Todos hermanos

Por: monseñor Edgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira.

Hemos nacido, crecido y estamos muriendo en un contexto doloroso de guerras y violencias entre hermanos. Los conflictos, por ejemplo, entre Hamás e Israel en la franja de Gaza, entre Rusia y Ucrania, como en otras partes del mundo, son una vergüenza para la humanidad, que ve como los hermanos se destruyen.

“Toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación dolorosa, una derrota frente a las fuerzas del mal” Papa Francisco. F. T. 261

La palabra de Dios en este domingo nos recuerda a través del profeta Malaquías 1, “como Dios nos pide respeto por su nombre y por sus hijos, que somos imagen y semejanza de Él. También nos hace las siguientes preguntas: ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos creó el único Dios? ¿Por qué, pues traicionamos al hermano profanando así la alianza que hizo Dios con nuestros padres?”.

“En toda guerra lo que aparece en ruinas es el mismo proyecto de fraternidad, inscrito en la vocación de la familia Humana” Papa Francisco. F. T. 26

A lo largo de la historia de la salvación, que es una historia de amor entre Dios y su pueblo, Dios nunca ha dejado de caminar al lado de su pueblo y a través de Jesucristo nos ha enseñado a vivir como hermanos y hermanas, como familia, como comunidad, como pueblo, como iglesia donde crecemos en solidaridad en perdón, en diálogo, en escucha, en discernimiento y en ayuda con los más necesitados.

“La vida subsiste donde hay vínculo de comunión, de fraternidad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se construye sobre relaciones verdaderas y lazos de fidelidad.

Por el contrario, no hay vida cuando pretendemos pertenecer solo a nosotros mismos y vivir como islas; con estas actitudes prevalece la muerte” Papa Francisco. F. T. 87

Al iniciar los preparativos de Navidad y año nuevo no podemos permitir caer en la trampa fascinante del mundo del consumo. Que nos obliga a gastar muchos dineros de manera superflua. Lo importante es crecer como familia, como fraternidad y en caridad organizada con los más pobres y necesitados de nuestra comunidad.