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¿Habremos cambiado tanto?

Después de tantas expectativas, de las subidas y bajadas en las encuestas, de las ‘fake news’ y las especulaciones, finalmente llegó la hora de que todo esto se convierta en hechos y esto quiere decir en votos.

25 de mayo de 2018 Por: Ricardo Villaveces

Después de tantas expectativas, de las subidas y bajadas en las encuestas, de las ‘fake news’ y las especulaciones, finalmente llegó la hora de que todo esto se convierta en hechos y esto quiere decir en votos. Vamos a saber si de verdad la participación será mayor, si los jóvenes han entendido la importancia de votar y se va a conocer cuál es la conexión que hay en Colombia entre las redes sociales y los votos efectivos. Es decir que poco sabemos si los criterios y aproximaciones que se tenían para predecir los resultados electorales seguirán siendo válidos o si se han producido cambios de fondo que puedan llevar a resultados inesperados.

El fenómeno no es solo colombiano, como se vio en el caso del Brexit y de Trump, eventos en que los resultados fueron diferentes a la mayoría de los pronósticos. En Colombia hay, además, un elemento que puede incidir de manera significativa y que seguirá teniendo un peso muy relevante en los próximos procesos electorales. Tiene que ver con la desaparición de las Farc como actor en la sombra que venía afectando de manera muy importante los últimos procesos electorales. Fueron la disculpa para el surgimiento del paramilitarismo, para la intimidación de la población en tiempos de Samper, para las expectativas de negociación con Pastrana, para la mano dura que sustentó a Uribe en sus dos mandatos y generaron la expectativa de que Santos siguiera en la misma línea para unos y que buscara otra aproximación al problema para otros.
Todo en función de las Farc. Pues bien ya no son organización armada y el escenario cambió. Cuáles van a ser las consecuencias en estas elecciones es algo que está por verse.

Lo que sí parece, como algunos analistas lo han señalado, es que el país comienza a parecerse más a lo que se observa en democracias más desarrolladas en las cuales el enfoque tradicional de los partidos pierde vigencia y los ciudadanos se alinean más en dos grandes tendencias, con muchos matices cada una, que se podrían llamar de izquierda y derecha sin que esto quiera decir capitalismo versus comunismo como estábamos acostumbrados a etiquetarlas. Son enfoques más parecidos a un socialismo democrático, por un lado, y a un sistema sustentado en una economía de mercado, por el otro. Al no tener un actor como las Farc afectando la posibilidad de que la gente exprese sus opiniones lo previsible es que será alrededor de estas dos grandes tendencias que se organizará la opinión en los próximos años.

Estamos en la transición y las decisiones que se tomen en estas elecciones determinarán mucho del camino que seguirá Colombia en los próximos años. El de una democracia más desarrollada o el del populismo irresponsable. Se dice que en la primera vuelta se vota con el corazón y en la segunda con la cabeza. Ojalá este domingo haya más cabeza que corazón y podamos tener una segunda vuelta en la que haya menos riesgo del populismo petrista y más posibilidades de un tránsito suave hacia ese nuevo país que ya se perfila.