Sin voluntad no hay diálogo

Las actuaciones del ELN son incomprensibles y confirman que no existe una voluntad real de esa guerrilla para llevar a buen término las negociaciones para lograr el fin del conflicto.

Hace menos de una semana, luego de poner condiciones como la presencia de países garantes y hacer exigencias ante las cuales el Gobierno Nacional no cedió, a esa organización criminal no le quedó camino diferente al de entregar a nueve de los secuestrados que tenía en Arauca y Chocó.

Más se demoró en darse esa liberación, que el ELN en repetir el secuestro y la extorsión contra una niña de 15 años de edad perteneciente a una comunidad indígena chocoana, a quien acusaron de ser informante del Ejército y sacaron de su hogar.

En el camino no sólo se llevaron a la niña; sus padres que se negaron a abandonarla también fueron privados de la libertad, hecho que ahora la guerrilla trata de tapar argumentando que ellos están ahí para recibirla una vez la dejen libre.

El secuestro no es ningún acto de guerra ni una forma de presión como ha intentado explicarlo el grupo subversivo para justificar los atropellos contra la niña.

Es la violación de los derechos humanos, que prueba lo poco que le interesa al ELN cesar sus acciones violentas, detener el terrorismo y dejar de causarle daño al país, condiciones mínimas para continuar los diálogos que llevan ya décadas sin resultados .