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Con Mike Tyson de filósofo

“América es el país más poderoso del mundo y no debemos tener miedo de repetir lo que decía Mike Tyson, el famoso boxeador, cuando explicaba su filosofía diciendo -Todo el mundo tiene un plan hasta que le dan una trompada en la boca-”. Esto que suena a lenguaje de ‘rufián de barrio’ no es nada diferente que una de las afirmaciones del Presidente de los EE.UU.

14 de abril de 2017 Por: Ricardo Villaveces

“América es el país más poderoso del mundo y no debemos tener miedo de repetir lo que decía Mike Tyson, el famoso boxeador, cuando explicaba su filosofía diciendo -Todo el mundo tiene un plan hasta que le dan una trompada en la boca-”. Esto que suena a lenguaje de ‘rufián de barrio’ no es nada diferente que una de las afirmaciones del Presidente de los EE.UU. en ‘su’ libro más reciente, publicado después de su elección y que vale la pena leer para tratar de entender, en alguna forma, lo que el mundo puede esperar en los próximos años (Great Again: How to Fix Our Crippled America. Donald Trump. Simon and Schuster, 2016).

Claro que pretender entender para dónde va este señor no es sencillo cuando en el mismo libro dice: “La sorpresa gana batallas. Por eso yo no le cuento a la otra parte qué voy a hacer, no los alerto y no les permito que se sientan confortables con un patrón predecible de mi comportamiento. A mí me gusta ser impredecible”… “Una buena historia citada recientemente por un hombre de negocios es que me describe como ‘impredecible’ anotando que esta es una de mis mejores cualidades y que me ha hecho ganar mucho dinero”.

No obstante, es bastante claro en algunas de las afirmaciones que hace. En el capítulo dedicado a las relaciones internacionales dice con toda claridad: “Mi aproximación a la política exterior está construida sobre un fundamento poderoso: opera desde la fuerza. Esto significa tener, de lejos, el ejército más poderoso del mundo. Tenemos que demostrar nuestra voluntad de usar nuestro poderío económico para recompensar a aquellos países que trabajen con nosotros y castigar a aquellos que no lo hagan”… “En relaciones internacionales todo comienza con una fuerzas armadas fuertes. Todo”.

Con un filósofo de cabecera como Mike Tyson y un ego desbordado como el suyo, el mundo no puede esperar sino desasosiego e incertidumbre en los años que vienen. Afortunadamente el sistema americano funciona y ya hemos visto los efectos de una real separación de poderes en los tropiezos que ha tenido Trump en sus primeros meses. No es menos cierto que él es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, y en esos temas y en las relaciones internacionales tiene más margen de acción que en los temas de la política doméstica.

Si a esto se le suma el entusiasmo de todo el conglomerado de la industria militar que ve en este enfoque la gran oportunidad para ganar miles de millones de dólares en este nuevo papel de los EE.UU. las cosas se complican aún más. Trump, por el otro lado, es muy insistente en cuanto a que buena parte del costo de este fortalecimiento militar será por cuenta de los países que hasta ahora se han beneficiado. “Si vamos a continuar siendo el policía del mundo, nos deben pagar por esto” son sus palabras.

En resumen, lo que nos espera es incertidumbre y el riesgo de que, inspirado por Tyson, no le dé por usar el famoso maletín de las ‘claves nucleares’.