Crímenes de guerra

Como lo definió el presidente Iván Duque, el atentado del viernes pasado en Cartagena del Chairá, Caquetá, fue un “cobarde crimen”.

Si la intención de las disidencias de las Farc era atacar a la Policía que patrulla las vías de la población, fallaron en su propósito.

Los explosivos instalados en la carretera se activaron al paso de un mototaxi que transportaba a vecinos de la zona, por lo que las víctimas mortales fueron tres adultos y un menor de 6 años de edad, mientras otras dos personas resultaron heridas.

El ataque lo habría cometido la estructura criminal ‘Jorge Briceño Suárez’, que según las autoridades pretende sembrar de nuevo el miedo, desestabilizar a la población y alterar el orden público en esta época electoral.

“Nos hemos devuelto 15 años en nuestra historia, que es el tiempo que llevábamos sin vivir estas situaciones de atentados y ataques a la población civil”, aseguró el alcalde de Cartagena del Chairá.

Por ello, hay que rechazar ese acto criminal atroz, que asesina a ciudadanos indefensos y destruye los pocos avances logrados con el acuerdo de La Habana.

Así sus autores pretendan mostrarse como defensores de algún ideal, esos atentados son crímenes de guerra que demuestran su ambición por controlar el narcotráfico.