"Eliminaremos el virus lo más pronto posible": MinAgricultura sobre fiebre aftosa

La aparición de la fiebre aftosa en Colombia, después de ocho años de estar libre de la enfermedad, generó gran preocupación, pues los países vecinos suspendieron las compras de carne y algunos hasta de productos lácteos del país.

El ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, habló sobre esta situación que ya provocó la declaratoria de emergencia sanitaria en todo el territorio nacional.

El funcionario aclaró que desde el Gobierno se viene trabajando fuertemente para impedir que el virus se propague a otras regiones y que espera que en menos de tres meses se le devuelva la certificación de libre de aftosa a Colombia.

¿Cómo recibe la noticia de este brote de fiebre aftosa en Tame, Arauca, después de ocho años sin presentarse ningún caso en Colombia?

Lógicamente es una mala noticia para el país, es una zona de altísimo riesgo, porque está cerca de Venezuela, el único país de América Latina que no es libre de aftosa por vacunación. Ya enviamos la muestra a la Sociedad Panamericana de Fiebre Aftosa, que nos va a permitir conocer la información genética de ese virus y poder determinar si es colombiano, venezolano o de algún otro país.

¿Sobre quién cae la responsabilidad de este brote?

Esta es una situación que no se presenta de manera frecuente y cuando tratan de meterle a este tema responsabilidades, pues el responsable acá siempre termina siendo el Ministro de Agricultura, que es el responsable de todos los temas que tienen que ver con el campo colombiano.

Como cuando hay un virus de Chikungunya, el responsable es el Ministro de Salud. En este caso tenemos varias ventajas: primero, en todo el Gobierno es la primera vez que se presenta, desde 2009 hacia acá no había un brote. Segundo, tenemos un porcentaje de vacunación por encima del 97,7 % de cubrimiento, eso nos ayuda mucho. En la zona de Arauca tenemos cubierto el 99,7 % del departamento.

¿Cuáles son entonces las prioridades en este momento?

Vamos a realizar tres acciones principalmente: erradicar el virus de esta zona, son siete animales de una zona veredal que queda a 45 minutos de Tame.

La segunda, determinar esa zona de contención o de protección para evitar que el virus se propague; y la tercera, es la que estamos haciendo en este momento, diplomacia comercial para mantener los mercados abiertos de los países que nos están comprando el mayor volumen de carne, que son Rusia, Argelia, Jordania, Líbano, Egipto, Irán, Irak, con una ventaja y es que estos acuerdos comerciales están focalizados para que la exportación salga de Antioquia o la costa Atlántica.

¿Qué falló para que se diera este contagio? ¿Faltaron controles?

Este es un virus muy contagioso, que se transporta por el aire, que se transporta en la ropa, en los zapatos, en el pelo de la gente, en las llantas de los camiones, en el polvo de un camión y el hecho de estar con más de 2000 kilómetros de frontera con Venezuela genera un riesgo muy alto.

El ganado estaba vacunado, se vacunó el 10 de junio y el reporte es del 20 de junio, así que existen varias posibilidades, una de ellas es que ya tuvieran el virus y estuviera en proceso de incubación y haya resultado el positivo. La ventaja que tenemos, hasta ahora, es que no existen en la misma vereda ni en 10 kilómetros a la redonda ningún otro animal con síntomas.

Se habla que la vacunación la está haciendo gente que no sabe del tema...

En el caso de Tame me permito señalar que la vacunación la hizo, y apoyamos plenamente su labor porque lograron llegar al 99,7 %, el Comité de Ganaderos de Fedegan de Tame, que es el mismo que lleva vacunando hace más de diez años. La labor de vacunación, igual que cuando lo hacia Fedegan, la vienen haciendo los mismos comités departamentales que existían antes, que son 82, entre municipales y departamentales, más de 16 comités adicionales para apoyar las labores en Campo con más vacunadores y más profesionales.

Entonces, ¿qué hacer para prevenir este tipo de hechos?

Hemos cubierto en vacunación más de 2 millones 300 mil animales adicionales a los que se vacunaban antes, hemos llegado a más de 16.000 predios adicionales. En datos exactos son: en 2016, segundo ciclo de vacunación, 509.741 predios; y en 2015, cuando lo hacía Fedegan, 426.740 predios. Es decir, se llegaba al 84 % de predios, nosotros estamos llegando al 96 %. En cuanto a cabezas vacunadas llegamos a 23.228.783 y en el último ciclo hecho por Fedegan fueron 22.023.512, es decir, tenemos un mayor cubrimiento que el que teníamos en años anteriores.

¿Qué otras medidas se van a tomar en la frontera?

Vamos a incrementar el número de retenes en la zona, en este momento tenemos diez nuevos, con personal del ICA que ya está en la zona, con personal de la Polfa y con labores de apoyo del Ejército, buscando la forma de poner más trabas y talanqueras y más controles para minimizar el riesgo.

Ya se habla de pérdidas para los ganaderos de Arauca y Casanare…

Estas son noticias negativas, lógicamente generan pérdidas. Una situación sanitaria de Arauca y Casanare genera inconvenientes para los ganaderos, vamos a restringir la movilidad del ganado por unos días para evitar el contagio de este virus, ya que tiene 14 días de incubación, así que necesitamos durante los días que quedan seguir limitando el transporte de ganado de esta zona, para estar seguros que no vamos a propagar la enfermedad.

Hemos sido eficientes en el tema de haber descubierto la enfermedad con prontitud y eso nos lleva a ser positivos y pensar que vamos a ser capaces de corregir esta situación y eliminar el virus lo más pronto posible, con unas medidas que son incómodas para los ganaderos, pero que tienen que entender que es la única forma de evitar que se propague el virus por otras zonas, bien sea del mismo municipio Tame, donde hay 100.000 cabezas de ganado, o de Arauca, donde hay un millón de cabezas de ganado. Los ganaderos tiene que entender que estas limitaciones obedecen a la necesidad de garantizar su propia protección.

Pero entonces sí hay riesgo de contagio en otras regiones...

Siempre tendremos riesgo, yo no puedo minimizar el riesgo cuando hay más de 2000 kilómetros de frontera.

En la medida en que nos ayuden a controlar el contrabando, en la medida en que la gente denuncie, en la medida en que no compren carne traída de otros países, sino que se consuma la carne colombiana, en esa medida mitigamos el riesgo, pero si algunos vivarachos siguen aprovechándose de esos kilómetros de frontera para hacer plata trayendo animales, se incrementa el riesgo.

Por eso, el control social es clave y cuando hablo de control social me refiero a los propios ganaderos de todo el país, especialmente a los de zona de frontera.