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Nuevo orden petrolero

Las reglas del juego han cambiado radicalmente en el mundo del petróleo....

1 de febrero de 2015 Por: Rudolf Hommes

Las reglas del juego han cambiado radicalmente en el mundo del petróleo. Ya no son Arabia Saudita y los emiratos del Golfo Pérsico, el grupo de productores capaces de imponer autónomamente el precio en el mercado internacional del petróleo sino que comparten ese poder ahora con los Estados Unidos. Al dejar que los precios caigan y los determine el mercado, Arabia Saudita y los emiratos le pasaron a ese país la responsabilidad de ser el productor que cuenta (“the swing producer”), con lo que se trastorna lo que hemos creído sobre la economía política del petróleo desde 1970 hasta ahora. Por lo menos eso es lo que escribe Daniel Yergin en un artículo del New York Times del domingo 25 de enero titulado “¿Quién Dominará el Mercado del Petróleo”. El es el autor de varios libros muy influyentes sobre energía por uno de los cuales recibió el premio Pulitzer. La decisión de dejar deslizar los precios obedeció a que los países del Golfo no quieren perder participación en el mercado ni abrirle espacio a petróleos caros recortando la producción de su petróleo de menor costo, o seguir estimulando la inversión en fuentes de mayor costo. Tampoco se le quiere facilitar a Irán un eventual regreso al mercado en evento de que llegue a un acuerdo nuclear. A los Estados Unidos también puede convenirles mantener a Rusia en apuros, a Venezuela a raya y obligar a Cuba a coquetearles. Lo que comenzó con el desarrollo de tecnologías para la explotación del gas equisto hace unos pocos años hizo posible que Estados Unidos destronara a Rusia como el productor número uno de gas y que se aplicara la misma tecnología para extraer petróleo desde 2010, lo que ha dado lugar a este trascendental cambio en los mercados de petróleo. Yergen estima que a finales de2014 la producción de petróleo de Estados Unidos era 80 por ciento más alta que en 2008 cuando el precio llegó a USD$147por barril y que el aumento alcanzado (4.1 millón debarrilles diarios) supera la producción de todos los países de la Opec, menos Arabia Saudita. A esto se le suma el millón de barriles por día que proviene de las arenas petroleras de Canadá. El precio puede caer más de lo que se proponían los países del Golfo porque ahora muchos de los productores más costosos están haciendo esfuerzos heroicos para reducir precios y mantenerse en el mercado. El factor decisorio más importante que va a determinar cuánto dura este valle en el precio es la producción de petróleo que ha surgido con el desarrollo de la tecnología del gas esquisto. Aún si se posponen muchas de las inversiones, la oferta va a aumentar rápidamente en otros 500,000 barriles diarios por el impulso que trae. La tecnología no convencional va a seguir desarrollándose y los Estados Unidos no van a ceder fácilmente el poder decisorio que han recobrado. El aumento de los precios no va a ser inmediato y regresar a USD$100 por barril posiblemente no va a ocurrir en un tiempo considerablemente más largo. Lo único que no debe hacer Colombia en este escenario es quedarse quieta. Tendrán que pensar en una política petrolera de emergencia para que no caiga radicalmente la inversión en exploración de petróleo y gas, se recorten los costos de la producción existente y se mantenga la oferta de petróleo doméstico.