Las mujeres que pondrán presidente

Puede sonar increíble pero es cierto, los dos candidatos Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga les deberán sus presidencias respectivamente a las dos mujeres que descollaron en estas elecciones: Clara López y Marta Lucía Ramírez. Según las encuestas privadas de ambas campañas que por disposición legal no se pueden divulgar, a dos días de las elecciones persiste un empate técnico. Así las cosas, cualquiera puede ganar la Presidencia.De ganar Juan Manuel Santos le deberá su triunfo al cambio de ecuación que habría logrado en Bogotá, gracias al apoyo de la exalcaldesa y presidenta del Polo Clara López. Está claro que en estas elecciones Bogotá será la plaza clave donde los dos candidatos pelearán sus votos puerta a puerta. Santos puso todo su empeño para superar la derrota de la primera vuelta en la capital, una ventaja que habría logrado colocar en un cabeza a cabeza.La llegada de Marta Lucía Ramírez, la candidata del Partido Conservador, tuvo también unos efectos positivos en la campaña de Zuluaga que de imponerse el domingo mucho le debería. Por un lado introdujo el compromiso de continuar con las negociaciones de paz en La Habana, lo cual lo forzó a modificar piezas de comunicación dirigidas a los indecisos y los partidarios del voto en blanco. En la primera vuelta Zuluaga nunca se refirió publicitariamente a la paz, como sí lo ha hecho en la segunda, dando señales para despejar dudas frente a electores moderados que no están atrapados en la dialéctica del uribismo y el antiuribismo, y que tienen su decisión tomada. Marta Lucía llegó también con la maquinaria conservadora que la apoyó y que no es tan deleznable como intentaron presentar los caciques tradicionales, con lo cual Zuluaga ha podido modificar los números en Nariño, el Valle del Cauca donde el candidato del Centro Democrático salió derrotado en la primera vuelta y fortalecerse en Antioquia y el Eje Cafetero, lugares donde es el indudable ganador.Independiente de la aritmética electoral Marta Lucía Ramírez y Clara López fueron las dos mejores candidatas. Sobresalieron por la consistencia, su trayectoria, su preparación y su credibilidad. Pero mostraron sobre todo algo fundamental cuando se toma la política en serio: ser mujeres con convicción. Por haber actuado en su vida pública sin veletismo ni oportunismo pragmático, confirmando algo que diferencia a las mujeres como es la tenacidad, la persistencia y la capacidad de comprometerse con los cambios. Se convirtieron en el palo electoral porque los encuestadores no les daban un favoritismo superior al 6% que ambas superaron con creces.Aunque son simples cábalas lo cierto es que si alguna de las dos hubiera logrado pasar a la segunda vuelta habríamos tenido una presidente mujer y con ello habríamos estrenado una manera distinta de gobernar que tanta falta le hace a Colombia. Ojalá que a la hora de gobernar, cualquiera que gane, Santos o Zuluaga, las tengan en cuenta y no las releguen a manejar los programas marginales y clichés con los que encasillan a las mujeres. Qué bien le haría a cualquiera de los dos gobiernos que la sabiduría femenina se instalara por un momento en la Casa de Nariño.