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Karen Abudinen, directora del Icbf | Foto: Colprensa

NIÑOS

¿Deberían sancionar a los padres de niños afectados por pólvora?, responde directora del Icbf

Para la directora del Icbf, Karen Abudinen, la imposición de multas debe ser la apuesta para ponerle coto a los quemados en diciembre.

13 de diciembre de 2017 Por: Redacción de El País 

La temporada decembrina continúa arrojando destellos de daños relacionados con pólvora. Los más afectados, como casi todos los años, son los niños. Y, como casi todos los años, el Valle del Cauca es líder en el número de menores de edad lesionados por artefactos explosivos.

Por eso Karen Abudinen, directora nacional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, advierte que no se deben escatimar esfuerzos en la prohibición de la comercialización y el uso de pólvora en estas festividades. Insiste en que los alcaldes expidan decretos y castiguen con multas a quienes compren pirotecnia.

Asegura, además, que ya está abierto el proceso para buscar un nuevo director de la regional del Valle del Cauca y que la interinidad en la que está la entidad se terminará durante el primer semestre del 2018.

¿Cómo está el panorama nacional de menores quemados con pólvora?

En este momento tenemos 97 menores lesionados con pólvora y el año pasado teníamos 116, eso quiere decir que hemos bajado la cifra en un 16,4 %; esto es insuficiente porque cuando empezamos con las campañas queríamos tener cero niños lesionados. Por eso hay que hacer un llamado a los alcaldes a sacar los decretos de no manipulación de pólvora para los niños y adolescentes y que pongan sanciones pecuniarias. Cuando un niño o una niña manipula pólvora, el padre debe ser sancionado no solamente con amonestaciones del Icbf, sino también con algo que le toque el bolsillo. No es lo mismo tener un niño con sus manos y ojos bien a que le caiga una chispita en un ojo y lo pierda.

En lo que va de diciembre, en el Valle ya se han registrado 16 menores quemados con pólvora, buena parte de la cifra nacional...

Estamos muy preocupados porque son los niños los que más se están lesionando, a quienes se le están interrumpiendo los sueños. Hay miles de formas de pasar una fiesta en diciembre: en familia, dándoles mucho cariño, haciendo unas vacaciones en el parque, saliendo. No tenemos que utilizar la pólvora para estar contentos y decir que estamos haciendo algo diferente.

Usted habla de campañas para evitar los quemados, pero estas definitivamente parecen no funcionar...

Aquí no hay conciencia y nos falta reconocer que ponemos en peligro la vida de los niños. Ellos no saben lo que les espera cuando les damos un volcán para que lo prendan o una chispita mariposa, pero los adultos sí sabemos lo que le estamos entregando al niño: le damos algo como la dinamita para que jueguen y, si eso explota, podemos atentar contra la vida. La mayoría de los casos de lesionados son por manipulación pocos son por observación.

¿Y cómo están las sanciones para los padres de familia que dejan que sus hijos jueguen con pólvora?

Las sanciones que tenemos son amonestaciones para que los padres de familia hagan cursos en buenas prácticas de crianza y, adicionalmente, tenemos procesos de restablecimiento del derecho. En el país hemos puesto 30 amonestaciones y cuatro de estas han sido en el Valle del Cauca. Los defensores de familia son los que definen si hay que abrir un proceso de restablecimiento del derecho y hasta el momento no se han generado; por eso digo que no tenemos que arrepentirnos, lo mejor es no utilizar la pólvora y pasar un 24 de diciembre feliz, en familia, con comida navideña y sin ir al hospital. Aquí todo recae en los padres: tienen que tener completamente claro que el adulto es el responsable de su hijo, es quien tiene que protegerlo y cuidarlo.

Otra preocupación durante esta temporada es que se multiplica el número de niños trabajando. ¿Cómo contrarrestar este fenómeno?

Este es un problema de responsabilidad del sistema nacional de bienestar, donde las alcaldías juegan un papel muy importante porque debe haber una articulación entre las del Valle del Cauca para que estos niños no estén laborando, sino que estén en sus casas o en los colegios.
Sin embargo, hacemos trabajo de prevención del trabajo infantil y brigadas; los Equipos Móviles de Protección Integral (Empi) están yendo a los barrios para detectar este fenómeno y ya han atendido a 105 niños de 74 familias, con quienes se ha hecho acompañamiento. En todo el país tenemos abiertos 937 procesos de restablecimiento del derecho en niños que hemos podido recuperar, en el Valle del Cauca tenemos 17 de esos menores, de los cuales 15 están en Cali. También tenemos 140 niños en el departamento bajo intervenciones de apoyo, con las que hacemos un fortalecimiento en sus deberes escolares para que no vuelvan a las calles ni reincidan en el trabajo infantil.

¿Cómo va la resocialización de los menores del Sistema de Responsabilidad Penal?

El logro más importante es que hoy tenemos los 33 comités de responsabilidad penal para adolescentes constituidos en todos los departamentos. Con esto vamos a tener un modelo pedagógico estructurado para que el programa pueda funcionar. Hoy tenemos 12.000 adolescentes y jóvenes en todo el país, de los cuales 3800 están privados de la libertad y 8000 no están privados de libertad y les hacemos acompañamiento permanente.

¿Y qué tan efectivo ha sido ese programa? Hay varios jóvenes que han reincidido...

Nosotros no tenemos un estudio de reincidencia, pero lo más importante es pensar que ya existe un modelo único que va a permitir tener mejores espacios y un modelo pedagógico que no solamente active el sistema educativo, sino que le dé oportunidades a estos jóvenes de poder reincorporarse a la vida. De nada nos sirve tener un modelo si los jóvenes no pueden terminar el colegio o iniciar una carrera técnica, si los muchachos no tienen un proyecto de vida.

Muchos de los centros donde están recluidos los menores tienen problemas de infraestructura...

Ya tenemos un convenio con Findeter para hacer mejoras en infraestructura y ahí también beneficiaríamos a estos centros para lograr que los niños tengan mejores espacios, más seguros y protectores.

Dado el panorama local, ¿cree que es necesario construir otro centro de formación en el Valle?

En este momento no lo tengo contemplado. Primero debemos recuperar lo que tenemos y ver todo lo que vamos a hacer en el país y definir si son o no necesarios más centros de responsabilidad penal.

La dirección regional del Valle del Cauca está en interinidad desde octubre del 2016. ¿En qué va la búsqueda del funcionario para ese puesto?

Hace dos semanas abrimos el concurso de méritos para buscar nuevo director. Las personas que cumplan con el perfil pueden postularse en la página del Icbf, porque el Valle del Cauca es uno de los departamentos más grandes, con mayor presupuesto. Pretendemos que antes que se acabe la mitad del próximo año haya un director en propiedad.

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