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El asesinato de un empresario a las 2:00 p.m. a la salida del túnel mundialista en octubre pasado y dos más en el barrio El Peñón, fueron hechos de amplio despliegue mediático que aumentaron la percepción de inseguridad en Cali. | Foto: Wirman Ríos / El País

SEGURIDAD

Inseguridad en Cali, ¿una realidad o es solo percepción?

Dos analistas explican si Cali es tan insegura como en el imaginario colectivo. La Policía Metropolitana muestra logros contra el delito en la ciudad.

19 de diciembre de 2018 Por: Alda Livey Mera / Reportera de El País

Ciudad insegura. Ese es el adjetivo que le atribuye a Cali buena parte de sus habitantes, mientras se esconden tras de rejas, alarmas y polarizados. Las cifras de delitos parecen darles la razón, mientras las redes sociales bombardean información delictiva.

Pero de otro lado, estudios revelan que la percepción de inseguridad supera a la realidad, mientras que la Policía Metropolitana de Cali presenta sus cifras de reducción en delitos de alto impacto.

El País tuvo acceso a una encuesta de percepción y victimización hecha en 2018 para la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali y halló que el 51 % de los encuestados se siente inseguro en la ciudad y el 16 % se siente muy inseguro, para un total de 67 % con percepción negativa de seguridad. Solo el 20 % se siente seguro y el 13 % medianamente seguro.

Estos porcentajes se crecen en el Distrito de Aguablanca, donde hasta el 56 % se sienten inseguros, que con el 14 y el 15 % en el rango de muy inseguros, ronda el 70 % de atemorizados por el crimen.

Pero la tendencia se invierte si la pregunta es sobre su comuna. Allí se siente seguro el 42 %, más el 18 % de relativamente seguros, suman 60 %. Y los inseguros se reducen a 31 % y los muy inseguros al 8 %, que totalizan 39 %. Y si se limita al barrio, los seguros aumentan y disminuyen los inseguros. 

No obstante, en el informe de Cali Cómo Vamos 2018 presentado el 12 de este mes, los índices de inseguridad bajaron al 34 % que se sienten inseguros en la ciudad y 25 % en el barrio, comparado con el 38 % y el 32 % respectivamente en 2017. Y solo el 21% de los encuestados había sido víctima de un acto delictivo.

Igual resultado arrojó una encuesta realizada a 690 caleños para medir la percepción ante el crimen en Cali en 2017, por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Icesi, según su coordinadora María Isabel Zafra.

De los hallazgos destaca que los entrevistados se sienten más seguros en su entorno (barrio), pero en el resto de la ciudad se sienten inseguros. “Lo que altera esa percepción es la información de los medios de comunicación, los cuales aportan pero a una percepción negativa, de inseguridad”, sostiene la investigadora, sin desconocer que ese imaginario también se construye con lo que la persona observa sobre la delincuencia y lo que la administración pública les puede proveer”, explica María Isabel Zafra.

Por ejemplo, dice, según la Secretaría de Seguridad, solo el 14 % de los caleños había sido víctima de un acto delictivo, y en la encuesta de Polis, la cifra es el 13 %. Pero a pesar de esa cifra baja, el miedo es mucho mayor: 64 % de los caleños creía que Cali es una ciudad insegura.

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La investigadora sostiene que la percepción de seguridad se construye a partir de cómo están distribuidos los espacios públicos, si hay iluminación en los parques o presencia policial en el barrio y “la gente no suele salir si no hay esa provisión en seguridad y espacio público”.

Otro hallazgo es cómo ese imaginario negativo afecta la rutina y altera el comportamiento. El 17 % de encuestados evita salir de noche, el 16 % sale si es necesario, el 13 % trata de cambiar sus rutinas, el 12 % no saca el celular en la calle y el 14 % no sale solo y si son mujeres, sube al 21 %.
Esto tiene implicaciones profundas, porque el crimen limita a las personas a salir a hacer actividad física, explica María Isabel Zafra, o a hacer una compra, con repercusiones en la salud y la economía.

Su estudio reflejó sitios tomados por el miedo: 87 % se siente inseguro en cajeros automáticos; el 84 %, en la vía pública y el 79 %, en el transporte público. De esta cifra, el 51 % ha sido víctima en el MÍO o bus municipal, lo cual afecta su construcción de percepción de inseguridad.
Los artículos más robados son celulares y dinero, por lo que la gente evitar cargar objetos de valor o sacar el celular.

Por ello, el 40 % tomaría medidas de seguridad privada, que implica invertir de su presupuesto, como instalar rejas, alarmas, cámaras de seguridad, así como pagar seguridad privada como el vigilante de la cuadra.

56 %
de habitantes de las comunas 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 21, mayoría del Oriente, se sienten inseguros.
44 %
es la percepción de inseguridad en las comunas 10, 17, 18, 19 y 21 (sur de Cali).
27 %
es el máximo índice de los que sienten seguros y están en las comunas 3 y 9.

Otro análisis hace Mauricio Guerrero Caicedo, profesor del programa de Sociología de la Universidad Icesi. Guerrero afirma que ahora la población tiene mayor acceso a nuevos modos de consumir información, por medios digitales que son autogestionados. El voz a voz antes era unidireccional, ahora es multidireccional, al llegarle a mucha gente, por lo que tiene un alto poder de propagación.

Pero Guerrero advierte que en esas plataformas también aparecen otros actores sociales a los que les interesa generar percepciones positivas o negativas. Por ejemplo, dice, la Alcaldía y a quien le interesa generar la percepción positiva, utiliza sus canales legítimos, oficiales para distribuir el mensaje de ‘en Cali las cosas se están haciendo bien’.

“Pero luego salen otros, a los que les interesa demostrar lo contrario, no sé si por intereses políticos o no, y producen contenidos para eso, con elementos emocionales y apelando a la lógica de la indignación, que le van a dar razón a la gente”, admite el investigador social. 

Y cita la noticia (falsa) de la Avenida de las Américas, con 30 motociclistas robando frente a la Torre de Cali. “Eso tiene una carga de dramatismo como para sentarse a llorar: cómo es posible que pase a menos de diez cuadras del comando de la Policía; esa historia indigna e impacta mucho más que si sale un funcionario a decir que en Cali ha disminuido el hurto a celulares, por ejemplo”, dice el sociólogo.

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“Estos actores manejan otras narrativas y malintencionadamente provocan esas emociones, saben cómo hacerlo y van generando ese clima de inseguridad”, sostiene Guerrero y enfatiza que “las redes sociales no crean la percepción de inseguridad, pero sí la refuerzan”.

El sociólogo explica que un audio o un mensaje por redes sociales, sean falsos o verdaderos o videos viejos, refuerzan la idea y la mantienen activa de que Cali es insegura –sus cifras lo muestran–, “y así no es posible cambiar de percepción; una publicación de la Alcaldía no me hace cambiar de opinión”.

En su opinión, estamos ante una ciudadanía capaz de producir sus contenidos digitales –antes no lo hacía– y/o se enfrenta a contenidos creados por actores con un interés político. “Hoy hay menos control sobre quién orienta la opinión pública desde la perspectiva legítima, y eso puede incrementar la percepción de inseguridad”, sentencia Guerrero.

42 %
se sienten inseguros en comunas 13, 14, 15 y 21 del Oriente de Cali. En la 20 (ladera), es 41 %.
60 %
es el máximo indicador de quienes se sienten seguros en sus barrios de las comunas 1 y 2.
52 %
de los caleños no se siente seguro en su barrio por escasa presencia policial, por consumo de drogas 43 % y por atracos diarios 26 %

El coronel Óscar Lamprea, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cali, sostiene que en la percepción de inseguridad se conjugan factores, como los hechos que están ocurriendo, en especial delitos de alto impacto, pero también lo que publican los medios de comunicación y difunden las redes sociales, que se enfocan en divulgar lo negativo y lo magnifican.

“Sí nosotros (Policía) hacemos 10.000 acciones buenas, la que sacan es la mala. Eso no pasa solo con los medios, pasa hasta en la casa. Si un muchacho se porta bien todo el año, pero cae en un error, solo se capitaliza el error”, ilustra.

El coronel explica que hay más actos delictivos en ciertos sectores, pero marcan la tendencia en toda la ciudad. “Algunas personas dirán que sí, que los han atracado, pero la gran mayoría no ha sido víctima directa y dice: ‘me contaron’, ‘me dijeron’, ‘lo vi en el noticiero’, ‘lo veo en redes sociales’ y así se forma ese voz a voz negativo”, sostiene.

Por ejemplo, admite que los homicidios afectan más al Oriente de Cali, pero destaca que al corte del 28 de noviembre, se ha logrado una reducción significativa de 56 casos menos que en 2017 en toda la ciudad. De ellos, 55 fueron en el Oriente, donde están las comunas más afectadas por muertes violentas. Y han hecho 77 capturas con orden judicial por ese delito, 30 más que en 2017.

“Si preguntamos si la percepción de inseguridad es como dice la ciudadanía, como Policía Metropolitana de Cali diría que hay que mirar la situación muy objetivamente, teniendo en cuenta la incidencia de redes sociales, noticieros, encuestas, y que la gente tome una decisión y lance un juicio de si hay inseguridad o no”, enfatiza el coronel Lamprea.

El oficial también resalta que la Policía Metropolitana trabaja con respecto a la percepción, con labores de prevención de la violencia focalizadas en puntos críticos del Oriente de Cali. “En conjunto con la Alcaldía se hace prevención, disuasión y control con requisas, verificación de antecedentes, recogemos las personas vulnerables a cometer delito o a ser víctimas de él, porque todo eso va de la mano con la percepción de inseguridad”, sostiene.

38 %
ve el centro como el sitio más inseguro. Le siguen Siloé y Oriente (17 % c/u).
16 %
fue víctima de hurto, 64 % de ellos en atraco a mano armada y 69 % con arma de fuego.
96 %
y 55 % son rangos máximo y mínimo de víctimas que no denunciaron.

En el Oeste y en el Sur, el delito más recurrente es el hurto en distintas modalidades. Para ello, dice, se tiene un plan de prevención con un número de agentes de Policía en zonas gourmet, centro, estaciones del MÍO, corredores viales y el Plan Semáforos. Precisamente resalta que sobre el hurto de motos este año han tenido 202 casos menos que en 2017. Y en extorsión, la reducción es de 141 casos menos comparado con los ocurridos en 2017.

También da cifras positivas en la incautación de armas de fuego ilegales, que este año son 84 más que las decomisadas en 2017, y 17 armas de fuego, que aunque legales, son retenidas por su mal uso en riñas o disparos al aire, por ejemplo.

El coronel refiere que estos resultados positivos de la acción de la Policía, no se difunden por redes sociales, incluso, ni por medios de comunicación, o al menos, no con el mismo énfasis o despliegue.

Para frenar el recurrente fenómeno del parrillero hombre, que impacta la percepción de inseguridad en la ciudadanía, el coronel Lamprea afirma que la Policía conformó dos grupos de quince agentes motorizados cada uno y dos guardas de tránsito, con prioridad en San Antonio, El Peñón, Granada, El Ingenio, Ciudad Jardín, Calle 5 y Autopista Sur.

María Isabel Zafra, de Polis de la Icesi, advierte que así la percepción de inseguridad sea baja, no significa que no se deben tomar medidas. “Los medios de comunicación inciden en el fenómeno, pero se le debe proporcionar a la ciudadanía mayor presencia policial, espacios y transporte públicos seguros, con mejor iluminación y programas que ayuden a reducir los hechos victimizantes y de hecho, la percepción de inseguridad”.

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