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¿Las ondas Wi-Fi matan a los árboles?

Durante tres meses, investigadores holandeses sometieron a 20 fresnos a las emisiones de teléfonos y redes inalámbricas. ¿El resultado?: hojas secas y fisuras en las cortezas.

23 de noviembre de 2010 Por: Elpais.com.co | Resumen de agencias

Durante tres meses, investigadores holandeses sometieron a 20 fresnos a las emisiones de teléfonos y redes inalámbricas. ¿El resultado?: hojas secas y fisuras en las cortezas.

El debate sobre la nociva influencia de los móviles en las personas tiene larga data. Pero los investigadores de la Universidad de Wageningen, en Holanda, decidieron ir más allá y analizaron los efectos de la radiación producida por las redes Wi-Fi en los árboles. "Los campos electromagnéticos creados por los teléfonos móviles y redes LAN inalámbricas resultan perjudiciales para los árboles, lo que causa variaciones significativas en el crecimiento, así como en el sangrado y fisuras en la corteza", remarcaron. Según publica PCWorld, la ciudad holandesa de Alphen aan den Rijn, en Holanda, ordenó el estudio, hace cinco años, después de que los investigadores encontrasen anomalías inexplicables en los árboles, "las cuales no podían atribuirse a un virus o una infección bacteriana". Para ver cuál era la posible causa, los investigadores expusieron a 20 fresnos a diversas fuentes de radiación durante un período de tres meses. Tras ese tiempo, los árboles situados en las zonas más cercanas a las señales Wi-Fi presentaron como un "brillo de plomo" en sus hojas, que causaron la muerte de sus epidermis superior e inferior. Además, los investigadores aseguran que los campos electromagnéticos creados por los teléfonos móviles y las redes LAN inalámbricas y las partículas ultrafinas emitidas por los automóviles y camiones también pueden ser las culpables de este deterioro. Según la agencia holandesa de radicomunicaciones, los resultados obtenidos son prematuros, ya que la repetición del experimento no condujo a las mismas conclusiones.: De acuerdo con lo que publica El País, en la web de la universidad, no hay ninguna referencia a la citada investigación, lo que acrecienta las dudas sobre el respaldo científico que esta tiene.

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