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Vicky Perea García

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¿Paz total o rendición?

Como cualquier colombiano anhelo la paz, vivir aquí segura y tranquila junto a mi familia, ayudar a construir una mejor Nación. Ojalá esa ‘Paz Total’ de Gustavo Petro sea el camino, pero me quedan serias dudas de que darlo todo y a cualquier precio nos lleve a conseguirlo.

26 de julio de 2023 Por: Vicky Perea García

A nombre de su Paz Total, que él mismo llamó así aun cuando aseguré que fue un invento de la prensa, el presidente Gustavo Petro demuestra que está dispuesto a cualquier cosa y a todo. No importa que con sus decisiones se pase por encima de la Justicia y del ordenamiento jurídico nacional, o que con ello cause el rechazo de buena parte de los colombianos.

El más reciente capítulo fue el nombramiento de Salvatore Mancuso como ‘gestor de paz’, ese término etéreo que el mandatario empezó a usar en su campaña presidencial para referirse al tratamiento que daría a los jóvenes de la ‘primera línea’ detenidos por los hechos violentos durante las protestas del 2021.

Según Petro, el título se le otorgó a Mancuso “para terminar el proceso (con los paramilitares) y lograr la completa paz”. Le quedan a uno serias dudas sobre ese nombramiento. Por ejemplo, por qué si el exjefe paramilitar ya está contando -o cantando- en la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, todo sobre su participación, la de su grupo en delitos atroces y la supuesta de agentes del Estado, además de entregar la documentación debida y guiar en el hallazgo de fosas comunes, hay que darle ahora un tratamiento especial.

Mancuso cumplió su condena hace rato en los Estados Unidos y debió ser deportado a Colombia, lo que aún no sucede. Si bien diferentes instancias judiciales aseguran que al llegar al país deberá entrar a la cárcel para pagar por los delitos por los que ya fue sentenciado aquí, le queda a uno la duda de cuáles son los acuerdos hechos entre el gobierno Petro y el exparamilitar, y si incluirán que como gestor quede en libertad a nombre de la “paz total”.

Mancuso no es el único ‘gestor de paz’ nombrado por Petro que causa escozor. Hay que recordar a Sergio Andrés Pastor, Alias 19, condenado por los crímenes que cometió durante el paro nacional del 2021, al que por la presión ejercida al final se le retiró el título. También son varios los jóvenes de la llamada primera línea que han sido sacados de la cárcel para que ‘ayuden’ a construir la tan anhelada paz. Igual tratamiento se le dio al ‘gatico’ Jorge Luis Alfonso López, hijo de la ‘Gata’ Enilce López, condenado a 29 años de prisión por el crimen del periodista Rafael Enrique Prins y hoy en libertad.

En el marco de su ‘paz total’ y escudado en los diálogos que se adelantan con el Eln, el Gobierno decretó una tregua bilateral de seis meses con el grupo guerrillero, que empieza a regir el próximo 3 de agosto. No voy a referirme a esa decisión por la que bastante tinta ha corrido, pero sí a lo otro que se ha acordado alrededor de ello.

En el mismo decreto se ordenó usar un “lenguaje respetuoso” para referirse a la guerrilla y que no se le llame así sino “organización armada rebelde”, como si el cambio de nombre borrara de tajo lo que han hecho, y siguen haciendo.

Ahora, además, se escuchan los reclamos del Comando Central que pide, como retribución por no poder cometer los delitos con los que se financian, que se les paguen, mientras dura la tregua, los gastos de alimentación, vestido, salud, etc., etc., de sus tropas. Para eso es la platica del fondo de financiación que está consiguiendo el Primer Mandatario, y si esa no alcanza, no duden que de su bolsillo y del mío saldrán los recursos para mantener al Eln en los próximos meses, o años si se prorroga el cese al fuego.

Y como estamos a punto de iniciar las conversaciones con el sanguinario, y resucitado, ‘Iván Mordisco’, de las disidencias de las Farc, se expidió el decreto que reconoce a ocho de sus guerrilleros como voceros oficiales, por lo que hay que levantarles las órdenes de captura. Se entiende que ese el camino para establecer una mesa de negociación, pero como siempre ha pedido la opinión pública, todo diálogo con organizaciones criminales debería tener como condición que se detengan las acciones violentas.

Como cualquier colombiano anhelo la paz, vivir aquí segura y tranquila junto a mi familia, ayudar a construir una mejor Nación. Ojalá esa ‘Paz Total’ de Gustavo Petro sea el camino, pero me quedan serias dudas de que darlo todo y a cualquier precio nos lleve a conseguirlo. Ojalá los beneficiados no sean solo quienes han cometido crímenes o que tanta amplitud solo sirva para que sus grupos se fortalezcan. Mucho menos puede significar la rendición de la Patria frente a la violencia.

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