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La señora contratista

Lo descubierto genera más indignación porque su esposo era asesor político de la Jefe del Gabinete, por lo cual se relacionaba con el Congreso de la República y al más alto nivel en diferentes entidades del Estado.

13 de enero de 2022 Por: Editorial .

Más se demoró el señor Andrés Mauricio Mayorquín en convertirse en asesor del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, que 15 entidades públicas en entregarle a su esposa millonarios contratos.

Las pruebas demuestran que a Karen Lizeth Vaquiro se le adjudicaron en menos de dos meses 24 contratos por valor de $1245 millones.

Y según las investigaciones la esposa del asesor presidencial no contaba con la experiencia necesaria para realizar los trabajos, mintió al decir que era soltera y no informó sobre el conflicto de intereses que significaba estar casada con un funcionario público.

Lo descubierto genera más indignación porque su esposo era asesor político de la Jefe del Gabinete, por lo cual se relacionaba con el Congreso de la República y al más alto nivel en diferentes entidades del Estado.

Fue muy oportuno que se descubriera el caso y que de inmediato se le pidiera la renuncia al señor Andrés Mauricio Mayorquín.

Con el mismo rigor se debe investigar lo que pasó, comenzando por los funcionarios de las 15 entidades, entre ellas la Aerocivil, la Presidencia del Senado, la Superintendencia de Vigilancia, la Agencia Nacional de Tierras y el Archivo General de la Nación que suscribieron los contratos con la señora Vaquiro.

El tráfico de influencias es de los peores vicios de la política, y ser usado por quienes son nombrados como funcionarios públicos, constituye una de las peores formas de corrupción.

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