Conozca a 'Ropoco', el famoso caricaturista de Palmira
En la Villa de las Palmas todo el mundo lo conoce como el hombre cívico, alegre y sencillo, que toda su vida se ha dedicado a mostrar en pocos trazos a centenares de personajes de la vida cotidiana de la ciudad.
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23 de feb de 2016, 12:00 a. m.
Actualizado el 20 de abr de 2023, 05:50 p. m.
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En la Villa de las Palmas todo el mundo lo conoce como el hombre cívico, alegre y sencillo, que toda su vida se ha dedicado a mostrar en pocos trazos a centenares de personajes de la vida cotidiana de la ciudad.
No hago nada por encargo, yo escojo el personaje a quien quiero dibujar. De esta manera, Rodrigo Posada Correa, más conocido en Palmira como Ropoco, le da rienda suelta a lo que ha sido durante toda su vida su hobby y su pasión: hacer caricaturas.
A sus 82 años tiene entre sus obras más de 300 caricaturas y 250 retratos de alcaldes, artistas, periodistas, religiosos, comerciantes, personajes típicos y gente del común, que para Él valía la pena mostrar en pocos trazos.
Ropoco, quien llegó a la Villa de las Palmas muy joven procedente de Caldas, en Antioquia, pintó su primera caricatura en 1951. Utilizando un pincel y tinta china, los mismos elementos que siempre ha usado como insumos de su inspiración, plasmó a Domingo Irurita, un célebre hombre público de la época.
Detrás le siguieron otros como el fotógrafo Remolino, Luisito, El General Batata, El Flaco Agudelo, el periodista Jaime Bejarano, el abogado Álvaro Raffo y muchos que otros, que hoy conforman la galería de caricaturas que se encuentran recopiladas en su libro 'Algo de Mí'.
En sus retratos elaborados en un formato de 50 por 35 centímentros, en cartulina Durex y lápiz Prismacolor negro, también están finamente detallados otras personalidades de Palmira y el mundo.
Entre estos podemos encontrar al Papa Francisco, La Madre Teresa de Calcuta, o más locales como los periodistas Fernando Urbano y Carlos Pachón o los ex alcaldes Luis Eduardo Mendoza, Ritter López o Guillermo Barney Materón, a quien le terminó su retrato justo la noche que falleció.
Este legado artístico igualmente se encuentra recopilado en su libro titulado Retratos de Ropoco, publicado en 2013 y en el que aparecen 112 de sus obras en este formato, que es casi una fotografía.
En sus inicios como comerciante pintó avisos publicitarios por casi 20 años y en 1970 buscó otra forma de sustento a través de un almacén de pinturas.
Este oficio lo llevó convertirse en uno de los hombres más populares y cívicos de la Villa de las Palmas.
Su vocación de servicio y de amor por la ciudad lo impulsó hace varios años a lanzar una campaña para promover los íconos de la ciudad en grandes vallas, con imágenes en caricatura y en sitios de interés. Sin embargo, la autonomía de un Jefe de Control y Ornato le obligó a desmontar sus obras sin ningún argumento de peso.
En la ciudad que ama Ropoco también fue víctima de un secuestro el 4 de marzo de 1997. Aunque fueron 267 días, ocho meses y medio, alejado de su familia, confiesa que eso no le hizo nada anímicamente, pues a pesar de reconocer que nadie le devolverá el tiempo perdido en la selva, está seguro que seguirá sonriéndole a la vida y con el buen humor siempre por delante.
Un día de secuestro es como cinco años de matrimonio, dice haciendo honor a su buen humor y aclarando que es solo broma porque ama a su esposa, Esneda Pelàez, tanto como a sus hijos Álvaro Pio, Carlos Mario, Blanca María, Rodrigo, Germán y Carolina, de quienes dice vive muy orgulloso.
Festival
Desde hace varios años Ropoco asiste al Festival Internacional de Humor Gráfico Ricardo Rendón Bravo, que se realiza en Rionegro, Antioquia, con visitantes de todo el mundo.
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