El futuro sin Boris

Llegó el fin de la era de Boris Johnson, el colorido, controvertido líder británico, que renunció como primer ministro y jefe del partido conservador.

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15 de jul de 2022, 11:40 p. m.

Actualizado el 18 de may de 2023, 05:00 a. m.

Llegó el fin de la era de Boris Johnson, el colorido, controvertido líder británico, que renunció como primer ministro y jefe del Partido Conservador. El principio y el fin de su cuestionado mandato fueron caóticos. Al final, y tras protagonizar una cadena de pasos en falso, la mayoría de su gabinete y sus más cercanos asesores lo abandonaron. Se aferró al poder hasta que un tradicional grupo de ‘sabios’ del Partido Conservador lo obligó a dejar el poder.  Su renuncia es atípica, ya que los primeros ministros en su país suelen salir del poder a través de un voto parlamentario. Con su partida se cierra una era que se caracterizó en sus tres años como habitante de 10 Downing Street más por la cantidad de escándalos que protagonizó que por sus logros. 

Boris llegó al poder como salió: en medio de la controversia. Sucedió a Teresa May mediante una revuelta del partido, y se empeñó en terminar de ejecutar el ‘Brexit’. Sin duda, fue su principal proyecto, para algunos, único logro y para otros un atropello. Armado de su carisma, optimismo y estilo de vida de celebridad, el exalcalde de Londres contrastaba con la seriedad y falta de carisma de su antecesora. Amigo de Trump y armado de irreverencia y una infinita capacidad para mentir revolucionó el partido, se le critica por su manejo errático del covid que dejó 180 mil muertos, las fiestas que organizó durante el aislamiento, sus escándalos familiares y sospechas de corrupción. 

Su salida deja roto al partido e incierta su sucesión, que hoy está en manos exclusivamente del ala conservadora del Parlamento, sin que el Partido Laborista tenga voto.  Los reemplazos más opcionados son los propios exmiembros de su gabinete. El más opcionado, Rishi Sunat que ocupó en el gobierno de Johnson el puesto equivalente al Ministerio de Hacienda, es un joven multimillonario que no carece de escándalos de evasión de impuestos. Su campaña ‘Ready for Rishi’ o listos para Rishi, con todo y página web, había iniciado seis meses atrás.

Buscando recuperar la gloria del pasado conservador, Sunat se define como una nueva versión de Margaret Thatcher, austera en lo económico y amiga del sector privado. Su principal rival es Penny Mordaunt, colega y exministra de Defensa y de Comercio. Tiene apoyos a pesar de sus posturas conservadoras sobre el movimiento Lgbtq han causado incomodidad entre la comunidad. La ministra de exteriores Liz Truss también entró al ruedo con una propuesta de elevar impuestos. La primera votación de un proceso complejo de votos será en julio y el anuncio, en septiembre. Todos prometen el cambio y el restablecimiento de la dignidad política.

El heredero de Johnson no la tiene fácil. El partido está desprestigiado y el liderazgo, fracturado. Se asocia con la corrupción y con el fracaso de un proyecto, un legado difícil de borrar. Hay hartazgo con el partido del Brexit y la agenda inconsistente, la preferencia por cobrar bajos impuestos a las corporaciones, la hostilidad con los inmigrantes y el escepticismo con el impacto del cambio climático. El nuevo líder se enfrenta a nubarrones en la economía global, vientos de guerra y descontento interno. Debe recomponer la confianza dentro y fuera del país. 

A partir de esta transición inglesa se abre la puerta para un renovado Partido Conservador y también para un renovado liderazgo del partido de oposición que restablezca buenas relaciones con la Unión Europea y la Otan, le ponga atención a las minorías, y apoye la innovación. El conservatismo falso de Boris Johnson, como el de Donald Trump, nada se parece al de Thatcher y Reagan. El populismo oportunista de ese par de rubios está desdibujado y desprestigiado. Para los sensatos en el resto del mundo su salida marca el final de una dupla temerosa que movió a Estados Unidos y Gran Bretaña más cerca al aislamiento y el nacionalismo, y más lejos de la globalización, la democracia y la decencia.

Caleña. Graduada del Colegio Bolívar. Politóloga de Trinity College con Maestría en Estudios Latinoamericanos de Georgetown. Analista política y asesora para América Latina de Albright Stonebridge Group. Trabajó en Proexport en Bogotá y en la Cámara de Comercio de Cali. Fue subdirectora de la Oficina Comercial de Washington y jefe de prensa de la Embajada de Colombia en Washington.

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