Un menú nada que ver 123218

Sin el ánimo de meter las narices en los campos gastronómicos -Soffi, Vicky, Lili, Sonia, Yanguas y otros (as) que se me escapen- permítanme, sin embargo, cederle las líneas siguientes al chef Edgar José Simmonds Pulido del Hotel y el Hostal Camino Real y directivo del Congreso Gastronómico que anualmente se realiza en la Ciudad Blanca.“Como colombiano, cocinero y miembro de la Corporación Gastronómica de Popayán he quedado profundamente desilusionado al enterarme del menú seleccionado por los hermanos Rausch que ofreció el Gobierno colombiano el sábado 14 de abril a los 33 jefes de Estado dentro de la Cumbre de las Américas.El menú fue el siguiente: entradas: mozzarella o risotto. Platos fuertes: salmón con bernesa o pollo trufado. Postre: mouse de chocolate.Y lo digo, no porque dude de las capacidades culinarias de estos destacados y galardonados chefs, sino por la escogencia del menú, el cual carece totalmente de identidad y autenticidad.La cocina es un resumen de la cultura de una región y es precisamente en ella donde se ve reflejada gran parte de los aspectos culturales y la historia de nuestro país.Esto no quiere decir que deban presentarse platos estrictamente típicos o étnicos que puedan resultar desafiantes a un grupo internacional del más alto nivel de comensales. Faltaba más, pero con los ingredientes colombianos, con la riqueza de nuestros mares y la calidad de nuestras carnes y hortalizas es decepcionante ver este menú.¿Cómo pudieron escogerse dos entradas absolutamente italianas? Muchos pensarán que el arroz por lo menos es de uso cotidiano en nuestra mesa, pero doy por seguro que utilizaron el arroz arbóreo como dictan los cánones mediterráneos el cual muy pocos colombianos habrán probado en su vida.Los platos fuertes fueron más desconcertantes aún. Primero, porque el 99% de los colombianos no sabe que es una trufa y porque del 1% restante la mitad cree que es de chocolate. La trufa es un tipo de hongo que crece dentro de la tierra, muy utilizado en la cocina francesa. Hasta hace muy poco no se podía cultivar y su precio era astronómico, hoy siguen siendo costosas y varía dependiendo del tipo de trufa que se trate, siendo las más apreciadas las blancas del Piamonte Italiano.Es inconcebible que de la riqueza de nuestros mares -de la cual nos vanagloriamos tanto- los señores Rausch no pudieran seleccionar ningún pescado, marisco o crustáceo y escogieran un salmón tan propio de otras latitudes.Finalmente, si bien el chocolate es americano, está mucho más ligado a Centroamérica por las culturas Maya y Azteca, aunque me atrevería a creer que lo escogieron por la tradición suiza. Qué pesar que un gran repostero como lo es el señor Rausch no pudiera escoger una de las tantas frutas tropicales de nuestro país para ese postre.Observando la marcada influencia europea de estos cocineros bien valdría la pena que siguieran el ejemplo de la Casa Real Española que logra en cada una de las bodas de sus miembros crear la mejor vitrina pero de Soria y brindan con cava y no con champaña”.