La diversión de Elon Musk

¿Para qué quiere Elon Musk, el hombre más rico del mundo y acostumbrado a volver oro todo lo que toca, una red social como Twitter?

¿Es, como él lo asegura, para que la libertad de expresión llegue a todo el mundo?

¿O para permitir que ese espacio se vuelva aún más agresivo de lo que ya es, con autorización para que cualquiera lance acusaciones que realzan la violencia o para que sus usuarios traspasen cualquier límite a la hora de decir lo que quieran, incluso si se trata de transmitir información falsa?

Las razones de Musk son un misterio, como lo es el que pagara $44.000 millones de dólares para hacerse al control total de una red que alcanza 433 millones de usuarios activos.

La cifra parece pequeña si se compara con los 2900 millones de usuarios de Facebook, los 2542 millones de Youtube, los 2000 millones de WhatsApp y los 1500 millones de Instagram.

No obstante, Twitter tiene ventajas como que el 83% de los líderes mundiales están en la red, el 66% de empresas con más de 100 empleados tienen una cuenta y se publican 164 millones de anuncios cada día.

Por lo pronto y como modo de ejemplo de lo que puede ser Twitter bajo su mando, Musk se ha dedicado a lanzar mensajes irónicos en lo que es su nuevo juguete y a invitar a sus usuarios a “conseguir la máxima diversión de Twitter”.