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Bernardo Peña Olaya

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Póngase a trabajar

Sería un contrasentido, un paro con bloqueos, marchas y violencia para apoyar un gobierno, corriendo además un altísimo riesgo: que la convocatoria tenga poco eco porque arrepentidos hay por millones.

7 de febrero de 2024 Por: Bernardo Peña

La felicidad de la oposición no puede ser mayor: el presidente Petro peleando con cuentas de redes sociales falsas, luchando contra molinos de viento. Los trinos desesperados de esta semana llamando a las calles me recordaron a las mascotas que tratan de cazar el puntito del rayo láser mientras el amo se divierte con las volteretas y saltos del animalito obsesionado con atraparlo.

Entre las muchas frases atribuidas a Napoleón hay una que le cae perfecta a los opositores del presidente: “No interrumpas a tu enemigo cuándo está cometiendo un error”. El silencio de buena parte de ellos, comenzando por el fiscal Barbosa, es elocuente.

Los ‘papayazos’ que da el presidente no hacen más que servir de herramientas a sus acérrimos contradictores para llegar bien aceitados a la campaña presidencial que ya comenzó. “Es que no lo dejan gobernar”, dicen quienes apoyan la causa petrista y olvidan al gran opositor que fue el hoy presidente como senador y los grandes debates de control político que le hizo a varios gobiernos de derecha y excusan el apoyo que le dio la Colombia Humana al paro nacional que incendió particularmente a Cali, una ciudad bloqueada, saqueada, quemada y secuestrada por casi tres meses, esa fue la oposición que encabezó Petro quien ahora llama a la movilización y a salir a las calles para defender el ‘voto popular’ y evitar un supuesto golpe de Estado, táctica empleada en Venezuela durante los 25 años que lleva el chavismo en el poder.

Con los tristes antecedentes del paro del 2021, la convocatoria a la ‘lucha popular’ es un llamado que causa terror. Sería un contrasentido, un paro con bloqueos, marchas y violencia para apoyar un gobierno, corriendo además un altísimo riesgo: que la convocatoria tenga poco eco porque arrepentidos hay por millones.

Señor Presidente: a nombre de los colombianos que votaron por usted y a nombre de quienes no lo hicimos, le pido encarecidamente que no dé más papaya, que se ponga a trabajar, que no caiga en la trampa de pelear con el candidato presidencial Francisco Barbosa, que guarde el celular, que deje de ver conspiraciones y gigantes donde hay molinos. Por favor, póngase a trabajar. Llamar a las calles es llamar a incendiar este país y es enterrarse en su propia tumba, porque su popularidad y la de su gobierno están por el piso. No hay plata, como dice su amigo Millei, para tanta alza, para tanto gasto en burocracia, comitivas, viajes, para perder en juegos panamericanos frustrados, hay que trabajar.

Posdata. Que alguien le diga a doña Verónica que no se aparezca en el Carnaval de Barranquilla, no es prudente. Dicen que anda pidiendo cupo en una comparsa cumbiambera.

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