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Política

Gobierno en campaña y el precio de no gobernar: análisis

Aunque fue elegido, el presidente Gustavo Petro nunca se dedicó a gobernar.

El presidente, Gustavo Petro, el 5 de abril de 2025 en Pasto
Fotografía: Andrea Puentes - Presidencia de la República
El presidente Gustavo Petro, el 5 de abril de 2025 en Pasto. Fotografía: Andrea Puentes - Presidencia de la República | Foto: Fotografía: Andrea Puentes - Presidencia de la República

19 de abr de 2025, 02:02 a. m.

Actualizado el 19 de abr de 2025, 02:04 a. m.

Por María Alejandra Arboleda, consultora en comunicación política.

Colombia ya entró oficialmente en la carrera presidencial de 2026. El ambiente político ya está saturado de señales preelectorales: partidos que se reacomodan, precandidatos que emergen y discursos que se endurecen. Pero no es un liderazgo alternativo el que marca la pauta, sino el del presidente Gustavo Petro, quien nunca dejó de ser candidato. En lugar de gobernar, usó su tiempo en el poder para prolongar su campaña, polarizar el debate, promover movilizaciones y, ahora, impulsar una consulta con recursos públicos.

Desde el primer día, Petro eligió no ejercer como jefe de Estado. Gobernó desde la confrontación, el discurso permanente de campaña, la plaza pública y la red social. Se dedicó a marcar agenda, pero no a resolver problemas. Sus viajes fueron para agitar, no para gestionar; sus anuncios para señalar enemigos, no para proponer soluciones. A esto se suman los múltiples escándalos de corrupción y la ausencia total de resultados. El balance es un país más dividido, más inseguro y con sectores en crisis, como salud, educación y energía.

Hoy, cuando la desaprobación presidencial alcanza su punto más alto con 64%, según encuestas, lo que enfrentamos no es solo un mal gobierno. Estamos ante una crisis profunda de liderazgo, gobernabilidad y legitimidad. La forma en que Petro llegó al poder sigue siendo objeto de debate, por sus métodos, alianzas y sombras de presunta corrupción que acompañaron su triunfo.

El presidente, Gustavo Petro, el 31 de marzo de 2025 en el consejo de ministros, en Bogotá
El presidente, Gustavo Petro, el 31 de marzo de 2025 en el consejo de ministros, en Bogotá | Foto: Fotografía: Andrea Puentes - Presidencia de la República

Las últimas encuestas muestran que, aunque prematura, la contienda presidencial ya se activó. Que el oficialismo aparezca liderando los primeros escenarios, con Gustavo Bolívar al frente, no responde a resultados de gobierno, sino al poder de una narrativa instalada desde el Estado. Sin embargo, en campaña lo que importa no es cómo se empieza, sino cómo se llega. La evidencia indica que la mayoría decide su voto en las ultima semanas, por ello, lo que definirá el 2026 será la capacidad de construir confianza, interpretar el momento del país y conectar con las necesidades ciudadanas.

Colombia merece más. Merece un gobierno que gobierne, no que haga campaña eterna. Lo que está en juego en 2026 no es solo el nombre del próximo presidente, sino la oportunidad de recuperar la dignidad en la política, de tener una gestión centrada en las verdaderas necesidades de la gente. Es hora de dejar atrás los proyectos personalistas, la confrontación permanente y el uso del poder para intereses individuales. Que esta pesadilla que ha significado vivir bajo el gobierno de Petro sea también el punto de inflexión hacia líderes que escuchen, sirvan y construyan un mejor país.

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