Protesta legítima

Las invasiones violentas que desde hace años realizan grupos indígenas en fincas del norte del Cauca no solo afectan a sus propietarios legítimos.

Como tampoco sufren solo las comunidades negras que han sido atacadas para apropiarse de sus tierras en esa zona del país.

También son los trabajadores de los ingenios, de los predios atacados y destruidos por los invasores.

Ahora, ellos protestan porque les están negando su derecho al trabajo, los dejan sin sustento, mientras los amenazan y agreden.

Por eso marcharon el pasado miércoles en el municipio caucano de Miranda y reclamaron soluciones para una situación que se volvió motivo de conflicto permanente y afecta a 3500 empleados y a sus familias.

El Estado en su conjunto tiene la responsabilidad de proteger y hacer respetar el derecho legítimo a la propiedad privada.

Y al trabajo de miles de personas que hoy son perjudicadas por quienes, bajo el discurso de derechos ancestrales, pretenden quedarse a la fuerza con los predios y convertirlos en eriales.

Evitar que esas vías de hecho y los actos violentos sigan ocurriendo no solo es deber de la Policía y las Fuerzas Armadas.

La sociedad también debe expresar su rechazo al desconocimiento de la Ley en el norte del Cauca.