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Dolores excesivos en los cólicos menstruales y al tener relaciones sexuales son los principales síntomas de esta afección, que puede llegar a dejar infértiles a las mujeres que la padecen. | Foto: Foto: istockphoto / El País

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La histerectomía, una cirugía que se hace cuando se agotan todas las alternativas terapéuticas

La cirugía de extracción del útero solo debe realizarse cuando por salud se requiere. La edad fértil no puede ser impedimento para el procedimiento.

12 de enero de 2020 Por: Redacción de El País

El útero, por ser uno de los órganos más importantes de la mujer, donde se produce la gestación, se trata de conservar en la medida de lo posible, hasta que por una patología, la solución necesariamente sea una cirugía para extraerlo.

Así lo asegura el ginecólogo Álvaro José Escobar Flórez, especialista en cirugía laparoscópica y jefe de Ginecología de la Fundación Valle de Lili: “Lo que se ha venido haciendo es tratar de conservar el útero, ya que las enfermedades que aquejan a este u otros órganos reproductivos de la mujer, se pueden manejar médicamente; por lo tanto, mientras un problema uterino o reproductivo se pueda tratar con medicamentos, no hay necesidad de recurrir a una solución quirúrgica”.

Es por esto que para definir si una mujer requiere o no la histerectomía (cirugía que se practica para extraer el útero) se deben haber agotado todas las alternativas terapéuticas para tratar las distintas patologías que afectan este órgano.

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De hecho, el médico Gustavo Adolfo Canaval Erazo, ginecólogo obstetra del Centro Médico Imbanaco, enfatiza que “la extracción del útero es una cirugía que debe hacerse si es estrictamente necesario; es más, para las patologías por las que generalmente sufre este órgano, hay muchas otras alternativas terapéuticas, por eso el procedimiento quirúrgico lo dejamos como última opción”.

Algunas de las alteraciones más comunes que afectan el útero son la endometriosis, la cual se produce cuando el tejido que recubre el interior del útero crece fuera de este. Otras son los miomas, tumores benignos del músculo del útero, que pueden, dependiendo de su tamaño y ubicación, generar dolor y sangrados abundantes.

“Los miomas y endometriosis dependen del estado hormonal de la paciente. Los miomas se encuentran más en mujeres en edad reproductiva, después de la menopausia tienden a disminuir el tamaño, pero hay unos muy grandes que hay que extraerlos, o sino se puede hacer una miomectomía, es decir, retirar el mioma y conservar el útero”, explica la médica gineco-obstetra Luz Bibiana Pazmiño Noreña, especialista en educación sexual y género.

Cuando a una mujer se le realiza la histerectomía por dolor pélvico, “no se puede garantizar que el dolor que se le va a quitar, lo único que se le puede garantizar es que va a dejar de sangrar”, aclara el ginecólogo obstetra, Gustavo Canaval Erazo.

Entre las enfermedades que afectan este órgano, están las hemorragias disfuncionales o sangrados anormales. Y algunos tipos de cáncer, “aunque la histerectomía no es la solución definitiva en esta enfermedad, en algunos casos de cérvix o endometrio puede ser necesaria la extracción del útero”, anota el doctor Canaval.

Asimismo, la médica gineco-obstetra Pazmiño, recalca que “cuando se piensa en la histerectomía, generalmente es porque no se han podido controlar las menstruaciones abundantes o sangrados irregulares que han llevado a la paciente a un estado anémico; por lo general son personas mayores de 50 años”.

En resumen, de acuerdo con los especialistas, la histerectomía se debe practicar cuando la paciente tiene una patología que no ha respondido adecuadamente al tratamiento médico o cuando ante un diagnóstico determinado, la única solución sea el manejo quirúrgico. “Pero no debe realizarse solo por el deseo de la paciente, sin tener ninguna alteración específica que lo amerite”, asegura el ginecólogo Álvaro Escobar.

Cabe precisar que una mujer de 31 años había solicitado el procedimiento, pero le fue negado por su EPS posiblemente porque está en edad fértil. Por ello, la mujer interpuso una tutela que también se la negó, pero ella acudió a la Corte Constitucional, que en reciente fallo indicó que la edad fértil no puede ser un impedimento para que las EPS autoricen una histerectomía.

Ante esto, el docente y jefe del Departamento de Estudios Jurídicos de la Universidad Icesi, Mario Cajas, aclara que “la Corte lo que hace es decidir sobre un caso en concreto, no es que esté proclamando un derecho absoluto a la histerectomía, sino un derecho a un diagnóstico adecuado y que la decisión que se tome sea la mejor para ella; que pase por un consentimiento informado, es decir, que tenga acceso a toda la información: los pros y los contra del procedimiento que se le va a realizar”.

Con este caso, “la Corte reafirma que ni un médico ni una EPS puede negarle a una paciente practicar una histerectomía con el argumento de la edad y que no ha tenido hijos; a una mujer no se le puede imponer ese proyecto de vida”, complementa el constitucionalista Cajas.

¿La edad y la EPS influyen?

Los especialistas enfatizan que este procedimiento quirúrgico se realiza si se han agotado las opciones previas. Si el manejo médico no tuvo éxito, el doctor, con su criterio profesional y teniendo en cuenta la historia clínica de la paciente, toma la decisión junto con ella, de realizar la histerectomía, la cual se debe practicar independiente de su edad fértil. La realización del procedimiento no depende de la EPS sino de que el médico junto con la paciente tomen dicha decisión con el objetivo de mejorar su salud.

“La edad no debe intervenir en la decisión, sino el criterio médico del especialista y el cuadro clínico de la paciente; por eso se debe tener una historia clínica con todas las especificaciones, si la paciente ha cedido a los tratamientos, entre otros. Tampoco debe intervenir la parte administrativa de una clínica, pues deben respetar el criterio profesional del médico”, argumenta la especialista Pazmiño.

De acuerdo con Layla Tamer, médica internista y directora científica de la Nueva EPS, el aseguramiento (en salud) no puede criticar la pertinencia de un procedimiento, excepto que una junta médica o una segunda opinión diga lo contrario. “El asegurador no puede criticar la decisión de un médico por pertinencia; este es un procedimiento que está dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS) y define practicarlo el médico de acuerdo con su criterio clínico y experticia, teniendo en cuenta la patología de la paciente”, dice Tamer.

Asimismo, resalta que “es importante que el médico describa en la historia clínica toda la patología, porque si no está explicada adecuadamente, una paciente joven con su fertilidad no satisfecha, es decir, sin tener los hijos que quiere, no debería ser llevada a este procedimiento quirúrgico sin agotar otras alternativas”.

Sin embargo, la profesional Tamer, aclara: “si prima el beneficio de su salud y la paciente está dispuesta a sacrificar su fertilidad y ya lo decidió con la ayuda del médico, quien le debe explicar claramente los riesgos y los beneficios, se debe hacer la histerectomía”.

En ese sentido, el ginecólogo Álvaro Escobar, también docente de la Universidad Icesi, precisa que uno de los requisitos para poder realizar dicho procedimiento es que “la paciente tenga definido el futuro obstétrico, independiente de la edad, porque la mujer puede tener 40 años y todavía tener la expectativa de quedar embarazada, en ese caso no se puede retirar el útero. Pero una paciente puede tener 28 años, tres hijos y no querer tener más, también se le puede extirpar el órgano”.

Es decir, el especialista señala que “si la paciente responde al tratamiento médico o no tiene indicación de histerectomía, tenga 28 o 40 años, la EPS tiene derecho a negar el procedimiento porque no está indicado clínicamente; pero si tiene una indicación médica para el procedimiento y ya se agotaron las opciones previas terapéuticas, independiente de la edad se debe autorizar la cirugía, porque el argumento no debe ser la edad sino la indicación quirúrgica”.

Entre tanto, la médica gineco-obstetra, especialista en educación sexual y género, Luz Bibiana Pazmiño, comenta que en las culturas patriarcales piensan que porque la mujer tiene un útero su función es parir hijos e hijas. “Pero no es así, muchas mujeres vienen a parir proyectos, entonces el personal de salud y la EPS tienen que entender que a las mujeres no se tienen que tratar por la edad reproductiva sino por su patología”.

Métodos

Existen tres métodos para realizar la histerectomía:

  • Abdominal total: es el tradicional. Es una técnica abierta, puede ser como una cesárea, una herida mediana que va desde el ombligo hasta el pubis.

  • Laparoscópica: es un técnica de última generación en la cual se hace la cirugía por medio de unas incisiones muy pequeñas en el abdomen. La paciente además de tener una recuperación más rápida que en el método abdominal, las heridas son de un centímetro.

  • Vaginal: es una técnica que se aplica solo en pacientes que tienen riesgo de descenso del útero.


La histerectomía puede ser total o subtotal. El útero está formado por el cuello y el cuerpo. Normalmente cuando se hace la histerectomía total, se extrae el cuello y el cuerpo, pero en algunos casos se pude hacer subtotal, en la cual se retira el cuerpo del útero y se conserva el cuello aunque no es común.

Riesgos y efectos secundarios

De acuerdo con los especialistas, la histerectomía es una cirugía segura en buenas manos. Sin embargo, puede tener complicaciones y consecuencias secundarias aunque no son muchas y es poco frecuente.

Todas las cirugías implican riesgos anestésicos y operatorios en los cuales pueden haber complicaciones. Por ejemplo, “se puede lesionar un órgano vecino del útero como la vejiga o el recto; se puede presentar un sangrado que complique al paciente; infecciones postoperatorias en la herida, complicaciones anestésicas”, detalla el ginecólogo Álvaro Escobar.

Precisamente por esto, la paciente firma un consentimiento donde acepta los riesgos.

La extracción del útero resigna las posibilidades de un embarazo a futuro y la mujer tampoco vuelve a menstruar.

Por otro lado, según explica el ginecólogo-obstetra Gustavo Canaval, “el útero es el sostén de la vejiga y cuando se hace la histerectomía, hay un mayor riesgo de que se descienda la vejiga o que el piso pélvico se prolapse. Sin embargo, las técnicas quirúrgicas cada vez van encaminadas en tener un mejor sostén del piso pélvico”.

El médico Escobar anota: “hay algunos que asocian la satisfacción sexual al cuello del útero, entonces estas personas van a tener algunos cambios en este aspecto”.

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