Salud
¿Cómo afecta la cúrcuma a los riñones?
La cúrcuma tiene grandes beneficios para el organismo
Seguramente ha escuchado de los múltiples beneficios que tiene la cúrcuma para el organismo, desde su sabor espectacular que sazona los alimentos, hasta los beneficios antiinflamatorios a los que se le asocia.
La cúrcuma, también conocida como tumeric, es una especia ampliamente conocida por sus notables beneficios para la salud. Esta especia se ha extendido por todo el mundo, pero se sabe que es originaria de Asia y de algunas zonas de Centro América.
Esta planta se relaciona con el tratamiento natural de la artritis y otras afecciones articulares, ya que tienen beneficios antiinflamatorios. Además, es un analgésico efectivo, incluso mejor que el ibuprofeno, especialmente para las personas con artritis en las rodillas y otros problemas relacionados.
Muchas personas, incluidos los miembros de la comunidad médica, recurren a su experiencia personal con la cúrcuma como analgésico.
La capacidad de la cúrcuma para aliviar el dolor ha sido respaldada por numerosos estudios. Los pacientes con esta enfermedad dicen que una dosis de 800 mg de cúrcuma en cápsulas les ha aliviado las molestias.
Los riñones y la cúrcuma
Sin embargo, hay que tener en cuenta que todo en exceso es malo, y la cúrcuma no es la excepción, esto debido a que consumirla en cantidades masivas, puede originar los niveles de oxalato urinario. Esto quiere decir que la persona se vuelve más propenso a desarrollar los molestos y dolorosos cálculos renales.
Siendo así, los expertos parecen estar de acuerdo en que la dosis ideal de cúrcuma es de 1,5 gramos por día.
La salud de los riñones
Es de suma importancia tener en cuenta que los riñones ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas como sodio, potasio y calcio en el cuerpo y eliminan los desperdicios de la sangre y el exceso de agua en forma de orina.
Existen ciertos hábitos que ayudan a mejorar, o, por el contrario, deterioran el funcionamiento de los riñones.
Entre las afecciones que más afectan a estos órganos y que se relaciona con la dieta, es el consumo excesivo de sodio. La acumulación de este mineral puede causar cálculos renales dolorosos cuando los riñones procesan una cantidad excesiva de sodio.
Las pautas nutricionales de los expertos establecen un límite diario de 2300 miligramos (mg) de sodio para las personas mayores de 14 años. Esto para evitar posibles enfermedades renales.
Otro de los hábitos contraproducentes para la salud de los riñones es la ingesta en grandes cantidades de alcohol. Ya que el consumo prolongado puede generar una enfermedad renal crónica y avanzada. Esto significa que la función renal disminuye gradualmente. Los riñones no funcionan al mismo nivel que deberían durante la enfermedad renal en su etapa final.
Es de suma importancia tener en cuenta que, en un principio, no habrá síntomas ni signos de enfermedad renal crónica.
Sin embargo, las náuseas, los vómitos, la pérdida de apetito, la fatiga y la debilidad, los cambios en la cantidad de orina, el dolor de pecho se puede presentar al final del padecimiento.
Además, entre los síntomas más comunes se encuentran la falta de aire si se acumula líquido en los pulmones, la hinchazón en los pies, la presión arterial alta, el dolor de cabeza, la dificultad para dormir, la disminución de la agudeza mental, las sacudidas y los calambres.