El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cultura

Artículo

Marianela Boan, una mujer abierta a la danza

Entrevista. Una de las grandes invitadas internacionales a la Primera Bienal Internacional de Danza de Cali será la coreógrafa cubana Marianela Boan, quien en la década de los años ochenta creó el grupo DanzAbierta y quien hoy dirige la Compañía de Danza Contemporánea de República Dominicana.

3 de noviembre de 2013 Por: Juan Pablo López, especial para GACETA

Entrevista. Una de las grandes invitadas internacionales a la Primera Bienal Internacional de Danza de Cali será la coreógrafa cubana Marianela Boan, quien en la década de los años ochenta creó el grupo DanzAbierta y quien hoy dirige la Compañía de Danza Contemporánea de República Dominicana.

En un país como Cuba, con una gran tradición de ballet, ¿qué significó para usted ser una de las pioneras de la danza contemporanea en ese país?Cuba es un país con una larga tradición de ballet pero también de danza contemporánea. En realidad cuando yo fundo DanzAbierta en 1988 ya existía en Cuba una larga tradición de danza contemporánea que comienza en los años cincuenta con figuras como Ramiro Guerra, padre de la danza moderna cubana. Yo vengo a estar como en una tercera o cuarta generación de coreógrafos y bailarines contemporáneos cubanos. No obstante, sí me siento pionera de una manera específica de asumir la danza contemporánea, recuperando la idea de vanguardia, junto a toda una generación de artistas cubanos de todas las artes, en los años 80. ¿Cómo fue la experiencia de crear la compañía DanzAbierta?Yo había estado quince años en la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de Cuba, con la que había viajado por el mundo, bailado y desarrollado una carrera de coreografía, pero empecé a sentir que los instrumentos estéticos que manejaba y en los que me había formado no me alcanzaban para hacer ciertas preguntas urgentes en el contexto social cubano. Comencé a investigar otras tendencias, como la danza teatro alemana, la danza postmoderna norteamericana y el teatro de Barba, Brecht, Grotowsky, Kantor y la necesidad de hacer un laboratorio independiente se impuso. Comencé con bailarines muy jóvenes, que aún no se habían graduado de la escuela de danza, pero que estaban en el mismo espíritu de investigación y ruptura que yo. Había un aire de apertura en muchos campos del arte en esa época, así que DanzAbierta no fue un caso aislado. En Cuba se refieren a su estilo como “danza contaminada”. ¿Porqué?Parto del convencimiento de que toda pureza es estéril. En el contexto de una cultura profundamente ecléctica como la cubana, todas las culturas conviven en un mismo espacio con toda fluidez y normalidad. Danza Contaminada por la mezcla de lenguajes artísticos en el mismo plano de importancia. El movimiento como motor inicial que genera una contaminación infinita con otros mundos del movimiento y con cualquier otro mundo. Danza semántica en la que los signos navegan del movimiento a la palabra, a la acción, a la imagen, a la emoción, al objeto, expandiéndose y condensándose. Literalidad gruesa o delgada. Impulsos que van de un lenguaje a otro, contaminándose. Contaminación de roles: el bailarín-músico-actor-cantante, el músico-actor-bailarín el videógrafo-bailarín-músico. ¿Porque decidió retirarse de DanzAbierta y que siguió en su vida después de esta decisión?Necesitaba detener la cadena de producción que se establece cuando estás al frente de una compañía muchos años y estudiar, tener otras experiencias vitales y trabajar con bailarines y colaboradores de otras culturas en otros contextos. Me fui a hacer un máster en danza a Filadelfia, donde fundé BoanDanzAction del 2005 al 2010. Allí experimenté, sobretodo, en la relación entre danza y tecnología, y después me establecí en Santo Domingo, República Dominicana, para fundar la Compañía de Danza Contemporánea del Ministerio de Cultura, que dirijo desde el 2010 hasta la fecha.¿Cómo ve hoy la producción de danza contemporánea en Cuba ?Excelentes bailarines con una formación física y profesional sólida y algunas excelentes propuestas coreográficas. Digo algunas porque quizás si se compara con épocas anteriores, se sienten más como casos aislados y no como un movimiento tan fuerte, pero creo que sigue siendo muy poderosa la danza contemporánea cubana.¿Cómo ha sido su experiencia en República Domincana?Llegué a esta isla con la misión de crear la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Escogí a ocho jóvenes de entre cuarenta que se presentaron a la audición y con ellos he trabajado estos tres años en los que he creado dos obras: ‘Sed’ y ‘Caribe Deluxe’, y he producido múltiples obras de coreógrafos dominicanos. En apenas tres años, nos hemos presentado en San José de Costa Rica, Cadiz, La Habana y Colombia. República Dominicana significa para mí un redescubrimiento de la cultura caribeña, un retorno al paisaje abandonado, una recuperación del sentido épico colectivo y de la misión. Muchos de los dispositivos expresivos de mi obra cubana renacen en República Dominicana, enriquecidos con la experiencia norteamericana. Una vez más me reinvento, deslumbrada por una nueva realidad cultural y social y estimulada por el talento y la sed de la gente de este pujante país.¿Como es el financiamiento de la danza en República Dominicana? Existen tres compañías estatales: el Ballet Nacional Dominicano, el Ballet Folklórico Nacional y la Compañía de Danza Contemporánea que yo dirijo. Esas son subvencionadas por el estado dominicano, cosa que es ya una rareza en el mundo. Sin embargo, fuera del estado, las posibilidades de sobrevivir económicamente de una compañía son difíciles ya que no se ha creado un sistema de becas de creación, ni de patrocinio del arte independiente. Hay dos leyes en discusión, que de aprobarse mejorarían esta situación que son la Ley de Artes Escénicas y la Ley de Mecenazgo y en eso estamos trabajando. Mis bailarines y yo tenemos salarios fijos, espacio de trabajo y presentación y apoyo de producción de parte del estado dominicano. Esto supone un gran esfuerzo del gobierno y una verdadera conciencia de la importancia de apoyar el arte. ¿Como ve el presente y futuro de la danza en el Caribe?El Caribe es danzante por excelencia, ya es sabido que nos comunicamos antes por el cuerpo que por las palabras y que bailar es el pan nuestro de cada día. La danza en el Caribe no tiene ni pasado ni futuro, es una materia esencial. Pero si queremos entrar en detalles, podemos decir que somos también una cultura camaleónica a la que se le pegan los colores por donde pasa. Como islas y como ex colonias, somos culturas muy abiertas a asimilar lo foráneo. Suele suceder que las antiguas metrópolis tienden a reconocer y validar el arte caribeño que más se le parece, que los imita o sigue sus tendencias.Es muy importante seguir intentando cambiar la mirada del otro en lugar de complacer la mirada del otro, sin dejar de aprender bien los sistemas (no las modas) que el viejo mundo sigue estableciendo, pero no para imitar sino para aumentar la propia escucha. Escucha de una cultura viva y de una realidad única llena de complejidad y contrastes.¿Qué expectativas tiene de su visita a Cali?He estado varias veces en Cali desde los años 90. Cali fue una de las primeras ciudades que visitó DanzAbierta. Creo que es una ciudad culturalmente muy poderosa y que la Bienal aquí será para siempre. Por último, sé que Colombia ha sido una segunda patria para usted. Cuéntenos sobre su relación con nuestro país.Colombia es el país que más ha apoyado, comprendido y estimulado mi carrera después de Cuba. He estado presentando acá desde el año 90 y cada vez me sorprende más el amor y el respeto de los colombianos por la danza y la cultura en general. Adoro la profundidad investigativa con que asumen la danza los bailarines colombianos y la bondad de su público.

AHORA EN Cultura