Zhenzhen: China
Hace 25 años era una pequeña aldea con 20.000 habitantes. Hoy, Zhenzhen...
Hace 25 años era una pequeña aldea con 20.000 habitantes. Hoy, Zhenzhen es, en la República Popular China, una pujante ciudad industrial. Con seis millones de personas y edificios que recuerdan a Manhattan. El Gobierno socialista hizo salir de la nada, en poco tiempo, una urbe funcional; con un servicio colectivo avanzado y un despliegue tecnológico asombroso. Es la gran vitrina que Beijing muestra con orgullo. El paraíso socialista, creado por ingenieros, arquitectos, sociólogos, economistas y expertos en desarrollo urbanístico.Fue el experimento social de mayor alcance en un sistema socialista, poco amigo de transformaciones masivas, que dejó asombrado a creadores y ejecutores. En sólo dos años se creó la nueva Zhenzhen. Hoy es modelo de lo que puede lograrse cuando las fuerzas del Estado, la ciencia, el sector industrial, los trabajadores y los urbanistas se unen en una tarea de tan complejas proporciones. Para hacer en un sentido literal- una espléndida ciudad. En reemplazo de un minúsculo pueblo de trabajadores que no aparecía en el mapa.Zhenzhen está llena de fábricas y viviendas modernas. Pronto se convirtió en un polo de desarrollo industrial y comercial. Llegó, además, la corrupción. El Gobierno de Beijing decidió combatirla al estilo chino: con implacable rigor, que incluyó la pena de muerte. La ciudad adelantó una campaña que atrapó a gran parte de la crema y nata de políticos y administradores, involucrados en toda suerte de operaciones ilícitas. El soborno, en particular, miles de millones de dólares en mercancías falsificadas, la clandestina creación de prostíbulos para atender el creciente comercio sexual o la feria de contratos amañados.Zhenzhen es competidora de Shangai, a la que va camino de superar. Es el sexto puerto más grande del mundo. Punto de entrada al delta del río Pearl. La zona más grande del planeta, dedicada a la producción de manufacturas. Sus grúas monstruosas trabajan día y noche descargando materias primas que China necesita con urgencia. Además, es centro activo de la biotecnología. Su increíble desarrollo es muestra del acelerado progreso de China y su política para afrontar ese gigantesco problema en una nación de más de 1.342 millones de habitantes. Con la teoría: No importa que el gato sea negro o blanco: lo importante es que cace ratones. De resultado palpable en un país que, un día no lejano, será el primero del universo.