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El Valle es ejemplo

En los últimos ocho años el departamento consiguió entre otros resultados restaurar la mayoría de sus cuencas hidrográficas, van sembrados ocho millones de árboles, la deforestación regional se redujo a sus niveles mínimos, mientras con la creación de viveros de frailejón se están repoblando los páramos.

14 de octubre de 2022 Por: Editorial .

Para que los frailejones volvieran a poblar los páramos, los osos de anteojos transitaran de nuevo por sus rutas naturales o las cuencas hidrográficas comenzarán a recuperarse, el Valle del Cauca necesitó de recursos económicos, planes estratégicos y de un aliado imprescindible: la comunidad. Por ese trabajo conjunto al departamento se le reconocen hoy sus avances medioambientales y es ejemplo dentro y fuera del país.

La semana anterior, en el Segundo Encuentro de Acuerdos Recíprocos por el Agua, ARA, realizado en Bolivia, la experiencia del Valle se puso como ejemplo de éxito en la recuperación de ecosistemas y manejo sostenible de los recursos naturales. La estrategia ambiental que lidera la CVC, junto con las autoridades locales, el apoyo privado y la participación de la población, se convertirá en modelo a replicar en Ecuador, Perú y Bolivia.

¿Cuáles son esos logros que hoy le merecen el reconocimiento internacional? En los últimos ocho años el departamento consiguió entre otros resultados restaurar la mayoría de sus cuencas hidrográficas, van sembrados ocho millones de árboles, la deforestación regional se redujo a sus niveles mínimos, mientras con la creación de viveros de frailejón se están repoblando los páramos.

Para ello han sido esenciales los convenios realizados con las comunidades a través de los Acuerdos Recíprocos por el Agua. La estrategia consiste en llegar a los propietarios de tierras y a los campesinos que viven en las cuencas altas de los ríos, así como a quienes en las zonas bajas se benefician de los recursos naturales, para que reconozcan el valor que tienen, la urgencia de cuidarlos y de mejorar su entorno. Son las sociedades que se deben establecer por ese propósito común de recuperar el medio ambiente y aportar en la mitigación del cambio climático.

Así es como se han firmado 148 acuerdos ARA, en los que la comunidad se compromete a proteger los ecosistemas y las fuentes de agua, mientras reciben beneficios monetarios y ayudas para la producción sustentable de sus terrenos. El resultado son treinta mil hectáreas en restauración y manejo sostenible, 16 humedales y 350 hectáreas de manglar recuperados y en proceso de conservación, además de 54.000 vallecaucanos beneficiados de manera directa por los convenios.

Los avances del Valle del Cauca en materia ambiental no se pueden negar, como tampoco el largo recorrido que aún falta para lograr que el departamento garantice la reparación total y la preservación tanto de sus variados ecosistemas como de los recursos naturales que alberga y que constituyen el patrimonio más valioso de la comarca.

Como ejemplo están las tareas aún por emprender para salvar el río Cauca y las cuencas de los otros seis afluentes que bañan a Cali. O para evitar que prácticas como la minería ilegal continúen dañando los Farallones y contaminando las fuentes de agua que abastecen a millones de vallecaucanos.

Si bien la responsabilidad es en primer lugar de las autoridades y de las entidades ambientales, los casos de éxito que hoy se le reconocen al Valle demuestran que no será posible conseguirlo si no se trabaja de la mano y con el compromiso de las comunidades y la sociedad en general.

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