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El senador Álvaro Uribe en Atenas dio un polémico discurso sobre la situación del país. | Foto: Foto: Pantallazo de YouTube

Video: el polémico discurso de Uribe en Atenas que hoy divide a los colombianos

Durante su discurso en el Foro Concordia de Atenas, el expresidente planteó un panorama tan sombrío como el que había expuesto 10 años atrás Piedad Córdoba.

7 de junio de 2017 Por: Redacción de El País

El polémico discurso que el expresidente Álvaro Uribe dio el martes en un foro internacional en Atenas, en el que presentó a Colombia casi como un país inviable, comprobó una vez más la veracidad de uno de los viejos adagios de la política: “Los extremos tienden a tocarse”.

Porque no fueron pocos los colombianos que este miércoles le recordaron al ex presidente, a través de las redes sociales, que cayó en la misma actitud de una de sus grandes contradictoras: la ex senadora Piedad Córdoba.

Y es que solo basta retroceder la historia diez años para encontrar una declaración tan dura contra el país, como la que dio en Grecia el líder del Centro Democrático.

En marzo del 2007, en un foro en México, la entonces senadora liberal afirmó que “todos los gobiernos progresistas de América Latina deberían romper relaciones diplomáticas con Colombia”, después de presentar un desolador panorama que pintaba a Colombia como un Estado paramilitar sin posibilidad alguna de futuro.

Una década después, pero en un contexto radicalmente distinto del de aquella época, el ahora ex presidente expuso una visión igual o aún más negativa.

Con la diferencia de que esta declaración no fue hecha en un acalorado foro político como en el que estuvo Piedad, sino en uno de los espacios académicos más respetables de la comunidad internacional, lleno de expertos, empresarios, analistas y líderes que se destacan por la ponderación y el equilibrio en sus análisis.

La visión que Uribe presentó ante el panel central de la Cumbre Concordia, en la que participaron entre otras personalidades el ex vicepresidente de los Estados Unidos Joe Biden, se resume en que Colombia, a pesar de haber puesto fin a un conflicto de 52 años, aunque es una de las economías más estables y prometedoras de Latinoamérica, y pese a tener un innegable avance social en los últimos años, va por un mal camino. “El país está peor”, dijo Uribe.

El ex presidente sostuvo, entre otras cosas, que tiene serias dudas de que Colombia pueda alcanzar los ‘Objetivos de Desarrollo Sostenible’.

Estos, cabe señalar, son nada menos que las metas que se fijaron en el año 2015 todos los países miembros de la ONU para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz mundial. 

Uribe también aseguró que en Colombia “hemos desmantelado todos los incentivos para la inversión” y que “abandonamos la legislación que le permite al Gobierno mantener los niveles de estabilidad del sector privado”.

Sus declaraciones levantaron una ola de indignación en Colombia, donde voces oficiales, dirigentes políticos de diversas orillas, académicos, analistas y ciudadanos del común, advirtieron que el expresidente se está extralimitando al hacer campaña política para las elecciones del 2018 dañando la imagen del país en el exterior.

Ola de indignados

El primero en reaccionar fue el embajador de Colombia ante el Reino Unido, Néstor Osorio, quien había intervenido momentos antes en ese mismo evento y había expuesto un panorama radicalmente distinto.

Según dijo Osorio a medios radiales, Uribe no estaba programado para hablar en el foro, “pero pidió la palabra para hacerle mala propaganda al país”.

“El presidente presentó a Colombia ante al mundo como un reino de narcotráfico y de crimen. Como un país que no merece admiración, cuando la comunidad internacional nos ha respaldado, nos ha dado su apoyo. Dijo que los únicos sectores que crecían en el país eran el narcotráfico y la minería ilegal y que el país tenía todas las características que lo descalifican para la inversión extranjera y que la economía del país estaba decayendo”, afirmó Osorio.

Y agregó que “es lamentable que un jefe de Estado hable mal del país y más porque era una audiencia internacional. La oposición se puede hacer, pero no de esa manera y mucho menos en el exterior”.

También salió al paso el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien entregó cifras para desvirtuar lo que llamó “declaraciones sin sustento”.

¿Cómo alguien sale a decir que Colombia ha perdido confianza en inversión extranjera? ¿De dónde sale esa conclusión? No de las cifras, sale de la polarización política. Las cifras no lo indican, las cifras indican que pese a la caída en los precios del petróleo Colombia ha mantenido su inversión extranjera”, dijo el ministro mientras participaba en un foro de la Anif.

“La inversión extranjera en 2010 fue de 6.400 millones de dólares y el año pasado fue de 13.593 millones, casi el doble, esto demuestra que los inversionistas extranjeros tienen confianza en el país y que no es cierto que en el país en los últimos años sólo ha crecido el narcotráfico y la minería ilegal”, agregó.

Por su parte, el exjefe negociador del Gobierno con las Farc, Humberto de la Calle, aseguró que "no se puede someter a Colombia al escarnio de un escenario internacional" y que las  aseveraciones de Uribe "no corresponden a la realidad del país".

Mientras tanto, la representante a la Cámara Ángela Robledo le pidió al expresidente Uribe no atacar "la integridad de la patria y la esperanza que significa para el mundo el acuerdo de paz con las Farc".

Por su parte, el senador Iván Cepeda, criticó que el expresidente Uribe no asistiera a la jornada de debate en el Senado y decidiera "hablar mal de Colombia y de la Paz", lo que calificó como una "conducta resentida y antipatriótica".

La declaración de Uribe también levantó ampolla en otros círculos del país. El escritor y guionista Gustavo Bolívar se pronunció así: "¿De cuál Colombia habló mal Uribe: la de falsos positivos narcos haciéndose pasar por paras, chuzadas y masacres o la Colombia que construye la paz?

Otro crítico fue el senador Roy Barreras, quien dijo que es “lamentable que en foro mundial sobre objetivos del milenio, Uribe diga que lo único que hay en Colombia es crimen e invite a no invertir en nuestro país”.

Y agregó: “Le pudo más el odio que su antiguo “amor a la patria” al expresidente Uribe. No es el mismo Uribe. Empeora. Hace daño a Colombia afuera y adentro”.

El exministro Juan Fernando Cristo también cuestionó al ex mandatario. “Según Uribe en foros internacionales Colombia era un paraíso cuando el era Presidente y se convirtió en un infierno con su salida”, indicó en su cuenta de Twitter.

El expresidente Uribe no se quedó callado ante la lluvia de críticas y manifestó en Blu Radio que “pedí la palabra, di mi propia versión. Sin referirme al embajador, dije que con la situación que tenemos de narcotráfico, de minería ilegal, de criminalidad y gasto público me parece difícil que, si no se cambia eso, Colombia pueda cumplir con las metas sobre el desarrollo sostenible”.

Añadió que el Gobierno tiene “una maquinaria manipuladora a nivel internacional” y que lo que él hizo fue dar “una apreciación distinta de lo que ocurre en el país”.

“Lo que dije es que este Gobierno está acabando con la plataforma de competitividad del país. (…) Estas cifras son las mismas del Gobierno.
Cualquiera que entra que entre al Banco de la República o a las emisoras de Colombia se encuentra estas mismas cifras”, puntualizó.

De la misma manera en que los detractores del expresidente se pronunciaron, sus seguidores del Centro Democrático lo defendieron a través de redes sociales.

El senador Ernesto Macías manifestó en Twitter "¿Decir en Atenas que Colombia es primer productor de Coca del mundo, es nuevo? A la comunidad internacional no se le engaña. No son bobos".

"El Pdte @AlvaroUribeVel está diciendo la verdad ante el mundo, que desconoce la verdad oculta de los acuerdos. Ellos merecen saber la verdad", indicó la representante de la misma colectividad Margarita Restrepo.

¿Qué implica?

Con todo, la polémica visión de Álvaro Uribe en el foro de Atenas representa por lo menos tres cosas para el país.

La más inmediata es que hoy la comunidad internacional tiene una imagen confusa sobre la realidad colombiana.

Pocos observadores entienden cómo es posible que el expresidente que ayudó a elegir al actual Presidente descalifique de plano todos los logros de este último, estando ambos en la misma orilla ideológica, es decir, la de la derecha.

La única explicación posible ante ello es que de por medio está una lucha a muerte por el poder en las elecciones presidenciales que se avecinan en el 2018.

La segunda es que, tal como lo acaba de reflejar este episodio, esa lucha electoral se librará en un ambiente cada vez más pugnaz que seguramente le dejará un alto costo al país en términos de mala imagen ante el mundo. Porque, muy probablemente, Uribe seguirá usando los escenarios internacionales para pintar el mismo panorama y darle mayor repercusión a su campaña política.

Y la tercera es que, dentro del país, las fuerzas políticas seguirán apostando por la polarización como estrategia para ganar las elecciones, lo que a la postre le dejará al próximo Presidente un país más dividido de lo que está hoy.

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