Acuerdos
Tampoco soy tan ingenuo para creer que de Petro y Uribe salga algo más que una nueva foto. Pero es un paso adelante.
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26 de jun de 2022, 11:40 p. m.
Actualizado el 17 de may de 2023, 11:56 a. m.
Escribí en noviembre de 2018, en este mismo espacio:
"Están, de izquierda a derecha, Paloma Valencia, Álvaro Uribe, Temístocles Ortega, Carlos Guevara, ‘Carlos Antonio Lozada’, Rodrigo Lara, ‘Pablo Catatumbo’, Roy Barreras, Alexánder López, Iván Cepeda y Angélica Lozano. Y, además de ellos, Gustavo Petro y Luis Fernando Velasco (...) Y María Fernanda Cabal y ‘Victoria Sandino'".
Hablaba de una imagen tomada entonces en algún recinto del Capitolio Nacional, donde aparecían juntos. Me atreví a llamarla 'la foto de la ilusión'.
Desde entonces, esa ilusión, la de un país en el que podamos caber todos, sin distingos de ningún tipo, se ha ido haciendo cada vez más chica. Y su retrato, pedazos, fruto del odio y de la obstinación que campean entre quienes deberían dar ejemplo de convivencia.
Miro ahora el registro gráfico que dejan las recientes citas entre Iván Duque con Gustavo Petro y de Marta Lucía Ramírez junto a Francia Márquez. Y espero el del inminente encuentro del propio Petro con Álvaro Uribe que será noticia de abrir.
Y en estas tres instantáneas, como en la de aquella vez, la inocencia o la fe -a veces tan parecidas- abren en mí un nuevo espacio a la esperanza.
¿A qué tipo de esperanza?, se preguntarán ustedes. A la que debía ser costumbre, pero que convertimos en utopía: seres humanos dispuestos a dialogar.
En el caso concreto de Petro y Uribe, nada peor que resulten identificados. Aparte de ponerse de acuerdo en una sola cosa: hay una Colombia que nos pertenece a todos.
La Colombia que ahora anda partida en dos por una división que ellos, y otros más, instigaron. Muy a pesar de que se les dijo y se les advirtió. Ambos tienen esa irresponsabilidad histórica. Como tienen otras que seguramente negarán. Creo que ese juicio, el que a cada uno corresponde, más vale dejarlo al paso del tiempo y a la mirada implacable de la historia. Bueno, si es que la Justicia no lo hace antes...
Ahora mismo los afanes son otros. Hoy necesitamos de Petro y necesitamos de Uribe. Del uno, como Presidente electo a nombre de algo amorfo, aunque exitoso, que se hace llamar Pacto Histórico. Del otro, en condición de jefe del Centro Democrático, un movimiento político hecho trizas por él mismo y por su poco fiable guardia pretoriana.
Y necesitamos de los dos para ver si son capaces de mandar a este país un mensaje: siempre hay una segunda oportunidad. Incluso, cuando ni ellos mismos lo creían.
Segunda oportunidad, consecuencia de otras muchas segundas oportunidades desperdiciadas, para ver si apuntamos a una sociedad plural y diversa.
Una sociedad en la que la derecha vea a la izquierda como contradictor y no como el enemigo a extinguir. Y una izquierda que entienda que solo puede haber izquierda, si hay derecha. Solo así se garantiza además que exista el centro y todo lo que quepa en el inmenso espectro de la libertad y de la tolerancia. Es hora de enterrar el espíritu del unanimismo.
Y así también se les cierra el paso a los extremos que se camuflan en uno y otro lado. Esos que no pueden disfrazar sus simpatías por las autocracias. Nada más que golpistas de corazón.
Tampoco soy tan ingenuo para creer que de Petro y Uribe salga algo más que una nueva foto. Pero es un paso adelante. Cómo lo será si Petro, y los suyos, se dedican a gobernar, ojalá bien. Y Uribe, y los suyos, a hacer oposición, ojalá con decencia. Ambos, sin abusos.
Y nada mejor si dentro de cuatro años, ya expresidentes, se van a descansar. Y, con ellos, todos los que gobernaron y padecen de la insaciable viudez de poder que los carcome Ese sí que sería un acuerdo sobre lo fundamental.

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.
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