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Zhenzhen: China

Hace 25 años era una pequeña aldea con 20.000 habitantes. Hoy, Zhenzhen...

28 de diciembre de 2010 Por: Ramiro Andrade Terán

Hace 25 años era una pequeña aldea con 20.000 habitantes. Hoy, Zhenzhen es, en la República Popular China, una pujante ciudad industrial. Con seis millones de personas y edificios que recuerdan a Manhattan. El Gobierno socialista hizo salir de la nada, en poco tiempo, una urbe funcional; con un servicio colectivo avanzado y un despliegue tecnológico asombroso. Es la gran vitrina que Beijing muestra con orgullo. El ‘paraíso socialista’, creado por ingenieros, arquitectos, sociólogos, economistas y expertos en desarrollo urbanístico.Fue el experimento social de mayor alcance en un sistema socialista, poco amigo de transformaciones masivas, que dejó asombrado a creadores y ejecutores. En sólo dos años se creó la nueva Zhenzhen. Hoy es modelo de lo que puede lograrse cuando las fuerzas del Estado, la ciencia, el sector industrial, los trabajadores y los urbanistas se unen en una tarea de tan complejas proporciones. Para ‘hacer’ –en un sentido literal- una espléndida ciudad. En reemplazo de un minúsculo pueblo de trabajadores que no aparecía en el mapa.Zhenzhen está llena de fábricas y viviendas modernas. Pronto se convirtió en un polo de desarrollo industrial y comercial. Llegó, además, la corrupción. El Gobierno de Beijing decidió combatirla al estilo chino: con implacable rigor, que incluyó la pena de muerte. La ciudad adelantó una campaña que atrapó a gran parte de la crema y nata de políticos y administradores, involucrados en toda suerte de operaciones ilícitas. El soborno, en particular, miles de millones de dólares en mercancías falsificadas, la clandestina creación de prostíbulos para atender el creciente comercio sexual o la feria de contratos amañados.Zhenzhen es competidora de Shangai, a la que va camino de superar. Es el sexto puerto más grande del mundo. Punto de entrada al delta del río Pearl. La zona más grande del planeta, dedicada a la producción de manufacturas. Sus grúas monstruosas trabajan día y noche descargando materias primas que China necesita con urgencia. Además, es centro activo de la biotecnología. Su increíble desarrollo es muestra del acelerado progreso de China y su política para afrontar ese gigantesco problema en una nación de más de 1.342 millones de habitantes. Con la teoría: “No importa que el gato sea negro o blanco: lo importante es que cace ratones”. De resultado palpable en un país que, un día no lejano, será el primero del universo.