Paro innecesario

El paro de los estudiantes de universidades públicas, iniciado hace un mes y que tiene por fuera de las aulas a 300.000 alumnos en todo el país, está llevando a que el semestre académico se tenga que cancelar.

La advertencia la hizo ayer la rectora de la Universidad Nacional, quien aseguró que si no retornan a clases el próximo martes, será imposible cumplir con las 16 semanas de requisito.

Sin desconocer su derecho a exigir los recursos que faltan para cubrir el déficit actual y que se garantice a futuro el presupuesto necesario para tener en el país una educación superior de calidad, no es negándose a escuchar razones y manteniendo la parálisis del servicio educativo como solucionarán los problemas.

El Gobierno Nacional ha demostrado su disposición al diálogo, ha explicado el déficit presupuestal que tiene el Estado así como las dificultades para conseguir los recursos.

Si ya se logró un acuerdo con los rectores de las universidades públicas, que los estudiantes hablen con ellos para que les expliquen.

Pero no puede ser que persistan en su cese de actividades porque, según ellos, su solicitud no ha sido atendida, hagan perder los semestres a quienes sí quieren estudiar y paralicen las ciudades a diario.

Con ello les están dando la razón a quienes creen que las universidades estatales se convirtieron en foco de problemas y en espacios desde donde se altera el orden público en Colombia.