La permisividad
No puede ser que quienes tienen el deber de mantener el orden en la capital del Valle y cuidar sus bienes públicos, justifiquen lo injustificable y se vuelvan sordos frente al reclamo de la mayoría de los caleños.
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30 de ene de 2022, 11:55 p. m.
Actualizado el 17 de may de 2023, 11:34 a. m.
Primero las barras bravas del América se tomaron el puente de la Autopista Suroriental entre calles 16 y 23 para llenarlo de grafitis rojos sobre su equipo.
Ahora son las del Deportivo Cali las que se apoderan del puente de la Carrera 8 con Calle 70 para invadirlo con dibujos verdes alusivos al equipo azucarero.
Situaciones como esas, en las que sin permiso se utilizan y alteran los espacios públicos, mientras el gobierno local se queda impávido, solo ocurren en Cali.
Lo que han hecho esas asociaciones discutibles que utilizan el fútbol como excusa, son manifestaciones de un grupo de presión, que no se pueden calificar como expresiones culturales.
Aquí lo que ha habido es permisividad de la Administración caleña, que en vez de condenar los hechos trata de justificarlos.
Es así como se desconoce que el espacio público les pertenece a todos los caleños y que no cualquiera puede disponer de ellos.
La función del gobierno no es repartir esos espacios; su obligación es preservarlos como bienes generales de la ciudadanía.
No puede ser que quienes tienen el deber de mantener el orden en la capital del Valle y cuidar sus bienes públicos, justifiquen lo injustificable y se vuelvan sordos frente al reclamo de la mayoría de los caleños.
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