De Henry a Yerry
Eso se dice fácil, sin saber siempre todo lo que hay detrás de cada una de esas epopeyas personales, con toda seguridad más grandes que las que ellos mismos escriben en las canchas.
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Esa imagen de Henry ‘La Mosca’ Caicedo hundido en una silla de ruedas en el pasillo de un hospital, ajeno por fuerza de las circunstancias a lo que pasa a su alrededor... En fin, ese estado de postración en el que no quisiéramos ver a nadie. Menos, a quien, como él, ha sido parte importante de nuestro fútbol, ya sea en un club o en la Selección Colombia.
Y vean la casualidad, esta semana es de Selección mundialista, con el todopoderoso Brasil por delante. Que sirva pues la ocasión, y no es por aguar la fiesta, para ver cuánto va de la situación de los futbolistas profesionales de hoy a estos de ayer, como es el caso de Henry.
Ellos, protagonistas y figuras del fútbol actual, han cuajado sus oportunidades hasta cambiar sus destinos. Eso se dice fácil, sin saber siempre todo lo que hay detrás de cada una de esas epopeyas personales, con toda seguridad más grandes que las que ellos mismos escriben en las canchas.
¿Cuánto sabemos de los esfuerzos y de los desvelos, entre otros, de Juan Guillermo Cuadrado en Necoclí, Juan Fernando Quintero en la comuna 13 de Medellín, Miguel Ángel Borja en Tierralta y Yerry Mina en Guachené? Poco y nada, apenas que salieron de sus barrios y veredas a conquistar sus sueños. Allí a donde vuelven para comprobar, entre insucesos, que la vida sigue casi igual, con miles de paisanos dispuestos a diario a enfrentar a la pobreza, cuando no es a la violencia, en partidos simultáneos sin revancha.
En el fondo, son similares los relatos de los comienzos de ‘La Mosca’ y de Mina en la lucha por crecer en medio de necesidades y procurar la gloria. Aunque también con dos grandes diferencias. Una, la de ser hijos de diversas épocas. Y la otra, la de entrar cada uno en aguas que los llevaron por cauces distintos.
Sobre lo primero, ¿cuánto hubieran querido nuestras estrellas del siglo pasado vivir y jugar bajo las condiciones actuales? Sin negar que quizás el fútbol de entonces era más deporte que el vulgar y retorcido negocio que ahora pasa ante nuestros ojos con el balón como disculpa y en el que se siguen violando derechos laborales.
Bueno, ¿y el pasado sobre el que de alguna manera se edificó este presente? De eso, que se ocupen los historiadores o los nostálgicos, dirán los zares que hacen las veces de dirigentes.
¿Quiénes fueron, les pregunto a ellos y a los jóvenes de hoy, Fernando ‘Pecoso’ Castro, Germán ‘Burrito’ González, Freddy César Arce Valverde, Julián Martínez, Henry ‘La Mosca’ Caicedo, Ángel María ‘El Ñato’ Torres, Carlos Samboní, Jairo Arboleda, Óscar ‘Moño’ Muñoz, Mario Moreno, Víctor Lugo, Gabriel Chaparro y Hugo Valencia?
Nada más que lejanos recuerdos, parecería ser. Pero la lista no es gratuita. Corresponde a los nombres de apenas algunos de los muchos exfutbolistas que dos años largos atrás, aún con vida y con algo de salud, buscaban que se les respetara el mínimo derecho a una pensión.
Entraron todos en ese enrevesado mundo en el que terminamos metidos los colombianos cuando queremos acceder a una jubilación para la que se ahorró, o al menos se intentó hacerlo, durante una vida entera. Esa ilusión, la de pensionarse, adquiere aquí extraños ribetes de drama. Es casi que ganar la lotería, cuando debería ser nada más que la simple concreción de un derecho.
Vuelvo a Henry Caicedo y a la voz de su familia que clama ayuda económica en este momento, sin que se vea, al menos a la hora de escribir esta columna, una mínima reacción de parte de aquellos a quienes sirvió como jugador, nacional y localmente. Tampoco es de extrañar en un medio en el que, en muchos casos, ni siquiera hay una entrada de cortesía para ver al equipo, sea el que fuere, que tanto les debe y que poco o nada los recuerda. Si ese es el desayuno, ya pueden imaginar cómo es el resto...
Sigue en Twitter @VictorDiusabaR
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