.

¿Quién es su ‘compinche’ en el equipo?

Alejandra Satizábal, con ella estoy todo el tiempo.

¿Cómo desarrolla su vida académica mientras estudia?

Estudié hasta décimo en un colegio normal, ya después entrenaba hasta las 4:00 p.m., entonces tuve que empezar a estudiar de forma virtual.

¿Qué planes tiene a futuro?

Seguir hasta que el fútbol me dé, pero también creo que es necesario estudiar, me gustaría ser profesional en deporte y jugar en Europa.

Hay varias jugadoras colombianas en Europa, ¿eso le motiva a creer que puede conquistar esas tierras?

Ellas lucharon mucho para llegar allá, porque no había Liga. Ahora nosotras tenemos más posibilidades.

Se avanza en la mejora del fútbol femenino, sobre todo con las denuncias de acoso sexual y laboral de este año, ¿cree que es suficiente?

Ha crecido y lo hemos notado, pero hay muchas cosas por mejorar.

¿Qué expectativas tiene para esta Copa Libertadores que inicia?

Desde el día en que nos dijeron que había Copa Libertadores, para nosotras nuestro objetivo ha sido ganar. Tenemos un gran potencial que demostramos aquí en la Liga.

¿Le gustaría ser protagonista en la Copa o preferiría no tener tanto trabajo?

Yo creo que a uno siempre le gusta ser figura y demostrar lo que tiene.

Acaba de empezar con las clases de inglés, ¿cómo le va con el idioma?

Con la Selección Valle nos ganamos una beca para estudiar inglés. No he ido mucho, pero retomaré las clases después de la Copa Libertadores.

¿Contra qué jugadora se imagina la atajada soñada?

A Martha, que es una leyenda.

¿Qué otras pasiones tiene Natalia Giraldo?

Yo soy muy de casa, voy del entreno a la casa o a la de una amiga y ya.

¿Nadie de su familia se opuso a que usted fuera futbolista?

No, para nada. Mi hermano siempre les metió en la cabeza que yo podía jugar fútbol y desde pequeña me han apoyado.

¿Siente que la sociedad sigue siendo muy hostil con la mujer futbolista?

Creo que ha cambiado mucho. Ahora muchos se acercan y te dicen “uy no, yo era un machista, decía que el fútbol era para hombres, pero ustedes me cambiaron la idea”. Igualmente hay muchos que siguen con pensamientos negativos, pero está claro que el fútbol es para todos.

El recibimiento en Cali demostró que hay mucha gente apoyándolas...

Sí, fue algo muy lindo porque la hinchada americana estuvo con nosotros desde el principio. Aquí nos hicieron muchas cosas, igual que en Bogotá. Muchos pedían fotos y alentaban mucho, eso eriza la piel.

¿Qué hace cuando visita Pensilvania?

Estar con mis abuelos en la finca y recorrer los cafetales. Me gusta hacer todo lo que ellos hacen.

fútbol femeninoliga femeninaAmérica de CaliNatalia Giraldo

AHORA EN América de Cali