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El manoseo de EPM

EPM es una de las empresas públicas y privadas más importante del país por su tamaño, su influencia en la vida de millones de colombianos y por lo que significa para el sector eléctrico nacional.

13 de abril de 2021 Por: Editorial .

La crisis de Empresas Públicas de Medellín, EPM, no parece tener final y muestra los estragos que aparecen cuando la politiquería se toma a una entidad pública.

El gerente nombrado hace una semana renunció por cuestionamientos a su hoja de vida y los conflictos de intereses en los que estaría inmerso.

EPM es una de las empresas públicas y privadas más importante del país por su tamaño, su influencia en la vida de millones de colombianos y por lo que significa para el sector eléctrico nacional.

De ahí nace la preocupación que genera lo que está pasando con su manejo y por las peleas en que la ha involucrado el alcalde Daniel Quintero.

Que por una empresa con el valor y la cantidad de usuarios a los que llega EPM pasen tres gerentes en seis meses y renuncie su Junta Directiva por los desacuerdos con el mandatario local, es la muestra de cómo la politiquería está afectando a una entidad orgullo de Antioquia y de Colombia.

Si Medellín construyó el consenso para tener una institución pública con un manejo alejado del clientelismo, ahora está en manos de los caprichos del gobernante de turno.

Los alcaldes no son elegidos para hacer lo que quieran sino para defender el patrimonio público y responder por los servicios que necesita ciudadanía.

Ojalá la crisis sirva para que se tomen decisiones sabias, se rectifique el tortuoso camino que le ha marcado el alcalde Quintero y se garantice el futuro de una empresa hasta ahora ha sido el fruto de una labor alejada del partidismo.

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