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La gobernadora del Putumayo, Sorrel Aroca. | Foto: Elpais.com.co | Colprensa

PUTUMAYO

"El de Mocoa es un desastre que no podía ser previsto": Gobernadora del Putumayo

La gobernadora del Putumayo, Sorrel Aroca, investigada por negligencia en Mocoa, dice que no es responsable de esta catástrofe y que la misma es fruto del olvido que padece el departamento.

9 de abril de 2017 Por: Yefferson Ospina | El País

Ella, Sorrel Aroca, gobernadora de Putumayo, debió montar a su hija de ocho años sobre los hombros para huir de la avalancha de lodo, de piedras, de árboles, de más lodo, que la madrugada del pasado 1 de abril borró un fragmento de Mocoa y que, por ahora, ha segado la vida de más de 300 personas, y deja un número semejante de desaparecidos.

Mientras habla, Sorrel recorre en su camioneta oficial la carretera que une a Pasto, en Nariño, con Mocoa. Se trata de una carretera a medio hacer, una cinta de barro y piedras y abismos que se extiende por 146 kilómetros - un poco menos de la distancia entre Cali y Cartago - y que, sin embargo, requiere de al menos seis horas para ser recorrida.

En la tarde del pasado viernes llegó a la capital de Nariño para recibir las ayudas que los habitantes de Pasto y la propia Gobernación dispusieron para Mocoa. Se trató, lo dice, de un acto de la solidaridad más conmovedora. “Los hermanos de Pasto realmente nos han ayudado mucho. De hecho, las máquinas potabilizadoras de agua que se están usando en Mocoa las donó un pastuso”, dice.

Luego comenta que encontrarse con esa solidaridad así, tan de frente, resulta siendo casi como una tregua para ella que desde el sábado 1 de abril ha estado a la cabeza de los trabajos para evitar que se propaguen pestes, para asegurar que los sobrevivientes sean atendidos, que los niños tengan albergue, que los ancianos no queden a merced de la intemperie, que los vándalos no roben los restos escasos que el azar del desastre no tocó... “Pero creo que parte de lo más duro es resistir los ataques de todos los que están buscando culpables y no hacen sino señalarme. Yo estoy trabajando sin descanso, y hay mucha gente que solo me busca para señalarme por esto, para hacerme responsable. Por eso, encontrarse con gente que primero que todo quiere ayudar, es muy refrescante”.

El congresista Orlando Guerra ya había advertido en 2015 de la posibilidad de una catástrofe en Mocoa. ¿Por qué no se tomaron acciones?

Mire, la situación de riesgo se conoce en todo el país para el 80 % de los municipios. Mocoa hace parte de ese porcentaje, pero lo que ocurrió es un desastre de una magnitud que no podía ser prevista en ningún momento. Los expertos que han analizado la situación, sostienen que la noche de la tragedia llovió durante tres horas la cantidad de lluvia que cae normalmente durante un mes en esta zona, de modo que era imposible prever esta situación. Aquí lo que hay que buscar es las causas profundas y, en ese sentido, hay que decir que una lluvia como la que se presentó esa noche es una consecuencia del cambio climático. El clima está cambiando en todo el mundo y, por lo tanto, hay fenómenos naturales que superan nuestras previsiones.

¿Usted recibió alguna comunicación oficial por parte de organismos de prevención sobre la necesidad de cambiar la ubicación de algunos barrios de Mocoa para evitar una catástrofe?

No, yo no recibí ninguna comunicación. Como ya le dije, las alertas de riesgo están dadas sobre el 80 % de los municipios del país y en ese sentido, en el Putumayo hemos sido muy diligentes en el desarrollo de planes de contingencia. De hecho, en 2016 fuimos el departamento con mayor número de simulacros de contingencia en todo el país. Lo que sucede es que para una situación de esta magnitud, en la que todas las previsiones naturales son sobrepasadas, es muy difícil tener un plan de contingencia. Lo que no se ha querido entender es que lo que ocurrió fue un hecho natural completamente inesperado, porque esa cantidad de lluvia que cayó esa noche no se esperaba de ninguna manera. Esta tragedia tan dolorosa lo que nos tiene que hacer pensar es en la necesidad de cambiar los Planes de Ordenamiento Territorial en todo el país, porque el cambio climático está modificando todos los fenómenos naturales y no estamos preparados para enfrentarlo.

Se dice que en la pendiente por la cual se desbocó la avalancha, había serios problemas de deforestación...

En Putumayo sí tenemos muy fuertes problemas de deforestación debidos a la minería ilegal y a la ganadería extensiva. Pero es falso que en la zona de la avalancha hubiéramos tenido ese problema. Toda esa zona había estado libre de deforestación, de modo que esa no es la causa del desastre. Aquí estamos luchando contra ese problema de deforestación, pero la verdad es que necesitamos más apoyo del Gobierno Nacional.

¿Cómo está la situación de daño al medio ambiente por minería ilegal y deforestación?

El problema es bastante complejo. La minería a gran escala nos viene afectando mucho y es un fenómeno que afecta tanto a la selva, por la deforestación, así como a los ríos. Por otro lado está el tema de la ganadería intensiva, que también tiene mucho peso en los niveles de deforestación que está viviendo la selva amazónica, que es tan importante no solo para Colombia sino para todo el mundo. Y pues también tenemos los problemas de cultivos ilícitos, que tienen una incidencia considerable en la afectación a la selva. La lucha que yo vengo haciendo por el Putumayo, es que este departamento tenga un tratamiento diferencial en materia presupuestal y que el Gobierno Nacional apoye los planes de desarrollo sostenible, no solo para el Putumayo, sino para los departamentos que se ubican en la selva del Amazonas. Es que no podemos permitir que la ganadería extensiva siga derrumbando selva, ni podemos seguir permitiendo que la minería ilegal acabe nuestros ríos y, en lo que tiene que ver con cultivos ilícitos, tenemos que buscar alternativas de sustitución y de desarrollo económico para los campesinos. Esta tragedia es muy difícil para todos nosotros, pero yo espero que sirva para que el Gobierno Nacional y todo el país ponga su mirada sobre esta región que ha estado olvidada por muchos años.

¿A qué se refiere exactamente cuando dice que el Putumayo ha estado olvidado?

Mire, son cosas muy simples. En este departamento ningún municipio, absolutamente ningún municipio, tiene agua potable. Eso es muy grave. Por otro lado, estamos en mora de construir más de 1.600 kilómetros de vías terciarias. Es que mire, lo que sucede en Putumayo es más de fondo, por eso es que creo que se equivocan los que quieren buscar culpables así tan fácilmente por la tragedia. No, lo que ocurre en Putumayo es un tema mucho más complejo. El hecho de que seamos el segundo departamento con mayor número de cultivos ilícitos no es gratuito. Es que si los campesinos no tienen vías terciarias para sacar los que cultivan, pues la única alternativa entonces que les queda es sembrar coca. En medio de esta tragedia se han movilizado muchas cosas, y yo agradezco de todo corazón la solidaridad de todos los colombianos. Pero el deseo de ponerle la mano a Putumayo no puede ser flor de un solo día. Le vuelvo a decir, yo realmente espero que esto sirva para que el país saque del olvido a esta región, para que se invierta en vías, para que se cambien los modelos de desarrollo, para que se le preste atención al medio ambiente y al daño que le estamos haciendo. 
Sabiendo que la temporada de lluvias va a continuar en Putumayo, ¿se va a realizar un traslado de las personas sobrevivientes?
Se acaba de instalar una mesa de profesionales encabezada por el Ministerio de Ambiente, en la que hay organismos de prevención de riesgos y científicos. La idea es que se pueda definir cuáles son los puntos de criticidad para que, en conjunto con la Alcaldía de Mocoa, se pueda definir si es necesario hacer esa evacuación y hacia dónde es recomendable hacerla. Eso está por ser definido.

¿Para usted, entonces, no había posibilidad de evitar la tragedia?

Lo que yo quiero dejar claro es que el clima está cambiando y el mundo entero está viviendo fenómenos naturales que antes no se presentaban y, por lo tanto, el país tiene que prepararse mejor para los desastres. En este país tenemos que prestarle más atención a lo que estamos haciendo con el medio ambiente, a lo que le estamos haciendo a los ríos, a las selvas, a los bosques, a los páramos, y tenemos que formular nuevos Planes de Ordenamiento Territorial. Pero para eso hay que invertir dinero. El Gobierno Nacional debe tener esa necesidad dentro de sus prioridades.

Apuesta por reforestar

Para la fase de reconstrucción de Mocoa, el Ministerio de Ambiente enfatizó el pasado viernes en la importancia de tener en cuenta los fenómenos de variabilidad climática y de integrarlos a la gestión del riesgo dentro de los Planes de Ordenamiento Territorial.

Para ello, propuso destinar más de 100 hectáreas de áreas protegidas en la zona urbana de Mocoa y más de 4000 en la zona rural, para que sirvan como barrera protectora de la ciudad y desde donde se reforesten las cuencas.

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