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Comerciantes de 44N con 4N dedican la mañana a retirar el barro y los escombros de.sis negocios tras el fuerte aguacero que cayó el miércoles en la tarde, Mayo 16 de 2024, Foto Wirman Rios, EL PAIS
Las laderas siguen siendo vulnerables, así como las zonas con asentamientos irregulares, muchas de ellas levantadas en sitios de altísimo riesgo. | Foto: WIRMAN RÍOS

Editorial

Cali, en emergencia

Los canales y desagües siguen afectados por las toneladas de basura que arrojan los caleños, y fallan en algunos casos las contenciones que eviten el desbordamiento de ríos y quebradas...

17 de mayo de 2024 Por: Editorial

El aguacero que causó tantas emergencias y estragos en Cali el miércoles pasado es el primer indicio de lo que será, según las autoridades meteorológicas, un año marcado por lluvias extremas. Es necesario insistir en que la ciudad se prepare, al igual que lo deben hacer el Valle y el resto de Colombia, para evitar tragedias debido al invierno.

Según el Ideam, en apenas un par de horas cayeron 105,1 milímetros de agua en la capital vallecaucana, lo que constituye un récord si se tiene en cuenta que hasta ahora el mayor registro de precipitaciones en Cali estaba en 82,4 milímetros. El Norte y el Oeste fueron los sectores más afectados, ríos de lodo y piedra bajaron de la montaña, los sumideros colapsaron, los edificios se inundaron y el caos se apoderó de las calles y los barrios. En el corregimiento de Montebello cien familias quedaron damnificadas.

Si bien se debe reconocer que los organismos de socorro y de atención del riesgo, así como las diferentes dependencias de la Administración Municipal, reaccionaron con la mayor rapidez posible, también quedó en evidencia que Cali tiene debilidades a la hora de enfrentar una temporada de lluvias intensa.

Los canales y desagües siguen afectados por las toneladas de basura que arrojan los caleños, y fallan en algunos casos las contenciones que eviten el desbordamiento de ríos y quebradas, o que atajen los deslizamientos de tierra. Las laderas siguen siendo vulnerables, así como las zonas con asentamientos irregulares, muchas de ellas levantadas en sitios de altísimo riesgo.

La intensidad y el volumen de las precipitaciones caídas el miércoles muestran cómo los eventos naturales están transformándose. No se puede negar que en ello incide el cambio climático que afecta al Planeta, lo cual influye en fenómenos meteorológicos como El Niño o La Niña. Hace un par de meses la ola de calor desesperaba a la capital del Valle, y ahora, en la primera temporada de lluvias del año, los aguaceros golpean con fuerza inusitada.

Y falta aún por llegar La Niña. Hay un 80% de probabilidades de que aparezca en el tercer trimestre de este 2024 y se extienda hasta principios de 2025. Se repetirán probablemente desastres como los ocurridos en años anteriores, que dejan víctimas fatales, miles de damnificados, pérdidas cuantiosas y demandan recursos imprevistos para atender las emergencias.

El Valle del Cauca aún atiende los daños ocasionados por avalanchas de tierra, caídas de calzadas, o la destrucción de vías terciarias, en especial en zonas rurales, que dejan incomunicadas a comunidades enteras. Hoy, la mayoría de municipios del departamento están en alerta naranja o roja debido a las lluvias, lo que implica que deben estar mejor preparados ante una eventual contingencia.

Aún es tiempo de revisar si los planes de prevención y atención del riesgo, que son responsabilidad de las autoridades locales, territoriales y deben contar con el apoyo del Gobierno Nacional, están ajustados a las necesidades de los municipios y el departamento. Ello y las alertas tempranas son la única manera de mitigar el impacto de unos fenómenos naturales, en muchos casos previsibles, que golpean cada vez con más potencia y causan más estragos.

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