La decisión de la Corte

La tercera tampoco fue la vencida. Como ocurrió en las dos jornadas anteriores realizadas por la Corte Suprema de Justicia, ninguna de las ternadas para el cargo de Fiscal General de la Nación logró el umbral de los 16 votos sobre 23 que se requieren para obtener la mayoría calificada. Es el ejercicio normal previsto para escoger a quien ostentará uno de los cargos más altos del Estado, que conlleva la responsabilidad de dirigir al ente investigador y acusador del Poder Judicial.

Ayer, contrario a lo ocurrido el 8 de febrero, reinó la calma en inmediaciones del Palacio de Justicia. Se debe reconocer así mismo una mayor compostura de quienes, comenzando por el Presidente de la República, han sido críticos mordaces del proceso que adelanta la alta Corte y han pretendido presionar las decisiones de los magistrados sobre la elección de la nueva Fiscal general de Colombia.

Para un Estado de Derecho, el respeto por las leyes y por la separación de poderes es primordial para mantener la democracia. Así es como funciona el sistema constitucional de pesos y contrapesos, que contempla la independencia de las altas cortes y de los organismos de control y de Justicia.

Por ello, si bien hay que exigirle a la Corte Suprema que adelante con la rigurosidad que le corresponde su trabajo de escoger entre las tres postuladas por el presidente Gustavo Petro para el cargo, es fundamental que se evite cualquier intento de coacción o intimidación.

Desde la creación de la Fiscalía General de la Nación, en 1991, la elección de quien ejercerá como su cabeza no ha sido un trámite fácil. Tampoco es la primera vez que, ante la ausencia de una decisión en la Corte, se deje el cargo en interinidad por algún tiempo, incluso más largo de lo esperado.

Como se ha visto en las tres sesiones realizadas hasta la fecha, hay un nombre que se acerca cada vez más a obtener el umbral de los 16 votos requeridos, de un total de 26, que significan la mayoría absoluta. La próxima reunión se realizará el 7 de marzo y puede ser que para esa fecha se logre un consenso entre los magistrados que incline la balanza a favor de una de las tres postuladas: Amelia Pérez -quien en una de las votaciones de ayer consiguió 13 votos a su favor-, Luz Adriana Camargo o Ángela María Buitrago.

Según sus hojas de vida, todas son mujeres preparadas y con experiencia para sumir la dirección de la Fiscalía. Si pese a ello no cumplen las expectativas de la Corte, sus magistrados, en el buen uso de su autonomía, siempre tendrán la alternativa de pedir al Primer Mandatario una nueva terna.

Por el bien de la Nación y de su democracia hay que insistir en que no se ejerzan presiones indebidas, incluida la de hablar de supuestas ‘rupturas institucionales’ o intentos de asestar un ‘golpe blando’ al gobierno del presidente Gustavo Petro. Las aguas deben seguir su cauce, sin turbulencias ni represamientos que puedan llevar a un colapso ahí sí de la institucionalidad colombiana.