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Bombillo energía razonamiento
Lo grave es que al “apagón institucional” del que habló a finales del año pasado la Contraloría General de la Nación en relación con la situación de la Creg, se le puede sumar ahora un “apagón energético” real, con consecuencias funestas para Colombia. | Foto: 123rf

Editorial

El riesgo de un apagón

El fenómeno climático de El Niño continúa afectando el territorio patrio, la temporada de lluvias aún es un amago que no alcanza para llenar los embalses y el consumo de energía se ha incrementado en un 8%.

2 de abril de 2024 Por: Editorial

De las medidas que tomen las autoridades energéticas, así como del compromiso que asuman los colombianos de hacer un uso razonable de ese servicio público, dependerá que se conjure la posibilidad de un racionamiento eléctrico en el país o en algunas regiones del territorio nacional. Mientras el fenómeno de El Niño no termine, se recuperen los niveles de los embalses y el consumo se modere, el riesgo de un apagón se mantendrá.

En una comunicación enviada al Gobierno, la empresa XM, encargada de operar el Sistema Interconectado Nacional, lanzó una nueva alerta debido a la sequía que presentan los embalses hidroeléctricos, los cuales se encuentran en promedio en un 31,86% de su capacidad, la más baja en dos décadas. Asimismo, insistió en la urgencia de poner a funcionar las térmicas a su máxima potencia, realizar campañas masivas para reducir el consumo, e incluso recortar las exportaciones de energía a Ecuador, que corresponden al 3% de la generación actual en el país.

Es un llamado de atención que, lejos de generar pánico, debe instar a que se adopten las iniciativas requeridas para garantizar la prestación de un servicio indispensable para las actividades de todos los colombianos, así como para el desarrollo económico de la nación.

A esa petición se unieron ayer los diferentes gremios relacionados con la generación energética, quienes reclamaron del Gobierno Nacional más programas que motiven el ahorro de energía y agua entre los usuarios, así como el fortalecimiento de la institucionalidad nombrando a los comisionados que aún faltan en la Creg. Es inconcebible que con los riesgos que enfrenta el país, la Presidencia de la República siga sin completar el comité de expertos de la Comisión Reguladora de Energía.

Lo grave es que al “apagón institucional” del que habló a finales del año pasado la Contraloría General de la Nación en relación con la situación de la Creg, se le puede sumar ahora un “apagón energético” real, con consecuencias funestas para Colombia, como las que vivió hace 32 años por la misma razón. Descartar de plano esa posibilidad, como lo ha hecho el Ministerio de Minas y Energía, es desconocer las alarmas que siguen encendidas.

El fenómeno climático de El Niño continúa afectando el territorio patrio, la temporada de lluvias aún es un amago que no alcanza para llenar los embalses y el consumo de energía se ha incrementado en un 8%. Por ello hay que hacer campañas educativas para que los colombianos entiendan la situación y moderen el uso del servicio, generar incentivos tarifarios -lo que le corresponde definir a la Creg-, así como brindar las condiciones para que haya una mayor generación de energía, que permita garantizar el suministro aún en tiempos de crisis.

Alejar el fantasma del racionamiento requiere de un liderazgo claro y efectivo del Gobierno Nacional. Esto incluye brindar condiciones estables que estimulen la inversión privada para aumentar la oferta energética, en especial la que tiene qué ver con generación limpia o verde, devolverle la institucionalidad a la Creg y educar a los colombianos en el consumo racional. De lo contrario, ahora o a futuro, al país le llegarán tiempos muy oscuros.

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