El Valle y su naturaleza

Son pocos los vallecaucanos que conocen la Isla Ají o saben que es vital para la reproducción y supervivencia de especies marinas así como para la conservación de bosques propios del litoral Pacífico colombiano.

Ese territorio ubicado en la cuenca del Naya, que hace parte del corregimiento de Puerto Merizalde en zona rural de Buenaventura, donde habitan 1291 familias en su mayoría pertenecientes a comunidades indígenas y negras, fue declarada área protegida nacional.

Son 24.600 hectáreas que a partir de ahora deberán ser cuidadas, restauradas, conservadas y garantizada su sostenibilidad para que cumplan con su importante función ambiental así como la de proveer a quienes viven ahí y tradicionalmente han conseguido su sustento alimentario a través de la pesca artesanal y respetando el entorno.

El propósito es proteger los ecosistemas de manglar, bosques autóctonos como el de guandales y naidizales, los ríos y lagunas que abundan en la zona.

Así mismo permitir que procesos ecológicos como la anidación de tortugas marinas, la migración de las ballenas jorobadas, la reproducción de aves marinas y la preservación felinos como el margay, propio de la zona, se respeten y resguarden.

Ahora se deberá garantizar que se cumplan las disposiciones para esta nueva área protegida en el Valle del Cauca, y que el departamento, que con esta completa 218 reservas naturales, continúe como ejemplo para el país en su propósito de conservar sus recursos ambientales.