¿Cuáles son los carbohidratos malos para los triglicéridos?

Los triglicéridos no son tan famosos como el colesterol, pero mantenerlos a raya también es importante para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Según María Rosa Fernández Olmo, vocal de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC): “Son la grasa recién absorbida por el intestino y que pasa a la sangre”.

La presidenta del Colegio Oficial de Distintas-Nutricionistas de Castilla y León, Naiara Carretero: “Constituyen la grasa más abundante en la sangre y su principal función es servir como una reserva energética; de hecho, el cuerpo transforma una parte de ellos en colesterol”.

Del mismo modo que sucede con el colesterol, los triglicéridos cumplen su misión siempre y cuando se mantengan en unas cifras adecuadas, a partir de las cuales empiezan a ser peligrosos para la salud. Un simple análisis de sangre permite conocer si se encuentran en el rango considerado normal.

• Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l).
• Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l).
• Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L).
• Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más).

Alimentos malos

Entre los alimentos que conviene disminuir o eliminar para que los triglicéridos no alcancen niveles de riesgo, son:

• Los alimentos con grasas saturadas, como las carnes rojas y embutidos, se pueden sustituir por carnes blancas como el conejo o el pollo sin piel. “En el caso de los lácteos es mejor optar por las versiones desnatadas y es muy importante eliminar todo producto industrial (ultraprocesado), como bollería, snacks o alimentos precocinados, ya que suelen tener grasas saturadas”, aconseja la presidenta del Codinucyl.
• El azúcar, la miel, las bebidas azucaradas y los refrescos.
• El alcohol es uno de los mayores enemigos de la salud cardiaca. En este caso, se sabe que aumenta la producción de triglicéridos en el hígado.

Poderosa bebida natural que baja los triglicéridos

La salud cardiovascular es un factor muy importante para evitar aumentar factores de riesgo, con respecto a sufrir infartos o padecer de una enfermedad como la obesidad.

En este sentido, mantener un nivel balanceado de triglicéridos en la sangre es muy importante. Cabe resaltar que en muchos casos, el aumento de esta sustancia en el torrente sanguíneo es un proceso silencioso, por esa razón es fundamental realizarse exámenes contantemente para detectar alguna anomalía.

“Aunque el organismo produce de forma natural triglicéridos, muchos de estos provienen de los alimentos que se consumen: ejemplo, azúcares y grasas trans, y se almacenan en las células adiposas”, así lo indica un estudio científico publicado por la Universidad de Maryland Medical Center.

Básicamente, cuando se tienen un nivel de triglicéridos altos, estos comienzan a generar el endurecimiento de las arterias. Por esa razón, las paredes capilares comienzan a engrosarse. Este proceso es el punto de inicio para sufrir de un infarto y padecer de enfermedades cardiovasculares.

Al momento de decidir acudir a remedios caseros para controlar los triglicéridos, existen bebidas que son ampliamente recomendadas para este fin.

Entre ellas está el agua de avena con canela, a la cual se le atribuyen beneficios gracias a su contenido rico en betaglucanos, la cual es un tipo de fibra soluble que ayuda a disminuir la absorción de grasas a nivel del intestino. Asimismo, la canela tiene componentes antioxidantes. Esta combinación favorece la disminución de los triglicéridos y del colesterol.

Ingredientes:

Para preparar esta bebida es necesario tener una taza y media de avena en hojuelas, medio litro de agua y un puñado de canela.

Una vez se tengan todos los ingredientes se deben mezclar en el agua, las hojuelas de la avena con el agua y la canela. Una vez allí, deje reposar la mezcla durante el transcurso de toda la noche. Al día siguiente debe colarse y proceder a beberse.

Esta bebida se recomienda ser tomada a primera hora del día en ayuna, para potencializar sus efectos en el organismo de la persona.