Taxista caleño recibió trasplante de intestino en la Clínica Valle del Lili
Juan Carlos Balanta, un taxista de 20 años, fue el primer paciente en el suroccidente del país en beneficiarse con un trasplante de intestino.
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6 de sept de 2015, 12:00 a. m.
Actualizado el 18 de abr de 2023, 10:07 a. m.
Juan Carlos Balanta, un taxista de 20 años, fue el primer paciente en el suroccidente del país en beneficiarse con un trasplante de intestino.
Los dolores comenzaron en enero del año pasado. Juan Carlos Balanta, un caleño de 20 años radicado en Suárez, Cauca, donde aprendió a ganarse la vida como taxista, sintió por ese entonces un fuerte ardor en la zona abdominal.
Agobiado por el malestar, llegó hasta el área de urgencias de una clínica de Santander de Quilichao, donde los médicos lo operaron inicialmente de una apendicitis mal diagnosticada. Es que el motivo de sus agudos dolores era muchísimo más complejo: su intestino delgado se había infartado.
De labios de uno de los médicos, Juan Carlos entendió de qué se trataba todo: una de las arterias que bombea sangre a su intestino se había taponado, por lo que el intestino delgado se encontraba prácticamente reseco, le advirtieron.
Fue el inicio de una pesadilla: de un momento a otro el joven, que hasta entonces no había sufrido de ninguna enfermedad, empezó a ser alimentado a través de un catéter endovenoso. En esas estuvo por más de catorce meses. Su intestino no estaba funcionando. Urgía un trasplante. Así, Juan Carlos entró a ser parte de la larga lista de 1839 personas que aguardaban por la donación de un órgano en Colombia.
Con ese diagnóstico demoledor, tuvo que ser remitido a la unidad de urgencias de la Fundación Valle del Lili, donde tuvieron que removerle una parte del intestino enfermo, para que tiempo después fuera retirado por completo.
Juan Carlos tuvo que privarse del placer que le producía sentir el sabor de un buen almuerzo de arroz con fríjoles, uno de sus platos favoritos, pues tras esa cirugía tuvo que permanecer hospitalizado por varios meses alimentado solo a través de sus venas.
De esos días de angustia se acuerda Gabriel Echeverri, cirujano de trasplantes de la Fundación, quien sabía que los riesgos que esa condición ocasionaba eran altos. El asunto era simple: El cambio diario de la bolsa por donde era alimentado Juan Carlos podría generar bacterias o infecciones en la sangre. La cirrosis también era otro peligro, ya que las sustancias que iban directamente a la sangre eran tóxicas para el hígado, advirtió en su momento el especialista.
Frente a esta situación, la única alternativa viable era un trasplante de intestino. Sería el primero a realizarse en Cali, en el suroccidente colombiano.
Era una carrera contra el tiempo. Un aterrador cara y sello: vivir o morir. El órgano podía provenir de un donante vivo con un grado de consanguinidad o de una persona fallecida. A Juan Carlos le explicaron que, según cifras que manejaba la Fundación Valle del Lili, en Colombia el 87 % de los trasplantes realizados en 2014 se lograron con órganos de donante cadavérico; un 12,7 % con órganos de donante vivo.
Pero el milagro ocurrió. Enterados de la muerte de un paciente en una clínica de Cali, se logró que sus familiares accedieran a la donación del intestino.
Si no hubiéramos conseguido ese órgano, él hubiera podido fallecer. Quien habla es Luis Armando Caicedo, jefe de la Unidad de Trasplantes de la Fundación Valle del Lili y director de la especialización clínica en Cirugía de Trasplantes y Órganos Abdominales de la Universidad Icesi. Muchos, sin embargo, solo reconocen en él un solo título: Salvador de vidas.
Caicedo dirigió el procedimiento quirúrgico de Juan Carlos. Se lo arrebató a la muerte. Tal como lo ha hecho desde hace 30 años, tiempo durante el cual ha trasplantado a más de 3000 personas, provenientes de todo el país.
La cirugía duró aproximadamente cuatro horas. De la mano de cirujanos, anestesiólogos y todo un equipo interdisciplinario de la Fundación Valle del Lili, en enero de 2015 se logró exitosamente el primer trasplante de intestino en Cali.
Cuenta el doctor Echeverri que existen tres tipos de trasplante: Intestino delgado aislado, hígado e intestino delgado y multivisceral. Este último es el más complejo pues consiste en trasplantar estómago, duodeno, páncreas, intestino delgado e hígado. Para el caso de Juan Carlos, fue el primero.
Hoy, nueve meses después de haberle ganado esa batalla a la muerte, el humilde taxista asegura que, a pesar del sufrimiento, define esta experiencia como lo más bonito que me ha pasado. Al principio fue doloroso, pero de la mano de Dios, de mi familia y de ese gran equipo volví a la vida.
La comida ya no es un problema. Eso dice el doctor Caicedo. La recuperación que ha mostrado Juan Carlos ha sido excelente, aunque se debe llevar un control y realizar biopsias de forma constante para ver que el órgano esté funcionando bien.
Paciente y médicos siguen sin saber la razón que ocasionó la falla de ese intestino. Solo saben que el hecho de tener que cortarlo fue lo que llevó a Juan Carlos a ser candidato de trasplante, ya que este procedimiento es indicado para aquellos que tienen síndrome de intestino corto. En la mayoría de los casos se presenta por algún trauma que exige cortarlo, explica el médico Echeverri.
Juan Carlos Balanta, quien se apresta a iniciar sus estudios en psicología, prefiere pensar que esta experiencia le dejó una lección más poderosa: la importancia de la donación de órganos. De salvar vidas. De que otros, como él, también experimenten un milagro.
Si yo tuve esta oportunidad y, si yo puedo, quisiera darles vida a otros. Si alguien necesita algo de mí y mis órganos funcionan, yo quiero ayudarlo, comenta emocionado.
Para los médicos La Universidad Icesi ofrece los siguientes diplomados y especializaciones en trasplante: Diplomado en Coordinación Operativa de Trasplantes Inicio: 1 de octubre 2015 Informes: www.icesi.edu.co o al correo vktrujillo@icesi.edu.co Especialización Médico Quirúrgica en Cirugía de Trasplantes y Órganos Abdominales de la Universidad Icesi en convenio con la Fundación Valle del Lili Informes: www.icesi.edu.co o al correo: mpramirez@icesi.edu.co
6024455000






