El pais
SUSCRÍBETE
Matías Pisano, jugador del América. | Foto: Raúl Palacios / El País

DEPORTES

Así es Matías Pisano, el 'inquieto' volante argentino del América de Cali

Matías Pisano se ha convertido en uno de los jugadores importantes del América.

2 de febrero de 2020 Por: Nathaly Santacruz y Daniel Molina Durango, reporteros de El País

Matías Pisano es la alegría del América. Sencillo, despreocupado, sonriente y bromista, sobre todo eso, bromista.

El volante argentino de 28 años, que ha calado hondo en las entrañas rojas —fue clave en la obtención de la estrella catorce, el pasado diciembre—, cuenta con frescura que desde pequeño ha sido una persona inquieta, de esas que no se pueden quedar en calma ni un instante.

Era jueves y Pisano había acabado con su entrenamiento en la sede de Cascajal. El futbolista de 28 años no había sido convocado para el partido del pasado miércoles frente Jaguares (2-2), entonces aprovechaba el tiempo para ponerse a punto para el juego de este domingo en Armenia frente al Chicó.

“Estoy listo, dale, comencemos”, aseguró Matías luego de haberse cambiado el uniforme por una camisa estampada y una pantaloneta negra que lo hacen ver tan espontáneo como su juego, como su vida.

Entonces es el hombre de las travesuras en América, Matías.
Sí (risas). La verdad es que me gusta divertirme y pasarla bien dentro del grupo. Eso sí, cuando hay que trabajar, trabajo. Ya cuando llega la hora de molestar lo hago, pero luego me la banco (aguanto) cuando me hacen algo a mí.

¿Siempre fue así?
Sí. En los clubes y en mi vida.

Hay un gran ambiente en América, entonces.
Bueno, lo que pasa es que vas probando. Hay unos a los que no les gustan las bromas y ponen la cara seria, entonces sabes que por ahí lo mejor es no molestarlos. Día a día vas conociendo a las personas de tu grupo y vas viendo quién jode más y quién puede ser tu cómplice.

¿Quién es su cómplice ahora?
Yesus Cabrera. Él es mi socio.

¿A quién es el que más bromas le ha hecho?
Hace poquito le hice una a ‘Manotas’, el utilero. A ese lo vuelvo loco, le tiro la ropa y le vuelvo la vida imposible (risas). La última fue que me le escondí en un baúl y lo asusté. Él también me hace cosas, así que trato de divertirme.

¿Y cuál fue la broma más pesada que le han hecho?
Bueno, una vez en Argentina unos compañeros me desnudaron, me ataron a un árbol y me empezaron a tirar cosas. Yo a esa edad ya era así y bueno, ellos se vengaron.

¿Cómo fue su infancia?
Muy buena. Mi familia está conformada por mi papá, mi mamá y mi hermano. Fuimos un hogar humilde donde mis viejos siempre trabajaron para sus hijos. Solo tuve un episodio de un accidente grave, pero afortunadamente lo pudimos superar.

¿Qué accidente?
Jugando en las menores de Chacarita Juniors —el club en el que se formó— a los once años, sufrí un golpe muy fuerte. Iba a tirar un centro y me barrieron y mi cabeza fue a dar contra la pared. Tuve un trauma craneoencefálico y casi me muero porque era muy chiquito. La recuperación se tardó un año, pero por fortuna pude superar eso.

¿De niño era muy inquieto?
Sí. Soy muy ansioso, no me gusta estar quieto o sentado. Me gusta estar haciendo algo, irme a pasear con mi mujer o cosas así.

Cuéntenos una travesura de su infancia.
Una vez estábamos jugando pelota con mi hermano en el jardín de la casa. Él pateaba y yo atajaba. Entonces en una de esas él pateó y yo me lancé y caí sobre unas rosas que tenían espinas y me las clavé todas en la cara. Me llené de sangre y entonces mi hermano empezó a gritar: “Mamá, Mati se sacó el ojo”. Y bueno, imaginate, mi vieja se puse reloca y nos fuimos al hospital. Y así millones de cosas: golpes, raspones por subirme a un árbol o jugar a las escondidas, golpearme con cosas todo el tiempo. Mi viejo y mi vieja sufrieron un poquito con esas cosas.

¿También hacía bromas en la casa?
Con mi hermano molestábamos a nuestra vieja imitando su tono de voz en la hora de la comida, pero había que medirse porque ella es la número uno, je.

Habla mucho de su hermano. ¿Es mayor o menor?

Mayor. Se llama Nicolás y es la persona que más quiero en el mundo. Disfruto mucho con él.

Pasando a otro tema, siempre asocian a Matías Pisano con ‘Toy Story’, ¿Qué significa esa película para su vida?
Es un hobby que tengo, una pasión. Me sé las cuatro películas de memoria. En Argentina una vez, después de un partido, me entrevistaron y yo dije que me gustaba Toy Story y el relator me dejó ese apodo.

¿Cuál es su personaje favorito?
El vaquero (Woody). Es el número uno.

¿Y de las cuatro películas cuál es la que más le gusta?

La primera. Es la más linda.

¿Colecciona cosas de la película?
Tengo casi toda la colección. Me faltan uno o dos muñecos y lógicamente los estoy tratando de conseguir. He ido varias veces de vacaciones a Disney y aprovecho para sacarme fotos y comprar las figuras.

¿Volvería a Disney?
Claro que sí. Es el lugar de mis sueños. Ahí soy yo, me desaparezco y luego me tienen que ir a buscar.

¿Qué hace Pisano cuando no juega fútbol y no sale con su esposa?
Me gusta jugar Play Station. Juego en línea con mis amigos.

¿Fifa o Pes?
Años atrás jugaba Pes. Ahora Fifa.

¿Con qué equipo juega?
En la vida real me gusta el Barcelona, pero en el Play juego con el Real Madrid.

¿Por qué?
No sé, es que creo que manejar a Messi en el Play le da a uno mucha ventaja (risas). Me gusta ser más regular, por eso elijo al Madrid.

¿Cómo le ha ido viviendo en Cali?
Es una ciudad tranquila, muy linda. Lo único malo son los tráficos que hay. El tránsito es complicado en varias partes del mundo, pero aquí es difícil. Eso sí, he ido a lugares muy lindos. Con el tiempo seguiré conociendo.

¿Es feliz en el América?
Sí. Es un club con mucha historia y que le está apostando a volver a ser lo que era antes. Ahora tenemos un gran equipo, donde hay una competencia sana. Venimos de ser campeones y uno siempre quiere más. Esperamos que nos vaya muy bien en la Libertadores.

¿Qué enseñanza le ha dejado el fútbol?
A no bajar los brazos nunca. En el fútbol te encuentras con más cosas malas que buenas, entonces dependes de tú mismo, de tu cabeza. Tienes que entrenar duro porque siempre hay revancha.

Trayectoria

Sus inicios en el fútbol fueron en el equipo infantil Sociedad de Fomento Fernando Hidalgo.

Pisano debutó en el 2009 en Chacarita, el club del que es hincha. Del 2013 al 2015 jugó en Independiente.

En el 2016 estuvo en dos equipos en Brasil: Cruzeiro y Santa Cruz. En 2017 jugó en Tijuana de México y en 2018 estuvo en Talleres y Aldosivi.

Llegó al América en julio del 2019.

AHORA EN América de Cali