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¿Día sin MÍO?

Desde hace un par de días se mueve con fuerza en redes...

28 de febrero de 2013 Por: Paola Andrea Gómez Perafán

Desde hace un par de días se mueve con fuerza en redes sociales: el Día sin MÍO. Sus impulsores enfatizan en que no quieren recurrir a los bloqueos, que esta será una propuesta pacífica, que aún no tienen fecha pero sí un propósito claro y certero: que el usuario se haga sentir. Para ello proponen armar grupos y pagar taxi juntos. O irse en bicicleta. O decirle a un amigo que los lleve a su destino. La consigna es no usar el MÍO como una manera de llamar la atención y de recordarles al Municipio y a los operadores que la razón de ser del mismo son ellos, los que a diario lo montan, los que saben qué pasa en cada estación, en cada ruta y no los que simplemente se sientan a criticar desde la comodidad de sus vehículos particulares.Francamente, no estoy de acuerdo con la iniciativa. La comprendo, pero no la comparto, porque creo que a estas alturas lo que necesitamos es transitar hacía soluciones efectivas al sistema. Porque creo, como ya lo dije en la columna pasada, sopena de volverme reiterativa, que lo que tenemos es que empujar para salvar al MÍO. Porque creo que junto al tema de la seguridad, el del MÍO debe ser la prioridad de la Administración Guerrero. Si bien fue una buena noticia que la Alcaldía gestionara un crédito Findeter que se destinara a apoyar a los operadores quebrados, aún no se puede cantar victoria, sobre todo cuando ya uno de ellos se declaró en insolvencia. Si bien es una alternativa (en todo caso transitoria) habilitar la flota de buses naranja para alivianar la crisis de transporte en el Oriente -permitiendo que los 87 buses lleguen a las estaciones de Andrés Sanín, Cañaveralejo y Universidades- el problema de fondo sigue latente: hacen falta alimentadores, muchos propietarios de buses viejos encarecieron los precios de sus vehículos para darles de baja y lo que es peor, hay quienes a pesar de no tener permiso sacan sus buses, como ocurrió ayer cuando rutas de la Coomoepal salieron a hacerle paralelismo a los alimentadores del sistema. Así no se construye ciudad señores y los buses que salieron sin permiso merecen todas las sanciones a las que haya lugar.Si bien propuestas como el Día sin MÍO, no son la salida, sí muestran que el usuario sigue en medio del círculo vicioso en que da vueltas el Sistema, teniendo que soportar las esperas eternas y los hacinamientos que se viven no sólo en el Oriente si no en puntos tan neurálgicos como el norte, el centro o la Estación Universidades.Y es el usuario que lo padece y que le está perdiendo el cariño, el que urge a gritos más que una respuesta amable de Metrocali en twitter. Al MÍO hay que movérsele más rápido, de eso no hay duda. Y hay que escuchar lo que se dice a diario en las calles, en las empresas y en redes sociales, para que mañana no nos tome por sorpresa una inmensa movilización, que cansada de soportar esperas decidió renunciar al sistema y subirse a iniciativas como el Día sin MÍO.