ECUADOR

Opinión: Los grandes desafíos que tendrá el nuevo presidente de Ecuador

Este domingo 7 de febrero 13,12 millones de ecuatorianos van a las urnas para escoger qué rumbo quieren para el país en los próximos cuatro años.

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Marcos Vaca, analista político. | Foto: Especial para El País

7 de feb de 2021, 04:40 p. m.

Actualizado el 19 de dic de 2024, 05:04 p. m.

Ecuador enfrenta uno de sus principales desafíos políticos. Este domingo 7 de febrero 13,12 millones de ecuatorianos van a las urnas para escoger qué rumbo quieren para el país en los próximos cuatro años. Lo hacen en medio de una tercera ola de muertes de la pandemia de covid-19. Se reportan, según el diario el Universo, 43 686 muertes en exceso en comparación con el promedio del 2018 y 2019.

No es un dato menor porque la pandemia atizó una crisis económica en el país por la caída del precio del petróleo y que el coronavirus expuso aún más la debilidad financiera del Estado. Esa realidad deberá enfrentar el nuevo Gobierno independientemente de su tendencia política.

En octubre del 2020, Verónica Artola, gerente del Banco Central del Ecuador, en una exposición en la Asamblea Nacional, adelantó que la economía del país podría crecer “entre 1,5 y 2,2 en 2021 gracias a los recursos obtenidos en el Fondo Monetario Internacional, FMI, y otros organismos multilaterales”. Esto, según la funcionaria, permitiría una reactivación paulatina y mayor cobertura en la población afectada por la pandemia.

Los dos candidatos más opcionados, de acuerdo a las encuestas, el izquierdista Andrés Arauz y el derechista Guillermo Lasso han criticado los términos del acuerdo firmado por Lenin Moreno y el FMI.

Arauz, coideario del expresidente Rafael Correa, se refirió así al acuerdo en noviembre: “Nosotros no vamos a cumplir este acuerdo con el FMI porque afecta a las familias ecuatorianas, vamos a defender el patrimonio público para salir de la crisis”.

“Le diremos claramente al FMI que ese camino que sugieren es recesivo, y después de una pandemia a nadie sensato se le puede ocurrir subir el IVA así que soy directo y frontal: los compromisos que haya asumido este gobierno, son de este gobierno”, expresó Lasso frente a un posible incremento de impuesto que se hablaba en octubre.

Los actuales funcionarios son muy cuidadosos de hacer predicciones sobre lo que ocurrirá y por eso no se atreven a hablar sobre una recuperación del empleo. En términos generales Andrés Ish, ministro de Trabajo, aseguró en diciembre que en el 2021 podría haber un despunte pero está atado a una reactivación de la economía. La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, Inec, informó que los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo, Enemdu, con corte a diciembre del año pasado, quedaron postergados. En octubre del 2020 fue el último reporte de cifras de empleo (el empleo pleno era de 32,1 %).

La realidad de la macroeconomía está alejada de la conversación del día a día del ecuatoriano de a pie, al igual que las interminables discusiones en las redes sociales o las campañas de desinformación. La gente está desesperada. Desde el inicio de la pandemia, en marzo del 2020, hasta noviembre del mismo año, hubo 220 suicidios y 429 intentos y entre las causas están los económicos (deudas).

En la calle sí hay preocupación por la falta de empleo, el aumento de la inseguridad y la posible llegada de las vacunas al país. A ello se suma los escándalos de corrupción del actual Gobierno, lo que para muchos significa que los votantes estén indignados con la clase política y haya altos niveles de ausentismo en las urnas (en las últimas elecciones fue del 18,37 % a escala nacional) justificado, esta vez, por la pandemia.

El desafío político estará en el escritorio del nuevo gobernante. Además de una crisis económica y sanitaria, hay un país polarizado políticamente. Esa división permite, en tiempos electorales, recoger votos pero se deberá evaluar si Ecuador soporta otros cuatro años de enfrentamientos y persecución sin respeto de la institucionalidad y legalidad.

El gobierno de Lenin Moreno termina con índices de credibilidad muy bajos que se han profundizado por escándalos como la vacunación de la madre del Ministro de Salud sin transparentar el plan general para inmunizar a los médicos de primera línea, por ejemplo. Esto ha hecho que haya una desconfianza en la clase política y genere rechazo que se puede traducir en las urnas. El coronavirus jugará un papel importante en la elección del domingo, pero quizás, al ecuatoriano de a pie lo que más le importará saber es cómo podrá sobrevivir independientemente de quién se siente en el Palacio de Carondelet y esa respuesta no saldrá de un resultado electoral.

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