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Armando Barona Mesa

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El demonio suelto

Cosas turbias que señalan a gritos el mal gobierno que estamos soportando. Por donde lo mire y donde lo mire. Los gritos de Benedetti en la charla con la señora Sarabia diciendo quién era Petro y sus vicios ...

10 de mayo de 2024 Por: Armando Barona Mesa

Produce estupor conocer, cuando se va desenvolviendo la madeja y se van sabiendo cosas que estremecen, que el señor presidente Petro se da por desentendido de la realidad, no obstante conocer en detalle que todo había tenido su desarrollo en la UNGRD, donde había colocado fichas claves que manejaban en conjunto la señora Sandra Ortiz y el señor Olmedo López. A la primera la había nombrado como Consejera Presidencial para las Regiones y al segundo director de la Unidad de Desastres. Sí, produce escozor saber que de allí salía dinero a chorros, inicialmente para el engaño de los carrotanques y contratos múltiples y posteriormente para la compra de votos dentro del Congreso a fin de imponer sus proyectos.

Sneyder Pinilla y Olmedo López han cantado todo, en orden a lograr, como lo pretenden, un principio de oportunidad con la Fiscalía. Se sabe entonces, porque lo han declarado a Semana y otros medios, que el manejo de tales proyectos empecinados del gobierno llegó a la compra de los votos de los congresistas, comenzando por las presidencias de ambas corporaciones. En efectivo, unos y otros con puestos claves para los contratos; y el billete salía en la fiesta de la corrupción, que dice el señor Petro él siempre ha perseguido con ahínco.

Y era de allí, de la UNGRD, a dedo, de donde debía salir ese dinero público para corromper a los congresistas. Pinilla, exsubdirector de esta entidad, sostiene que en estos movimientos están involucrados ministros y altos funcionarios del Estado. Sí, eso parece lógico. Pero lo que no lo es, es que un ministro haga estos movimientos sin consultarle al presidente.

Ah, pero el señor Petro dice que es la persecución del golpe blando contra él o del golpe de Estado. No obstante, se vio hace unos pocos días cómo el Senado terminó aprobando una de tales iniciativas -la reforma pensional- con un umbral de cotización para el cuarto pilar de 2,3 salarios mínimos y al otro día el mismo Petro no tuvo inconveniente en subirlo a 4 salarios mínimos. ¡Remember!

Cosas turbias que señalan a gritos el mal gobierno que estamos soportando. Por donde lo mire y donde lo mire. Los gritos de Benedetti en la charla con la señora Sarabia diciendo quién era Petro y sus vicios y los quince mil millones de pesos que él mismo consiguió ilícitamente para su campaña. Etc. Y lejos de haberle puesto una denuncia por calumnia, obsequia su avilantez nombrándolo embajador en Europa. Es decir, paga el chantaje para que no hable más. Su hijo y su hermano logrando beneficios ilícitos delictuales y en la actualidad su campaña electoral permanente, con propaganda pagada por el Estado. Todo esto, en realidad, es asqueante e insoportable.

Hay algo peor: le ha dado tantas ventajas a los subversivos y traquetos levantados en armas, que el ejército colombiano, glorioso antes, ha debido soportar humillaciones y asesinatos sin que el gobierno se esfuerce en darles un apoyo real y verdadero. Todo es una locura, a la que agregan sin reticencias los deseos de convertir al país en una dictadura comunista. Ese discurso trasnochado y demagógico gastando el dinero de todos, ha dividido al país en la escuela del odio y el rencor de los pobres contra la clase media y empresarial, como si fuera un Lenin iniciando la revolución de octubre.

¡Malaya!, que tenemos que estar alertas para resistir la máquina electoral y la constituyente que nos quiere montar el señor Petro, sin escrúpulos ni inhibiciones. El triunfo de la Anapo. Y bajo su alero, la más desastrosa corrupción, que daña y juega con las fichas negras el porvenir de todos. Alerta, alerta, que el enemigo ronda como un demonio suelto.

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